Tsep. La militarizaci車n y sus matices
Ciertos intelectuales ligados a la Cuarta Transformaci車n comenzaron a matizar lo que estaba sucediendo: ※No se puede llamar militarizaci車n§, nos explicaron quienes antes llamaban ※militarizaci車n§ a toda acci車n que ampliara las facultades del Ej谷rcito
Dime qu谷 es lo que matizas y te dir谷 qu谷 defiendes. Durante las manifestaciones por la desaparici車n de los 43 estudiantes de la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa en 2014, la frase ※Fue el Estado§ concentraba la indignaci車n derivada de las im芍genes en las que se ve赤a a un grupo de estudiantes en camionetas de la polic赤a que los transportaban a un destino incierto. La 迆ltimas im芍genes revelaban que ...
Dime qu谷 es lo que matizas y te dir谷 qu谷 defiendes. Durante las manifestaciones por la desaparici車n de los 43 estudiantes de la normal Isidro Burgos de Ayotzinapa en 2014, la frase ※Fue el Estado§ concentraba la indignaci車n derivada de las im芍genes en las que se ve赤a a un grupo de estudiantes en camionetas de la polic赤a que los transportaban a un destino incierto. La 迆ltimas im芍genes revelaban que se encontraban en veh赤culos de la fuerza p迆blica, la 迆ltima vez que pod赤amos ver a un grupo de los estudiantes antes de su desaparici車n estaban en manos de una de las instituciones del Estado.
Quienes defend赤an la postura del Gobierno en turno, comenzaron a matizar la frase que se repet赤a en las calles, ※no fue el Estado§, dijeron, ※el Estado es otra cosa§, trataron de explicarnos, ※la poblaci車n tambi谷n forma parte del Estado, as赤 que su frase es s車lo un consigna hueca§, nos repet赤an. Ante lo contundente de las evidencias que fueron apareciendo y que cada vez m芍s eran dif赤ciles de ocultar, matizaban la responsabilidad de las instituciones del Estado en la desaparici車n de los estudiantes.
Para quienes, desesperados, ped赤an la presentaci車n con vida de los normalistas, muchos de ellos pertenecientes a pueblos ind赤genas, no era momento de matizar, era una coyuntura urgente, la gravedad de la situaci車n ameritaba la denuncia clara: fue el Estado. Como dice mi amiga, la polit車loga mixe Taj??w D赤az, hay veces que lo l赤mites son difusos y complejos pero hay veces que no, que son claros y hay que tomar postura. En semanas recientes, el Estado reconoci車 que s赤 fue el Estado, que un coronel del ej谷rcito mexicano contra quien ya se gir車 orden de aprehensi車n, un comandante del 27 batall車n de Infanter赤a con sede en Iguala, Guerrero, orden車 el asesinato de seis de los estudiantes que estaban a迆n con vida cuatro d赤as despu谷s de su desaparici車n. No solo fue la polic赤a local, tambi谷n fue el Ej谷rcito.
El reconocimiento del papel del ej谷rcito en el caso Ayotzinapa choca con el deseo del Gobierno federal de entregar a la SEDENA el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional y con su deseo de mantener al Ej谷rcito en las calles. Hace unos d赤as, tanto la C芍mara de Diputados como la de Senadores aprobaron poner a la Guardia Nacional bajo el ala del Ej谷rcito. D赤as antes, ante la indignaci車n y preocupaci車n de una parte de la opini車n p迆blica, de la sociedad civil y de los pueblos ind赤genas, ciertos intelectuales ligados a la Cuarta Transformaci車n comenzaron a matizar lo que estaba sucediendo, ※no se puede llamar militarizaci車n§, nos explicaron quienes antes llamaban ※militarizaci車n§ a toda acci車n que ampliara las facultades del Ej谷rcito. ※No se est芍n suspendiendo las garant赤as individuales§, nos aclararon, ※s車lo se trata de un cambio que es sobre todo administrativo§, trataron de matizar, intentando que se diluyera la contundencia de lo que estaba sucediendo en un laberinto de precisiones sem芍nticas. Pero hay momentos en los que los l赤mites son claros, dime qu谷 es lo que matizas y te dir谷 qu谷 defiendes.
El Ej谷rcito no debe involucrarse en labores de seguridad p迆blica, demasiada evidencia hay para sostener esa afirmaci車n. Poco a poco hemos naturalizado el hecho de que las fuerzas armadas pueden tambi谷n funcionar como polic赤a en el combate a la delincuencia. Para muchas personas, el Ej谷rcito y la Marina son como la polic赤a s車lo que much赤simo mejor capacitadas, m芍s armadas y menos corruptas, de modo que cuando las cosas se ponen complicadas es posible llamar al Ej谷rcito para que haga labores de seguridad p迆blica. Sin embargo, no es as赤 por m芍s que as赤 se haya ido construyendo en nuestro imaginario que significa tambi谷n un triunfo narrativo del pensamiento militarista. El Ej谷rcito no es polic赤a, en pa赤ses como Estados Unidos, cuando se ha insinuado que las Fuerzas Armadas combatan el crimen organizado, los mandos militares se han negado diciendo que no pueden exponer al ej谷rcito al poder corruptor del narcotr芍fico. A m赤 lo que me preocupa sobre todo es el hecho de exponer a la sociedad civil al control del Ej谷rcito bajo el pretexto de brindar una mayor seguridad que, como hemos visto a lo largo de a?os de tener al Ej谷rcito en las calles, no se cumple. Poner a las fuerzas armadas a realizar labores de polic赤a, es enfrentar a elementos civiles con militares.
Siguiendo la propia l車gica del modelo estatal, la seguridad p迆blica, en cualquier democracia, necesita necesariamente ser un corporaci車n de mando civil porque la delincuencia, en todo caso, es un asunto del 芍mbito social, no militar. El Ej谷rcito tiene otras funciones: defensa del territorio y de la soberan赤a nacional (es decir, defensa ante ataques externos), instrumentar un plan de emergencia en caso de desastres y actuar cuando la seguridad interior se encuentra amenazada. En esto 迆ltimo, en la amplia interpretaci車n que la frase ※seguridad interior§ puede tener, se han escudado los gobiernos, incluyendo este, para darle m芍s poderes al Ej谷rcito en el combate de un problema de origen social, no castrense, como es la delincuencia.
En este punto, le han apostado a que el significado de ※seguridad interior§ y ※seguridad p迆blica§ se traslapen y se difuminen los l赤mites para mantener al ej谷rcito en las calles. Seg迆n la Ley de Seguridad Interior (elaborada a modo de los intereses del gobierno en turno), esta se pone en riesgo cuando el funcionamiento de las instituciones o el mantenimiento del orden constitucional, el estado de derecho y la gobernabilidad democr芍tica se ven amenazadas, s車lo en ese caso podr赤a intervenir el Ej谷rcito. Pedir que la Guardia Nacional, encargada de la seguridad p迆blica, est谷 bajo el control operativo y administrativo de la SEDENA es aceptar que necesitas de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad interior, que necesitas del Ej谷rcito para que tus instituciones funcionen, para que se mantenga el orden constitucional, el estado de derecho y la gobernabilidad democr芍tica; es decir, est芍s aceptando que como poder Ejecutivo no puedes gobernar el pa赤s sin el Ej谷rcito en las calles, est芍s militarizando una funci車n social como lo es brindar seguridad p迆blica. Hacer esto, es militarizar las funciones ejecutivas, sin matices. Adem芍s hay que considerar todas las nuevas atribuciones que se le han estado dando a las fuerzas armadas como hacerse cargo de proyectos de infraestructura estatal o instalar las antenas que llevar芍n internet a todo M谷xico en cuarteles y territorios del Ej谷rcito con todos los peligros e implicaciones que esto supone.
Aceptemos, al menos por un momento, que la seguridad interior, no solo la seguridad p迆blica, est芍 amenazada por la violencia heredada de sexenios pasados, que sin el ej谷rcito haciendo labores de polic赤a no hay gobernabilidad ni se respeta el orden constitucional porque la polic赤a est芍 en un estado tal que ya no puede cumplir sus funciones con un m赤nimo que garantice el funcionamiento de tus instituciones. ?Por qu谷 tendr赤amos que asumir que el Ej谷rcito es una entidad inmaculada, incorruptible y moralmente pulcra que puede depurar bajo su manto a las corporaciones policiacas hasta dejarlas pr赤stinas? No hay nada que nos indique que esto sea cierto; las evidencias, como el papel del Ej谷rcito en el asesinato de los estudiantes de Ayotzinapa nos apuntan hacia lo contrario, nos dice que el Ej谷rcito ha colaborado activamente con el crimen organizado adem芍s de atentar contra la poblaci車n civil sistem芍ticamente durante d谷cadas.
A迆n cuando L車pez Obrador diga que bajo su gobierno el Ej谷rcito de pronto ha cambiado en tan solo cuatro a?os, seg迆n apunta Estefan赤a Vela en este art赤culo, en 2020 hubo 260 enfrentamientos con civiles en los que estuvieron involucrados miembros de la SEDENA, durante estos enfrentamientos por cada militar que falleci車 murieron 39,5 civiles, esto y los dem芍s datos que presenta me parecen tremendamente alarmantes y todo esto sin tomar en cuenta el terrible papel de las Fuerzas Armadas en nuestro pa赤s a lo largo del Siglo XX.
Habr芍 quien diga que las personas que murieron en enfrentamientos con elementos de la SEDENA eran civiles involucrados en la delincuencia como ya antes lo dijo Felipe Calder車n, pero justiciar as赤 esas muertes implica aceptar que esas personas no ten赤an derecho a un juicio y que sin debido proceso merec赤an morir inmediatamente bajo las balas del ej谷rcito. Eso es ir en contra del tan ponderado estado de derecho. Hay que reformar la polic赤a, es un hecho, pero no militarizarla.
Muchas veces L車pez Obrador ha sostenido que el Ej谷rcito es pueblo uniformado; aunque una buena parte del Ej谷rcito provenga de las clases bajas y de pueblos ind赤genas la verdad es que eso no puede sostenerse. No se trata de un ej谷rcito popular emanado de la Revoluci車n Mexicana como lo ha dicho el presidente, no son las tropas populares de Villa y Zapata que tanto se empe?aron en desmantelar para consolidar un ej谷rcito a modo del Estado, el Ej谷rcito actual es m芍s bien heredero del de la Guerra Sucia, heredero del de Calder車n y Pe?a Nieto.
Las acciones de los elementos del Ej谷rcito no son la manifestaci車n de los intereses de la poblaci車n civil contra la cual han atentado hist車ricamente, son generalmente la manifestaci車n de cadenas de mando que vienen de 谷lites castrenses privilegiadas que pueden estar generalmente aliadas a la oligarqu赤a o bien, en casos terribles, son la manifestaci車n de una violencia estructurada que provoca que m芍s de diez soldados violen a una mujer ind赤gena o cometan ejecuciones extrajudiciales y asesinatos como sigue sucediendo. Conversando con el ling邦ista Michael Swanton, me cont車 c車mo, antes de L車pez Obrador, Salvador Allende tambi谷n se hab赤a referido a las Fuerzas Armadas como ※pueblo que viste uniforme§; efectivamente, as赤 lo hizo en un discurso con motivo de su primer a?o de gobierno el 4 de noviembre de 1971 en el Estadio Nacional de Chile en donde rindi車 un homenaje a las fuerzas armadas ※por su lealtad a la Constituci車n y a la voluntad expresada en las urnas por los ciudadanos§. Nos sigue resultando muy amargo hasta hoy recordar la manera en la que Allende se dio cuenta de que el Ej谷rcito no era ※pueblo que viste uniforme§ y que respeta la voluntad ciudadana.
Tambi谷n nos ha resultado muy doloroso a lo largo de la historia reciente de este pa赤s darnos cuenta cada vez que que el Ej谷rcito es una entidad muy distinta del pueblo y que nunca ser芍 buena idea ampliarle sus atribuciones, sus rangos de acci車n y su protagonismo en la vida p迆blica. Es un l赤mite claro que no debe matizarse.
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