La Comisi¨®n para la Verdad concluye que Ayotzinapa ¡°fue un crimen de Estado¡±

La desaparici¨®n de los 43 estudiantes de la Escuela de Ayotzinapa, en 2014, en Guerrero, fue un ¡°crimen de Estado¡±. Es la conclusi¨®n a la que ha llegado la Comisi¨®n para la Verdad y Acceso a la Justicia, puesta en marcha hace tres a?os y medio, por mandato del presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. La comisi¨®n ha presentado este mi¨¦rcoles su informe, por medio del subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas. ¡°No hay indicios¡± de que ninguno de los normalistas desaparecidos est¨¦ vivo, ha dicho el subsecretario.

Era la primera vez que un alto funcionario del Estado verbalizaba en p¨²blico, en un acto oficial, un comentario repetido cantidad de veces en la intimidad estos a?os. La posibilidad de que alguno de los 43 apareciera con vida era remota. El mes que viene se cumplen ocho a?os del ataque y en este tiempo se han encontrado restos ¨®seos de tres de los 43. Pero ni una pista del posible paradero en vida de ninguno. Este mismo jueves, las familias han informado de que se tomar¨¢n un tiempo para procesar el contenido del informe, 103 p¨¢ginas adem¨¢s de los anexos, antes de contestar.

Guardan silencio tambi¨¦n, de momento, la unidad especial de la Fiscal¨ªa para el caso y el grupo de expertos que la CIDH ha comisionado a M¨¦xico para investigar el ataque. A falta de sus interpretaciones, el informe de la comisi¨®n funciona, de momento, como un epitafio en la l¨¢pida de la vieja verdad que trat¨® de vender el Gobierno anterior, aquella historia del asesinato de todos los estudiantes en un basurero, su quema posterior y el despojo final de restos en un r¨ªo cercano. Eso, seg¨²n el informe, no pas¨®. Pero de momento sigue sin saberse que s¨ª ocurri¨®, d¨®nde est¨¢n los restos de los 40 muchachos faltantes, qu¨¦ fue de ellos.

¡°La desaparici¨®n de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 constituy¨® un crimen de Estado en el que concurrieron integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones del Estado mexicano¡±, ha dicho Encinas, en conferencia de prensa desde Palacio Nacional. ¡°Estuvieron involucradas autoridades de todos los niveles¡±, ha a?adido.

Encinas se refer¨ªa principalmente a las polic¨ªa de Iguala y del pueblo vecino de Cocula, c¨®mplices de Guerreros Unidos en el ataque contra los estudiantes. Aunque tambi¨¦n a polic¨ªas de otros municipios cercanos que participaron del ataque, caso de Huitzuco o Tepecoacuilco, adem¨¢s de otros ¡°agentes estatales¡±. Todos juntos atacaron aquella noche a los estudiantes, que hab¨ªan acudido a Iguala a tomar autobuses para, d¨ªas m¨¢s tarde, viajar a Ciudad de M¨¦xico, a conmemorar la matanza del 2 de octubre de 1968.

El subsecretario ha se?alado adem¨¢s ¡°que autoridades federales y estatales del m¨¢s alto nivel fueron omisas y negligentes¡± e, incluso, las ha acusado de ¡°alterar hechos y circunstancias¡± para establecer una conclusi¨®n ¡°ajena a la verdad¡±. Se refer¨ªa Encinas, entre otras cosas, al montaje del R¨ªo San Juan, una de las teor¨ªas de la actual administraci¨®n de la Fiscal¨ªa, que plantea que marinos y agentes de la vieja Fiscal¨ªa colocaron huesos de uno de los 43 en el r¨ªo, Alexander Mora, apuntalando la versi¨®n del basurero.

Al respecto de la versi¨®n del basurero, Encinas ha insistido en que los 43 nunca estuvieron juntos desde que se separaron en la estaci¨®n de autobuses de Iguala, descartando la reuni¨®n de los muchachos en el basurero. El subsecretario ha a?adido que los j¨®venes nunca se comunicaron con integrantes de Guerreros Unidos, negando cualquier intento pasado de criminalizaci¨®n de los muchachos.

¡°Las acciones, omisiones y participaci¨®n de autoridades federales y estales permitieron la desaparici¨®n y ejecuci¨®n de los estudiantes, as¨ª como el homicidio de otras seis personas¡±, ha a?adido el funcionario. Encinas se refer¨ªa aqu¨ª al Ej¨¦rcito, entre otros actores, que en la ¨¦poca manten¨ªa una importante presencia en Iguala. En la noche del ataque y la madrugada posterior, soldados y oficiales se movieron por Iguala y alrededores. Adem¨¢s, la Secretar¨ªa de la Defensa monitore¨® en tiempo real las comunicaciones de varios de los integrantes de la red criminal de la zona. Pese a ello, su intervenci¨®n en apoyo de los normalistas fue nula. Actualmente, un capit¨¢n del Ej¨¦rcito, presente en la noche de los hechos, est¨¢ preso por colaborar presuntamente con Guerreros Unidos.

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