L¨®pez Obrador consolida el traslado de la seguridad a las Fuerzas Armadas en los festejos de la Independencia
La Guardia Nacional marcha bajo las ¨®rdenes del Ej¨¦rcito en el mismo mes en el que el Ejecutivo ha reordenado a los cuerpos de seguridad militar
La meta del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador de trasladar las tareas de seguridad p¨²blica a las Fuerzas Armadas se ha cristalizado en las ¨²ltimas dos semanas. El culmen ha sido en las celebraciones de la Independencia de M¨¦xico en la capital: algunas tropas mostrando m¨²sculo con un significativo despliegue en el desfile militar y otros uniformados prestando sus herramientas de trabajo ¡ªdesde rifles de asalto hasta chalecos antibalas y cascos¡ª a ni?os y familias como una muestra de acercamiento a la poblaci¨®n. El plan, publicado en un decreto el 9 de septiembre, ha ido tomando forma en los cambios directos en las instituciones de seguridad, pero tambi¨¦n han requerido reformas legislativas que, de paso, han complicado los balances en la oposici¨®n.
Las familias sonrientes posando para fotos a bordo de un veh¨ªculo humvee frente al ?ngel de la Independencia refleja lo que la mayor¨ªa de las encuestas confirman: un 65% de los mexicanos tiene confianza plena en las Fuerzas Armadas. En algunos Estados del pa¨ªs azotados por la violencia de los c¨¢rteles de la droga, incluso, son los gobiernos locales quienes piden que la seguridad p¨²blica est¨¦ en manos del Ej¨¦rcito. De inicio, el decreto de L¨®pez Obrador traslad¨® las tareas administrativas de la Guardia Nacional al cuerpo militar sin tocar la Constituci¨®n, que demanda que ese grupo de seguridad sea de una naturaleza civil. Aunque el papel todav¨ªa tiene algunas restricciones, en la pr¨¢ctica los guardias ya han marchado bajo las ¨®rdenes de los militares este 16 de septiembre.
La medida genera desconfianza en diversos sectores por la cantidad de poder, presupuesto y presencia en la vida p¨²blica que las Fuerzas Armadas se encuentran acumulando. El debate ya ha conseguido fracturar a los partidos de oposici¨®n en el Congreso. El primero en cambiar de parecer ha sido el Partido de la Revoluci¨®n Institucional (PRI) que adem¨¢s ha propuesto enmendar la legislaci¨®n vigente para que el Ej¨¦rcito se encargue de la seguridad hasta 2029. El gesto le ha valido al viejo partido el desprecio de las otras formaciones y una inevitable ruptura en la oposici¨®n prevista para los pr¨®ximos d¨ªas, pero que perdurar¨¢ en las elecciones estatales de 2023 y las presidenciales de 2024.
Las resistencias tambi¨¦n han estado en el partido del Gobierno, Morena, con la diputada In¨¦s Parra que vot¨® en contra de la propuesta del PRI. ¡°No puedo estar con la militarizaci¨®n en M¨¦xico a cambio de impunidad¡±, dijo para referirse a Alejandro Moreno, l¨ªder del PRI, investigado por enriquecimiento il¨ªcito y quien supuestamente se beneficiar¨ªa de la negociaci¨®n legislativa. La divisi¨®n ha tocado incluso al mismo PRI en sus entra?as: mientras que sus diputados han estado dispuestos a apoyar a L¨®pez Obrador, sus senadores han anunciado que no acceder¨¢n al deseo presidencial en una votaci¨®n pendiente para la pr¨®xima semana.
En las calles, la oposici¨®n se ha depositado en la sociedad civil en diversas manifestaciones. La m¨¢s visible en los ¨²ltimos d¨ªas ha sido la del colectivo Hasta Encontrarte, formado por las familias de desaparecidos en M¨¦xico, que el jueves mantuvo la tensi¨®n durante casi 24 horas con una peculiar protesta. Dos de sus integrantes escalaron los 100 metros de la Estela de Luz, un monumento construido en el Paseo de la Reforma por el Gobierno de Felipe Calder¨®n (2006-2012), para desplegar un letrero contra la militarizaci¨®n de la seguridad p¨²blica. Los activistas han insistido en que el plan de L¨®pez Obrador prolonga la presencia de los militares en las calles tal como lo comenz¨® hace 16 a?os Calder¨®n, sin hacer mayor merma al crimen. Tambi¨¦n ponen el dedo en las hist¨®ricas llagas de los militares en M¨¦xico: desde su papel en la desaparici¨®n de los 43 estudiantes de Ayotzinapa hasta en la matanza de Tlatelolco, pasando por la masacre de Acteal.
Los 118.000 miembros de la Guardia Nacional que se unen a las Fuerzas Armadas representan tambi¨¦n un cambio para los presupuestos. El Ej¨¦rcito tiene previsto recibir alrededor de 146.000 millones de pesos (7.500 millones de d¨®lares), una cifra r¨¦cord para la Secretar¨ªa de Defensa. Su trabajo ya es visible en aduanas, aeropuertos, construcci¨®n de obras emblem¨¢ticas y, ahora, seguridad p¨²blica. M¨¦xico mantiene un promedio de 100 homicidios dolosos al d¨ªa y el descenso criminal a¨²n no parece avistarse. L¨®pez Obrador ha garantizado el respeto a los derechos humanos, pese a las dudas de diversos sectores.
Dotados de nuevas responsabilidades, los jefes de las Fuerzas Armadas ¡ªEj¨¦rcito y Marina¡ª han denunciado una campa?a de desprestigio contra los cuerpos militares con comentarios ¡°tendenciosos¡± expresados por quienes ¡°tratan de alejarlos de la ciudadan¨ªa¡±, seg¨²n ha se?alado el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval. En la noche del 15 de septiembre, con el Z¨®calo encendido por la ceremonia de El Grito, esos se?alamientos quedaron disipados, algunos espont¨¢neos vitoreaban a la Defensa, ¡°?Se-de-na! ?Se-de-na!¡±, mientras que otros repet¨ªan el mantra del presidente L¨®pez Obrador: ¡°El soldado es pueblo uniformado¡±.
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