Los piratas acechan a los pescadores de las costas mexicanas

El pescador Romel Alcocer ha pasado m¨¢s tiempo de su vida entre olas que en tierra firme. Hijo de una familia de pescadores, desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas es pescador en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n. Nunca ha pensado en dedicarse a otra cosa, sin embargo, reconoce que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil. El mal tiempo, la pesca ilegal y ahora los incidentes de violencia, asegura, han convertido su labor en una carrera cuesta arriba para ¨¦l y para un millar de personas que en el Estado ribere?o tienen su sustento en echar las redes al mar para cazar peces, langosta, pulpo o abul¨®n. Los pescadores estiman que la incidencia delictiva en algunas zonas ha crecido hasta en un 40% en lo que va del a?o.

El tambi¨¦n presidente de la Confederaci¨®n de Pescadores de la zona Oriente de Yucat¨¢n, de 57 a?os, explica que desde hace a?os los cooperativistas han puesto en marcha su propio mecanismo de vigilancia en alta mar, costeado por ellos, para detectar a cualquier pirata o pescador furtivo. Sin armas, se dedican a patrullar sobre las olas y avisan a las autoridades. ¡°Increment¨® la pesca furtiva por aqu¨ª porque no hay inspectores, los Gobiernos nos dicen que no tienen recursos y entonces nosotros formamos un comit¨¦ de inspecci¨®n y vigilancia entre todos los puertos y hasta el momento va dando resultado¡±, menciona.

A los problemas que trae la pesca ilegal y las adversidades clim¨¢ticas, los pescadores deben sumar desde hace varios a?os la inseguridad. El presidente de la Confederaci¨®n Mexicana de Cooperativas Pesqueras, Jos¨¦ Luis Carrillo, exigi¨® que se incremente la vigilancia en los litorales mexicanos, tanto de parte de la Armada de M¨¦xico como de la llamada Guardia Nacional y de la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica (SSP). El directivo pesquero inform¨® que estos ¡°piratas¡± o asaltantes en alta mar, roban motores, toda la pesca capturada por las embarcaciones y despojan a los mismos responsables de las embarcaciones de dinero, art¨ªculos de valores.

¡°S¨ª, ha habido robos de lanchas y embarcaciones, es algo que afecta al patrimonio del pescador, pero tambi¨¦n se da robo de tr¨¢ileres que transportan productos pesqueros en distintas partes de la Rep¨²blica mexicana y afecta tambi¨¦n la distribuci¨®n de los productos en el mercado. Por todas estas condiciones de violencia que se est¨¢n dando en alta mar y en carretera, la pesca debe ser considerada un asunto de seguridad nacional¡±, asegura Carrillo.

Langosta roja, el abul¨®n, tambi¨¦n conocida como ¡°oreja del mar¡±, el pulpo y camar¨®n, son las especies que m¨¢s ambicionan los grupos criminales para su comercializaci¨®n. ¡°Se necesitan m¨¢s operativos tanto en tierra como en mar para regular la comercializaci¨®n. Somos m¨¢s exportadores que consumidores, por eso los grupos delictivos est¨¢n detr¨¢s de este negocio¡±, zanja.

En zonas como Yucat¨¢n, las cooperativas pesqueras advierten de un aumento de un 40% en robos de equipo y producto pesquero, sin embargo, Carrillo advierte de que este porcentaje podr¨ªa ser mayor dado que muchas v¨ªctimas de estos asaltantes deciden no denunciar. ¡°El pescador es pescador, no sabe hacer otra cosa, hay comunidades donde no hay otra opci¨®n econ¨®mica y la pesca cuando est¨¢ bien regulada, supervisada, s¨ª deja¡±.

Apenas en julio pasado, los medios locales del municipio de Progreso informaron de dos asaltos a embarcaciones para robar kilos de calamar y motores. Solamente en equipo se daba cuenta de una p¨¦rdida de unos 40.000 pesos. En el Estado vecino de Campeche, los pescadores se apostaron la semana pasada en las oficinas de la Secretar¨ªa de Agricultura local para exigir m¨¢s seguridad. Los pescadores denunciaron que no hay vigilancia en el mar e incluso que hay presencia del crimen organizado en las costas de Campeche, a quienes se?alan como responsables del robo de motores y embarcaciones en la zona.

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