¡®Ruido¡¯: el grito desesperado de los m¨¢s de 100.000 desaparecidos de M¨¦xico
La cineasta Natalia Beristain se sumerge en la historia de las personas que sufren la pesadilla de buscar cada d¨ªa a sus familiares desaparecidos, en un pa¨ªs de corrupci¨®n e impunidad


Un grito colectivo acompa?a la trama de Ruido. ¡°No est¨¢s sola. No est¨¢s sola¡±. Lo repiten mujeres que han perdido a una hija, una hermana, un padre, un nieto, una madre. Esa gente amada que desapareci¨® repentinamente y dej¨® un vac¨ªo lleno de angustia, de horror, de un dolor que rompe el cuerpo. El ¡°no est¨¢s sola¡± que sirve de consuelo, de apoyo, la bater¨ªa que las ayuda a levantarse cada d¨ªa con la esperanza de encontrar a sus desaparecidos. La cineasta Natalia Beristain pone enfrente un espejo que refleja la imagen de un pa¨ªs desgarrado, del M¨¦xico que d¨ªa a d¨ªa ve c¨®mo la gente se esfuma sin que haya una explicaci¨®n, hasta sumar m¨¢s de 100.000 nombres perdidos en un abismo de violencia, de corrupci¨®n y de impunidad. Ruido es el grito desesperado de miles de personas a quienes esa violencia call¨®.
No son solo un n¨²mero, alerta Beristain. No: son rostros, vidas, voces, nombres, risas, sue?os, planes, una historia personal detenida con un choque violento. Julia, la protagonista de esta pel¨ªcula, se despierta d¨ªa tras d¨ªa, a lo largo de nueve meses, a la espera de que las autoridades le digan qu¨¦ pas¨® con su hija Gertrudis, quien hizo un viaje con dos amigas a un para¨ªso mexicano para celebrar el fin de sus estudios universitarios del que nunca regres¨®. Julia espera esa llamada que le diga que su hija ha sido encontrada, viva o muerta. Poder ver al menos el cuerpo que le permita apagar la aflicci¨®n que la ahoga. Julia se sumerge en la oscura alberca de la burocracia mexicana, que tiene el rostro de indolentes bur¨®cratas m¨¢s atentos al timbre de su tel¨¦fono m¨®vil que a la b¨²squeda de quien desapareci¨®. En los primeros minutos de la trama, Beristain lanza ese primer reflejo de un M¨¦xico brutal: ha habido una confusi¨®n en el expediente de su hija, le dice el tercer fiscal que en nueve meses ha sido nombrado por las autoridades para investigar el caso. ¡°Lo siento de verdad¡±, se disculpa. Y la indignaci¨®n estalla en el pecho de Julia con la furia de un animal herido: ¡°?Para qu¨¦ chingado est¨¢n ustedes aqu¨ª?¡±
Esa furia no la paraliza. Al contrario, la mujer ¡ªinterpretada de forma conmovedora por la actriz Julieta Egurrola¡ª se lanza a buscar personalmente a su hija, en un viaje tambi¨¦n revelador. En esa traves¨ªa logra una aliada importante: Abril, una joven e intr¨¦pida reportera interesada en la historia de las miles de personas desaparecidas en M¨¦xico. Una voz inc¨®moda, siempre dispuesta a interpelar a unas autoridades incompetentes. Ambas mujeres viajan juntas, hacen largas rutas en coche, en autobuses, sumergidas en el espeluznante mundo de la violencia mexicana: una abogada que pasa sus d¨ªas escondida y escoltada por su trabajo beligerante en apoyo a las personas que buscan; una polic¨ªa tosca que a cambio de una mordida permite a Julia y a Abril buscar en un cami¨®n lleno de cad¨¢veres, cuerpos violentados de j¨®venes v¨ªctimas del jugoso negocio de la trata; albergues donde chicas tristes pasan los d¨ªas sin saber qu¨¦ esperar de la vida; y mujeres curtidas por el dolor y el sol, valientes madres o hermanas o hijas reunidas en colectivos y que, hartas de esperar una respuesta de la autoridad, se han lanzado por valles, desiertos, bosque y predios urbanos para buscar ellas mismas, para abrir con sus propias manos fosas comunes y sacar del pozo del horror un hueso que dar¨¢ esperanza a una familia.

La pel¨ªcula de Beristain recuerda que nadie en M¨¦xico est¨¢ libre de sumergirse en ese mar de espanto. Julia es una artista pl¨¢stica exitosa, que lleva una vida tranquila entre las clases medias altas de Ciudad de M¨¦xico, hasta que se topa de frente con la desaparici¨®n de su hija. No solo son las mujeres de Ciudad Ju¨¢rez, los j¨®venes obligados a enrolarse en el crimen en los Estados del norte, o las muchachas descuartizadas en Ecatepec. Cualquiera puede ver su vida truncada en un pa¨ªs incapaz de frenar una violencia desbocada. Y ese es el potente mensaje de esta pel¨ªcula desgarradora. ¡°Quiz¨¢ como yo, tampoco tienes claro qu¨¦ del dolor ajeno te resuena en lo m¨¢s ¨ªntimo o te resulta personal. No importa si, por fortuna, no has sido alcanzado por algunas de las tantas violencias que atraviesan nuestro territorio, el dolor de los otros tambi¨¦n es tu dolor. Y es quiz¨¢ ah¨ª donde, sin importar que t¨² y yo no nos conozcamos, nos encontramos. Y por m¨¢s contradictorio que parezca eso que nos une no es el dolor, sino el amor, la empat¨ªa y que a trav¨¦s de estos conceptos ¡ªy maneras de encarar el mundo¡ª atisbamos un esperanzador cambio de narrativa como pa¨ªs¡±, ha escrito Beristain sobre su pel¨ªcula, que se estrenar¨¢ el 5 de enero en cines seleccionados y el d¨ªa 11 en Netflix, la compa?¨ªa que produjo el filme.
La empat¨ªa a la que se refiere Beristain la encuentra Julia en los colectivos Voz y Dignidad por los nuestros, de San Luis Potos¨ª, y Busc¨¢ndote por amor, del Estado de M¨¦xico. Integrantes de estas agrupaciones aparecen en la pel¨ªcula para contar sus historias, el largo suplicio que llevan en la b¨²squeda de los suyos, que da a la trama la fuerza de la veracidad: no, esto no es ficci¨®n, es la pesadilla cotidiana que desvela a miles de personas en M¨¦xico. Es a trav¨¦s de las historias de estas mujeres que Julia comprende que el silencio no es excusa. Y conecta su dolor personal con el de otras que ya est¨¢n hartas, que salen a la calle no solo en su dolorosa b¨²squeda, sino para gritar que no permitir¨¢n m¨¢s impunidad. La pel¨ªcula cierra con una manifestaci¨®n feminista en el coraz¨®n de Ciudad de M¨¦xico: decenas de mujeres bailan, gritan, marchan. ¡°No deber¨ªamos estar aqu¨ª buscando a los nuestros¡±, dice una. ¡°Estamos aqu¨ª por rabia, por amor, por hartazgo¡±. Y aunque la polic¨ªa irrumpe en la manifestaci¨®n, detiene y golpea a mujeres, revienta el campamento donde ellas se refugian ¡ª¡±el Estado opresor es un macho violador¡±, gritan algunas¡ª, Julia entiende que su viaje continuar¨¢ al lado de esas mujeres aunque alg¨²n d¨ªa halle a su hija Gertrudis. ¡°No est¨¢s sola¡±. No est¨¢n solas.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
