La ca¨ªda de ¡®Lupe¡¯ Tapia, un golpe sin efecto para el Cartel de Sinaloa

Alg¨²n momento del a?o 2008. Una fiesta en el valle de San Lorenzo, a un suspiro de Culiac¨¢n. Puro territorio narco. Corren litros de alcohol. Los mariachis tocan sus guitarras. Suenan los vientos de la banda norte?a y la tambora sinaloense. Camuflado entre la multitud se encuentra Miguel ?ngel Vega, reportero en R¨ªodoce, cabecera de referencia en la informaci¨®n sobre el narcotr¨¢fico que ha sufrido en sus propias carnes la violencia: en 2017, al fundador del semanario, Javier Valdez, dos hombres encapuchados le ponen de rodillas para descerrajarle 12 tiros. Plomo para acallar las voces inc¨®modas. Vega est¨¢ en la celebraci¨®n como parte de una investigaci¨®n que lleva a cabo. Lleva a?os gan¨¢ndose la confianza de los c¨ªrculos que rodean al Cartel de Sinaloa. Con el tiempo, ha conseguido ser uno de los periodistas con m¨¢s acceso a la organizaci¨®n. De pronto, irrumpe en escena un grupo de hombres ostentosamente armados. ¡°Lleg¨® Lupe Tapia¡±, dice alguien.

¡ª?Y qui¨¦n es Lupe Tapia?

En esa ¨¦poca, el nombre de Jos¨¦ Guadalupe Tapia Quintero apenas empieza a sonar en los bajos fondos de Culiac¨¢n, cuenta Vega por tel¨¦fono. Es solo un rumor: un hombre m¨¢s en una inabarcable constelaci¨®n criminal. El reportero lo ha escuchado ya antes en las calles, pero ese d¨ªa es la primera vez que le perfila como alguien a quien seguirle la pista.

¡ªGente de El Mayo. Un personaje muy poderoso.

Lupe Tapia, como es conocido en el mundo criminal, fue apresado durante la madrugada del pasado jueves en un operativo de la Guardia Nacional y el Ej¨¦rcito mexicano en los alrededores de Culiac¨¢n. En los a?os que han pasado desde aquella fiesta en el valle de San Lorenzo, el narco se ha convertido en un lugarteniente de alto rango a las ¨®rdenes de Ismael El Mayo Zambada, l¨ªder de una de las facciones m¨¢s poderosas del Cartel de Sinaloa. Es lo que en la jerga se conoce como un operador, el encargado de mover la droga de M¨¦xico a Estados Unidos. El Departamento del Tesoro estadounidense lo sit¨²a desde 2014 como el responsable de supervisar ¡°la adquisici¨®n y el transporte de coca¨ªna y metanfetamina desde Sinaloa a los EE UU mensualmente, espec¨ªficamente a Arizona y California¡±.

Tapia Quintero es bueno en su trabajo, culpable de introducir toneladas y toneladas de droga a los EE UU sin despeinarse. Un hombre de confianza de El Mayo cuya detenci¨®n, sin embargo, no va a afectar a la estructura del cartel, seg¨²n todos los expertos consultados. ¡°[El Cartel de Sinaloa] es un pulpo y Lupe Tapia era un peque?o tent¨¢culo. ?l era un operador fuerte que ten¨ªa muchos a?os trabajando para El Mayo, pero es uno de varios. Si se muere un gerente de Apple la empresa no para de producir, sigue trabajando. La gente que est¨¢ moviendo la droga lo sigue haciendo de sur a norte. El segundo al mando de Lupe Tapia asume el control. Es una organizaci¨®n muy grande, muy poderosa, no le afecta el cambio¡±, sentencia Vega.

Victoria medi¨¢tica, impacto m¨ªnimo

La ca¨ªda de Lupe Tapia supone un golpe sobre la mesa a favor del Gobierno. Una estrategia en la lucha contra el narco en la que, de vez en cuando, cae alg¨²n peso pesado del establishment criminal. Para Vega, solo es eso: una victoria medi¨¢tica. La opini¨®n del escritor de El Fixer (Aguilar, 2021) es m¨¢s cruda: ¡°Cada vez que se detiene a un capo de alto rango como ¨¦l, el cartel se reorganiza: evitan ciertas casas, cambian de n¨²mero de celulares y de localizaciones para protegerse, pero a los dos d¨ªas ya est¨¢n operando de manera normal. Es una cuesti¨®n de oferta y demanda: hay una gran demanda all¨¢ [en EE UU], la droga va a seguir llegando¡±.

¡°Siempre tiene impacto detener a alguien del grupo, pero no me parece que esto les vaya a debilitar ni que sea un golpe definitivo. Si algo est¨¢ muy visto de las estructuras criminales sinaloenses es que estos arrestos no evitan que la organizaci¨®n genere ingresos¡±, coincide Cecilia Farf¨¢n, jefa de investigaci¨®n en el Centro de Estudios M¨¦xico-Estados Unidos de la Universidad de San Diego. ¡°El efecto en el tr¨¢fico de drogas se ubica b¨¢sicamente entre cero y nada¡±, abunda Alejandro Hope, analista en seguridad. ¡°Cualquier detenci¨®n individual tiene poco efecto sobre una organizaci¨®n criminal que es m¨¢s una cooperaci¨®n de diversas facciones, clanes y familias que una estructura jer¨¢rquica¡±, matiza.

No est¨¢ claro qui¨¦n suceder¨¢ a Lupe Tapia. Su hijo, Heibar Josu¨¦, uno de los nombres que m¨¢s sonaban para recojer el testigo, fue capturado en agosto del a?o pasado. ¡°Cuando se dan estos arrestos hay reacomodos dentro de la organizaci¨®n: hay envidias, gente bajo su mando que trata de quedarse con el cargo que ¨¦l tuvo porque representa m¨¢s dinero y m¨¢s poder¡±, remata Vega.

Un tipo discreto

Tapia Quintero no es un narcotraficante al uso. Por encima del glamour y la ostentaci¨®n de los que suelen hacer gala los capos de su cala?a, ¨¦l prefiere mantener un perfil bajo. Es un tipo discreto del que apenas existen fotograf¨ªas p¨²blicas, lo que le permite moverse por Culiac¨¢n y San Lorenzo, sus ¨¢reas de influencia, con relativa libertad, aunque ¡°en el mundo del narco todos saben qui¨¦n es¡±, aclara Vega. Tampoco destaca por un car¨¢cter especialmente violento. Cuenta el reportero que, como todos, el operador empieza en el escalaf¨®n m¨¢s bajo, hace ya m¨¢s de 20 a?os. Su figura va engordando dentro del cartel. Despu¨¦s de 2008, su nombre ya implica poder y respeto.

¡°Se vuelve un personaje al que no puedes acceder¡±, contin¨²a Vega. Cuando comienza, Lupe Tapia se mueve en la ¨®rbita de Vicentillo Zambada, el hijo mayor de El Mayo, hoy considerado un traidor: despu¨¦s de su detenci¨®n en 2009 y de ser extraditado a EE UU, se convierte en confidente de la DEA y a cambio de su libertad declara en el juicio contra Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, l¨ªder hist¨®rico del Cartel de Sinaloa. El operador es tan discreto que muchos analistas en seguridad apenas han o¨ªdo hablar de ¨¦l. Mientras otros capos con m¨¢s gusto por los focos caen poco a poco, ¨¦l contin¨²a su trabajo en silencio. Abre empresas fachada y lava el dinero del cartel con la inestimable ayuda de testaferros que ponen el nombre en caso de que algo vaya mal.

Durante los Gobiernos de Felipe Calder¨®n (2006-2012) y Enrique Pe?a Nieto (2012-2018), el Estado apuesta por una estrategia conocida como guerra contra el narco, que siembra el pa¨ªs de cad¨¢veres en una batalla a tumba abierta contra los carteles. Lupe Tapia sigue moviendo la droga al otro lado de la frontera escondida en tr¨¢ileres de carga, como si la cosa no fuera con ¨¦l. El Departamento del Tesoro estadounidense lo identifica en esos a?os como operador tambi¨¦n para una c¨¦lula de El Chapo que trafica metanfetamina hacia Tijuana y Baja California.

El arresto definitivo de El Chapo en 2015 trae un tiempo de cierta inestabilidad para el Cartel de Sinaloa. Dos de sus facciones m¨¢s fuertes, la comandada por El Mayo y la liderada por los tres hijos de Guzm¨¢n, Iv¨¢n Archivaldo, Alfredo y Ovidio, entran en guerra. Ovidio es detenido a principios de enero por segunda vez: antes, en 2019, el Ej¨¦rcito decide liberarlo despu¨¦s de unas horas en cautividad para frenar la espiral de violencia que despliegan sus secuaces por todo Culiac¨¢n, en una jornada que pasa a la historia como ¡°el jueves negro¡± o culiacanazo. En esta ocasi¨®n, sus hermanos vuelven a desatar el caos con narcobloqueos, coches incendiados y tiroteos por toda la ciudad, pero el Gobierno no cede.

Todo es diferente en la detenci¨®n de Lupe Tapia. Las autoridades arrestan a otras cinco personas ¡ª cuatro hombres y una mujer¡ª requisan seis armas largas, un fusil Barret, cuatro armas cortas, fentanilo y coca¨ªna, de acuerdo con R¨ªodoce. El Gobernador de Sinaloa, Rub¨¦n Rocha Moya, celebra que la sangre no llega al r¨ªo. ¡°Por lo regular la gente de El Mayo no reacciona de esa manera cuando los arrestan, no se da una situaci¨®n de rescate como con Ovidio en 2019 y este enero¡±, apunta Vega. Su captura le sirve a las autoridades para equilibrar la balanza: entre la poblaci¨®n existe la sensaci¨®n de que se beneficia a la facci¨®n de El Mayo, el ¨²nico capo hist¨®rico del narcotr¨¢fico mexicano que nunca ha sido apresado.

Narcocorridos y extradiciones

Para Farf¨¢n, una de las preguntas clave sobre Lupe Tapia es qu¨¦ va a suceder en su futuro legal: si ser¨¢ extraditado a Estados Unidos o se quedar¨¢ en M¨¦xico. Su perfil es de los que gustan en los tribunales de Nueva York: alguien con un conocimiento ¨ªntimo de las entra?as del cartel que puede servir para testificar contra capos de m¨¢s elevado perfil medi¨¢tico. Hope es poco optimista: ¡°Una de dos, lo extraditan a EE UU y apenas pise territorio estadounidense los fiscales acuerdan que salga en tres a?os a cambio de declarar, o lo dejan en M¨¦xico y sale en un a?o porque no hay pruebas¡±.

Estos d¨ªas se celebra, precisamente en Nueva York, un juicio que puede marcar el camino a seguir por Lupe Tapia. Genaro Garc¨ªa Luna, exsecretario de Seguridad P¨²blica durante el Gobierno de Calder¨®n, se enfrenta a las acusaciones de haber estado a sueldo del Cartel de Sinaloa. Es el funcionario mexicano de m¨¢s alto rango en ser juzgado al otro lado del R¨ªo Bravo. Entre los testigos que han declarado en su contra se encuentran muchos de los antiguos compadres del operador.

Todo el que inicia sus pasos en el narcotr¨¢fico sabe que las dos maneras m¨¢s probables de salir de ese mundo es con unos grilletes en la mano o dentro de una bolsa de pl¨¢stico negro con el cuerpo agujereado de plomo. En su caso, el equivalente al triunfo es vivir r¨¢pido y ser recordado. Lupe Tapia, en parte, lo consigue: tiene su propio narcocorrido, una canci¨®n que cuenta una versi¨®n melosa y edulcorada de la historia en la que el operador se impone a un pasado de pobreza. Aunque ahora su futuro ser¨¢ escrito por la dureza de los tribunales y no la fantas¨ªa de los mariachis. Vega ayuda a poner la nota de realidad: ¡°Como Lupe Tapia hay 50. Cuando arrestaron a El Chapo, en Estados Unidos y M¨¦xico fue un triunfo, pero en Culiac¨¢n todav¨ªa hay otros 50 Chapos¡±.

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