El jurado inicia las deliberaciones contra Garc¨ªa Luna: ¡°Esta es una de las mayores responsabilidades de sus vidas¡±
Doce ciudadanos de Nueva York tienen que llegar a un veredicto un¨¢nime para cada uno de los cinco cargos que se imputan al exsecretario de Seguridad P¨²blica
Arrancan las deliberaciones en el juicio contra Genaro Garc¨ªa Luna. Los miembros del jurado, 12 ciudadanos comunes de Nueva York, tendr¨¢n que ponerse de acuerdo para decidir sobre la culpabilidad o la inocencia del secretario de Seguridad P¨²blica de Felipe Calder¨®n. Los integrantes deben llegar a una decisi¨®n un¨¢nime sobre cada uno de los cinco cargos que se imputan al exfuncionario: tres por tr¨¢fico de coca¨ªna, uno por delincuencia organizada y otro por dar declaraciones falsas. ¡°Esta es una de las mayores responsabilidades que tendr¨¢n en sus vidas¡±, dijo este jueves el juez Brian Cogan tras darles las instrucciones sobre c¨®mo deben emitir su veredicto. Las sesiones de los jurados son privadas y la decisi¨®n puede darse a conocer en cualquier momento, previo aviso a Cogan.
Hasta este momento no se hab¨ªa permitido que los integrantes del jurado discutieran entre ellos ning¨²n detalle sobre el juicio. Los miembros est¨¢n ahora completamente aislados del mundo exterior. Un guardia tom¨® juramento al terminar la ¨²ltima audiencia: tiene que vigilar que no hablen con nadie de fuera, que no usen ning¨²n dispositivo electr¨®nico y llevarles la comida. Es su ¨²nico contacto. Tambi¨¦n les ayuda a mandar notas al juez Cogan para hacerle peticiones sobre los documentos y otros materiales que requieren para llegar a su decisi¨®n. En una sala alterna, seis sustitutos est¨¢n pr¨¢cticamente en las mismas condiciones, con la ¨²nica diferencia que ellos no pueden comentar sobre el proceso judicial. Ellos entran como reemplazo en circunstancias excepcionales, ante causas de fuerza mayor.
Las conspiraciones de Garc¨ªa Luna
Cogan explic¨® paso por paso a los miembros del jurado qu¨¦ es lo que tienen que hacer. A diferencia de otros pa¨ªses, los jueces en procesos con jurado cumplen una funci¨®n administrativa. Son los ciudadanos quienes deciden sobre la culpabilidad y meses despu¨¦s el juez se encarga de dictar la sentencia. ¡°Ustedes son los ¨²nicos jueces de los hechos que les presentaron¡±, les record¨®. ¡°Deber¨ªan ser ustedes quienes usen togas negras¡±, brome¨®.
El juez condens¨® un curso de Derecho penal estadounidense en poco m¨¢s de dos horas. Les habl¨® de la presunci¨®n de inocencia. Les dijo que la carga de prueba estaba en la Fiscal¨ªa, que eran ellos quienes deb¨ªan demostrar que el acusado era culpable m¨¢s all¨¢ de una duda razonable, ¡°una duda basada en la raz¨®n y el sentido com¨²n¡±. Les explic¨® que solo pod¨ªan tomar en cuenta los testimonios y las evidencias. Les pidi¨® que no se dejaran guiar por ning¨²n tipo de prejuicio ni elemento ajeno a lo que vieron en las ¨²ltimas cuatro semanas.
Tambi¨¦n habl¨® de los cargos y c¨®mo deben decidir sobre ellos. Se trata del juicio de m¨¢s alto perfil de un exfuncionario mexicano en Estados Unidos y una consecuencia directa de que sea juzgado en el sistema estadounidense es el tipo de delitos que se le imputan. La acusaci¨®n contra Garc¨ªa Luna est¨¢ basada en los tres cargos por narcotr¨¢fico. Los nombres exactos de estos cargos son: conspiraci¨®n para la distribuci¨®n internacional de coca¨ªna, conspiraci¨®n para la distribuci¨®n y posesi¨®n de coca¨ªna, y conspiraci¨®n para importar coca¨ªna.
¡°En muchos pa¨ªses esto no existe, las conspiraciones son un delito muy estadounidense¡±, apuntaba el exfiscal Daniel Richman, profesor de Leyes de la Universidad de Columbia, en una entrevista con EL PA?S la semana pasada. Cogan explic¨® que una conspiraci¨®n es ¡°un acuerdo entre dos personas para hacer algo ilegal¡±. En Estados Unidos, esto es un delito aunque el plan fracase o, incluso, si el crimen no se comete. En M¨¦xico no existen las ¡°conspiraciones¡± como t¨¦rmino legal.
Para probar una conspiraci¨®n, dijo el juez, se tienen que demostrar dos cosas. Primero, se debe probar que ¡°la conspiraci¨®n existe¡±, que dos o m¨¢s personas se pusieron de acuerdo para planear el delito. Esto puede ser expl¨ªcito o por un ¡°entendimiento mutuo¡± o por algo que se infiere a partir de las evidencias f¨ªsicas y testimonios que presentaron los fiscales. ¡°Las acciones hablan m¨¢s claro que las palabras¡±, coment¨® Cogan.
En segundo lugar, se tiene que demostrar que el acusado particip¨® en la conspiraci¨®n ¡°a sabiendas e intencionalmente¡±. Esto quiere decir ¡°con conocimiento de que lo que hac¨ªa estaba mal y con la intenci¨®n de llevar a cabo el delito¡±. Por ejemplo, Garc¨ªa Luna fue acusado de ayudar al Cartel de Sinaloa a cambio de sobornos. Por incre¨ªble que parezca, la Fiscal¨ªa tuvo que demostrar que el Cartel de Sinaloa exist¨ªa y que una de sus actividades era el tr¨¢fico de coca¨ªna. Entre medias tuvo que probar tambi¨¦n que el acusado fue parte de la conspiraci¨®n: que sab¨ªa que el cartel se dedicaba al narcotr¨¢fico y que a¨²n as¨ª decidi¨® involucrarse con ellos.
Los tres cargos por narcotr¨¢fico son por conspiraciones para traficar coca¨ªna, pero no por el tr¨¢fico de coca¨ªna en s¨ª. En Estados Unidos, acusar a alguien de conspiraci¨®n para la distribuci¨®n de droga no requiere que el acusado sea captado subiendo los paquetes o que ponga las manos en la mercanc¨ªa. Lo que se juzga es el acuerdo de hacerlo. Estas fueron algunas de las cosas que Cogan explic¨® al jurado para emitir su veredicto, pero con muchos m¨¢s detalles espec¨ªficos y por momentos, dif¨ªciles de entender.
Cada delito tiene requisitos de prueba acotados y definidos al mil¨ªmetro. Pasa lo mismo con cada una de las conspiraciones, que tienen que ser juzgadas por separado, y con los otros dos cargos: delincuencia organizada ¨Dpertenecer a una empresa criminal continua¨D y dar declaraciones falsas en su solicitud de naturalizaci¨®n al declarar que no hab¨ªa cometido ning¨²n delito. Esos ¨²ltimos dos delitos dependen de alguna forma de los otros tres de narcotr¨¢fico, seg¨²n dijo el propio Cogan. Y a eso se suman agravantes y mociones espec¨ªficas de la defensa que tambi¨¦n deben considerar.
Pese a todos los detalles t¨¦cnicos, el veredicto depende ¨²nicamente del jurado y abre la puerta a muchos resultados posibles. Garc¨ªa Luna puede ser declarado culpable de todos los delitos o absuelto de todo lo que se le imputa. Pero tambi¨¦n puede ser condenado por dos o tres o cuatro cargos e inocente del resto. Si de plano no hay acuerdo un¨¢nime entre los miembros del jurado, el juicio puede ser declarado nulo. Por eso, es com¨²n que los integrantes se tomen el tiempo suficiente para llegar a un acuerdo m¨ªnimo entre ellos y traten de evitar ese escenario en la medida de lo posible. El destino del exfuncionario mexicano est¨¢ en manos de 12 ciudadanos neoyorquinos.
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