La ca¨ªda de Genaro Garc¨ªa Luna, el zar de la guerra contra las drogas de M¨¦xico
El juicio contra el secretario de Seguridad P¨²blica de Felipe Calder¨®n derrumba el mito del superpolic¨ªa que se enfrentaba a los carteles y lo desenmascara como socio de los criminales que prometi¨® combatir
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Nunca antes el v¨ªnculo entre las autoridades mexicanas y el narcotr¨¢fico hab¨ªa quedado en evidencia con tanta claridad. Genaro Garc¨ªa Luna, el rostro de la guerra contra las drogas en M¨¦xico, fue declarado culpable en Estados Unidos de todos los cargos en su contra. El veredicto de la Corte del Distrito Este de Nueva York sepult¨® el mito del antiguo jefe de la Polic¨ªa Federal, uno de los hombres m¨¢s cercanos e influyentes en el Gabinete de Felipe Calder¨®n (2006-2012) y socio confiable de la Casa Blanca, y lo desenmascar¨® como un estrecho colaborador del Cartel de Sinaloa a cambio de sobornos millonarios. El pa¨ªs latinoamericano a¨²n procesa las implicaciones de un fallo hist¨®rico: la ca¨ªda del funcionario mexicano de m¨¢s alto rango que ha pisado un tribunal estadounidense por narcotr¨¢fico y delincuencia organizada. ¡°Garc¨ªa Luna vivir¨¢ el resto de sus d¨ªas como un traidor a su pa¨ªs¡±, afirm¨® Washington despu¨¦s de conocer la decisi¨®n de los 12 miembros del jurado.
Confidente del expresidente Calder¨®n, art¨ªfice de la cacer¨ªa contra los capos de la droga, funcionario ambicioso y temido. Mucho de lo que se conoc¨ªa sobre los primeros a?os de la guerra contra el narcotr¨¢fico en M¨¦xico se desprend¨ªa de trabajos period¨ªsticos, libros, series y pel¨ªculas. Esta vez, sin embargo, fueron los protagonistas del conflicto quienes lo contaron todo sin intermediarios: los narcotraficantes expusieron c¨®mo pagaron millones de d¨®lares en sobornos a autoridades de todos los niveles, c¨®mo se disfrazaron de polic¨ªas para capturar a sus rivales y c¨®mo ten¨ªan acuerdos sobre la distribuci¨®n de beneficios del tr¨¢fico de narc¨®ticos.
El juicio fue un testimonial del narco, la secuela del proceso contra Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n en 2018, en la misma corte y ante el mismo juez. La cadena de complicidades se adorn¨® de las excentricidades de los criminales, como cuando el colombiano Harold Poveda El Conejo llor¨® en el estrado al recordar su colecci¨®n de animales ex¨®ticos o cuando Tirso Mart¨ªnez El Futbolista explic¨® que se gan¨® ese sobrenombre porque era due?o de cuatro clubes profesionales de f¨²tbol. Pero no fueron solo los criminales quienes apuntaron el dedo contra Garc¨ªa Luna, tambi¨¦n lo hicieron expolic¨ªas castigados por negarse a colaborar con los carteles, exfuncionarios corruptos y agentes estadounidenses que contaron frustrados c¨®mo se erosion¨® la confianza en sus contrapartes mexicanas.
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La defensa present¨® fotograf¨ªas del acusado con figuras del calibre del expresidente Barack Obama o excandidatos presidenciales como Hillary Clinton y John McCain. Pero no fue suficiente. En el otro lado de la moneda, la Fiscal¨ªa pudo demostrar las acusaciones sin ahondar en el paso de Garc¨ªa Luna por el Cisen, la principal agencia de espionaje civil de M¨¦xico durante m¨¢s de una d¨¦cada; sin contar de cuando simul¨® la detenci¨®n de una banda de secuestradores para que pudiera ser retransmitida en directo por televisi¨®n, sin presentar al jurado el imperio inmobiliario que construy¨® en Miami desde 2013, bajo la sospecha de desv¨ªo de fondos p¨²blicos. El Gobierno mexicano quiere ese dinero de vuelta y present¨® en octubre de 2021 una demanda civil en Florida por la malversaci¨®n de m¨¢s de 700 millones de d¨®lares.
El exfuncionario que acapara todos los reflectores en M¨¦xico tuvo su primer cargo importante en 2001, cuando se convirti¨® en director de la Agencia Federal de Investigaci¨®n (AFI), creada en el Gobierno de Vicente Fox (2000-2006). Estaba en el c¨ªrculo inmediato que rodeaba al Gabinete en esa Administraci¨®n, pero era t¨ªmido, tartamudo y apenas hablaba en las reuniones con el presidente. Tras bambalinas recib¨ªa sobornos mensuales de m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares del Cartel de Sinaloa. Garc¨ªa Luna era un aliado fiel: les daba uniformes, veh¨ªculos y credenciales oficiales para que portaran armas de uso exclusivo de las autoridades. Les filtraba informaci¨®n sensible para que no fueran detenidos. Recog¨ªa ¨¦l mismo las maletas de dinero despu¨¦s de sentarse a hablar por horas con los capos. Eso fue lo que se dijo durante el juicio y lo que dej¨® de ser una verdad en disputa tras el veredicto, al menos ante la ley.
A finales de 2006, con la llegada al poder de Calder¨®n, Garc¨ªa Luna fue nombrado ¨Dpara sorpresa de propios y extra?os¨D secretario de Seguridad P¨²blica. Su encomienda era construir la Polic¨ªa Federal, una corporaci¨®n que en seis a?os de gesti¨®n multiplic¨® su poder de fuerza por cinco veces, hasta rozar los 40.000 efectivos. No hubo una Administraci¨®n que colaborara m¨¢s con la Casa Blanca en temas de seguridad. Condecorado y elogiado por Estados Unidos, el acusado ya no iba en persona por los sobornos, pero se manten¨ªa en comunicaci¨®n permanente con los criminales. Lleg¨® a cobrar tres millones de d¨®lares por reuniones de 15 minutos, seg¨²n los testimonios de ?scar Nava Valencia El Lobo y Jes¨²s El Rey Zambada, dos de los narcos m¨¢s temidos en ese tiempo.
Agentes federales ayudaban a los narcotraficantes a descargar paquetes de droga de aviones, los ayudaban a esconderse y despu¨¦s fing¨ªan buscarlos. Jefes criminales ten¨ªan acceso a las m¨¢s altas esferas de la pol¨ªtica. Como a Garc¨ªa Luna, los ten¨ªan en la n¨®mina: jueces, mandatarios, periodistas, autoridades de todos los niveles. Los carteles crecieron como nunca antes. ¡°Hubiera sido imposible sin la ayuda del Gobierno¡±, dijo Sergio Villarreal El Grande, un antiguo lugarteniente. ¡°Se est¨¢ utilizando la resoluci¨®n para atacarme¡±, sostuvo Calder¨®n, que obtuvo un permiso de residencia en Espa?a en octubre pasado, tras conocer el fallo.
La Fiscal¨ªa apost¨® por construir el caso sobre los testimonios y con pocas evidencias f¨ªsicas. El tema a¨²n enciende los debates del otro lado de la frontera, a 3.000 kil¨®metros de donde se decidi¨® el destino de Garc¨ªa Luna. Est¨¢ previsto que el juez dicte sentencia a finales de junio pr¨®ximo. El exfuncionario se enfrenta a una condena de 20 a?os a cadena perpetua en la c¨¢rcel.
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