Los dos duelos de Daniel Tirado: ¡°No s¨¦ c¨®mo explicar el hueco que dejan en nuestras vidas¡±
El hermano de Andr¨¦s y Jorge, los dos j¨®venes asesinados junto con su t¨ªo en la colonia Roma, habla con EL PA?S sobre el triple homicidio y los meses de luto desde entonces
Daniel Tirado empez¨® aquella semana con un viaje a la morgue. Ten¨ªa que reconocer dos cad¨¢veres: los de sus hermanos, Andr¨¦s y Jorge, un actor y un m¨²sico de 27 y 34 a?os, secuestrados y asesinados a golpes junto con su t¨ªo, Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez (73 a?os), en la Ciudad de M¨¦xico. Fue un crimen salvaje. Y all¨ª estaba Daniel, unas horas despu¨¦s de que la polic¨ªa encontrara los tres cuerpos. Eran las 11 del 19 de diciembre y la escena era demasiado para un lunes por la ma?ana. Lo habr¨ªa sido para cualquier d¨ªa, en realidad. ¡°No quer¨ªa que mis pap¨¢s tuvieran que realizar ese tipo de cosas, no es algo agradable para un pap¨¢ tener que ver eso. Para m¨ª tampoco lo fue. Lamentablemente, tuve que hacerlo dos veces¡±, narra por tel¨¦fono el joven de 30 a?os, el del medio de los tres hermanos, en entrevista exclusiva con EL PA?S.
Tres meses despu¨¦s del crimen, Daniel trata de describir con palabras una de esas realidades para las que el vocabulario humano no alcanza: ¡°No es f¨¢cil. Nunca hab¨ªamos pasado por una situaci¨®n as¨ª. No s¨¦ c¨®mo se supone que debe ir esto. Hay d¨ªas buenos, malos, tranquilos. Estamos tratando de llevarlo de la manera m¨¢s tranquila posible y poder salir del otro lado. Lo m¨¢s dif¨ªcil es aceptar que ya no est¨¢n aqu¨ª. ?ramos una familia unida, habl¨¢bamos todos los d¨ªas. No s¨¦ c¨®mo explicar lo mucho que van a hacer falta en nuestras vidas y el hueco que dejan¡±. Al otro lado del tel¨¦fono, la voz tiembla.
¡°Mis padres est¨¢n mejor¡±, contin¨²a, ¡°creo que te imaginar¨¢s como te cambia el semblante la situaci¨®n, pero ver un poco de mejor¨ªa con el tiempo da algo bueno¡±. ¡°Obviamente hay d¨ªas malos, pero los noto m¨¢s tranquilos. Tanto mis pap¨¢s como yo no hemos dejado de atender al psic¨®logo y tratar de llevar esto de la mejor manera posible para no hundirnos, en pocas palabras, porque no atendernos nos puede dejar peor. Estamos haciendo lo que podemos con lo que tenemos y quiero creer que va bien la situaci¨®n¡±, cuenta el joven.
La ¨²ltima vez que Daniel habl¨® con sus hermanos fue unas horas antes de que el rastro de los dos j¨®venes se esfumara. ¡°Un d¨ªa antes de que fallecieran estuvimos platicando. Lo m¨¢s normal para nosotros era platicar de cosas geeks: los tres ¨¦ramos fan de videojuegos y pel¨ªculas en general, era un tema recurrente¡±. Despu¨¦s de eso, Andr¨¦s y Jorge dejaron de responder sus mensajes. ¡°Me dejaron en visto en WhatsApp y ya a las horas fue cuando me marcaron [unos amigos de los chicos] para avisarme de que no sab¨ªan de ellos¡±.
Daniel estaba en Guadalajara, donde reside. ¡°Me marcaron los amigos de mis hermanos el s¨¢bado por la tarde. Tom¨¦ un cami¨®n el s¨¢bado por la noche para llegar a la Ciudad de M¨¦xico. Llegu¨¦ el domingo como a las seis ma?ana. Desde entonces estuvimos tratando de realizar el reporte por privaci¨®n de libertad. Los amigos de mis hermanos no pudieron realizarlo porque no eran familiares de sangre. Estuvimos todo el d¨ªa en vueltas, mareados con lo que se ten¨ªa que hacer con el papeleo¡±.
A las tres de la tarde, por fin, Daniel consigui¨® poner la denuncia en la Coordinaci¨®n Territorial Cuauht¨¦moc 5, en la Santa Mar¨ªa de la Ribera. A esa misma hora, en la Roma, la polic¨ªa irrumpi¨® en el 113 de la calle Medell¨ªn y encontr¨® los cuerpos de sus hermanos, pero mientras hac¨ªa la declaraci¨®n ¨¦l solo sab¨ªa que ¡°empez¨® a haber un movimiento extra?o en el inmueble¡°, seg¨²n el testimonio que dio a la Fiscal¨ªa, al que ha tenido acceso este diario. ¡°Posteriormente, ingresaron unos polic¨ªas y una ambulancia y salieron con mi t¨ªa Mar¨ªa Margarita Ochoa [tambi¨¦n secuestrada, la ¨²nica superviviente del crimen], la cual se encontraba en crisis y se la llevaron, siendo todo lo que nos informaron por el momento¡±, se lee en el documento.
Una hora despu¨¦s, cuando todav¨ªa se encontraba rellenando los papeles del atestado, recibi¨® una llamada de tel¨¦fono. ¡°Est¨¢bamos llenando documentos y mis pap¨¢s me marcaron para decirme que hab¨ªan podido entrar en la casa y hab¨ªan encontrado a mis hermanos sin vida. Fue como a las seis de la tarde¡±, recuerda.
¡°Me gusta acordarme de ellos como las ¨²ltimas veces que los vi¡±
Todos los duelos tienen algo de desgarro. Daniel Tirado vive dos. Dos lutos, adem¨¢s, sacudidos por la primera plana de los peri¨®dicos que segu¨ªan con lupa los nuevos giros del caso. ¡°Fue bastante morboso y macabro, pero la Fiscal¨ªa desde el momento uno tom¨® algunas medidas muy buenas hacia m¨ª. Cada traslado que hac¨ªan conmigo era evitando prensa y todo tipo de situaci¨®n medi¨¢tica. La atenci¨®n fue muy buena, fueron muy atentos. Estaban en constante comunicaci¨®n, nos proveyeron todos los servicios: atenci¨®n a v¨ªctimas, psic¨®logos, traslados, servicios funerarios... Tambi¨¦n estamos muy agradecidos con la gente que ayud¨® a buscarlos¡±.
Lidiar con dos ausencias as¨ª, tan abruptas, puede jugarle a la cabeza malas pasadas. ¡°Me gusta acordarme de ellos como las ¨²ltimas veces que los vi: en familia, sonrientes. ?ltimamente, con las ceremonias que les han hecho te cambia la perspectiva. Ver c¨®mo la gente los ve¨ªa y los quer¨ªa, c¨®mo tocaban las vidas de los dem¨¢s, la luz que transmit¨ªan y las historias que estaban contando es muy bonito. Eran bastante queridos, la gente que les conoc¨ªa sabe perfectamente el tipo de personas tan buenas que eran mis hermanos. Me gustar¨ªa que fueran recordados por lo que eran: vitales para mi vida y la de mis pap¨¢s, para la gente que les rodeaba, para todos sus amigos cercanos¡±.
Andr¨¦s y Jorge Tirado se mudaron al 113 de la calle Medell¨ªn el pasado agosto para acompa?ar a sus t¨ªos, Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez y Mar¨ªa Margarita Ochoa. Los dos ancianos se hab¨ªan trasladado a la residencia despu¨¦s de la muerte de un hermano de Ochoa, el due?o original, mientras regulaban la herencia, ya que tras el fallecimiento del propietario, la casa qued¨® intestada ¡ªsin un sucesor claro¡ª. Blanca Hilda Abrego (64 a?os), una enfermera que desde 2004 se encargaba del hermano de Ochoa y conviv¨ªa con ¨¦l, trat¨® entonces de hacerse con la propiedad del inmueble con diferentes estrategias legales que no le funcionaron. ¡°[Mis t¨ªos] empezaron a tener problemas con la se?ora Blanca Hilda Abrego, as¨ª que decidieron que mis hermanos llegaran a vivir con ellos en agosto para estar al pendiente¡±, se lee en la declaraci¨®n de Daniel.
Durante meses, los hermanos Tirado y sus t¨ªos convivieron con Abrego y su familia ¡ªsu hija, Sally Mechaell Arenas (43 a?os), y dos nietos, Randy (23) y un ni?o de tres a?os¡ª, que permanecieron en la planta baja de la casa mientras se resolv¨ªa el proceso legal. Ochoa, Gonz¨¢lez y los hermanos resid¨ªan en la planta alta. En septiembre, Abrego, Mechaell Arenas y su pareja, Azuher Lara (37), empezaron a planear un golpe para quedarse con la propiedad del edificio: secuestrar a los cuatro y hacer que Ochoa firmara la sucesi¨®n del inmueble.
Del 16 al 18 de diciembre, torturaron a la mujer y asesinaron a los hombres. Para ello, contaron con al menos otros cuatro c¨®mplices, identificados como Jos¨¦ de Jes¨²s, Karla, Rebeca y Luis, aunque fuentes con conocimiento de la investigaci¨®n se?alan que pudo haber otros dos implicados que contin¨²an pr¨®fugos. El domingo 18, la polic¨ªa irrumpi¨® en Medell¨ªn 113 junto a un hijo de Ochoa, liber¨® a la mujer, a la que se encontr¨® amarrada a una silla de ruedas, y hall¨® los cuerpos de los hermanos y su t¨ªo. Abrego, Mechaell Arenas, Randy, Lara, Jos¨¦ de Jes¨²s, Rebeca, Karla y Luis se encuentran detenidos por el crimen y a la espera de juicio.
¡°Lamentablemente, de todos los asuntos de la casa me enter¨¦ dos d¨ªas antes de que pasara todo. Para m¨ª fue algo completamente nuevo en un transcurso de 48 horas. Mi mam¨¢ me cuenta un d¨ªa sobre asuntos legales de la casa y al d¨ªa siguiente estaba viajando a la ciudad¡±, explica Daniel. ¡°El 90% de las personas involucradas est¨¢n aprehendidas, se pueden considerar buenas noticias, del lado familiar se nos hizo bastante bueno. Aunque realmente no pienso mucho en el juicio, espero que se haga la justicia m¨¢xima de todas maneras. Es inaudito que hayan quitado tres vidas¡±.
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