Pas¨® 17 a?os en prisi¨®n preventiva en M¨¦xico. Ahora ha sido detenido de nuevo: as¨ª est¨¢ el caso de Daniel Garc¨ªa

Daniel Garc¨ªa ha vuelto este lunes al penal de Barrientos, en el Estado de M¨¦xico, donde pas¨® 17 a?os en prisi¨®n preventiva, el tiempo m¨¢s largo que un mexicano haya estado en la c¨¢rcel sin sentencia. Entonces, era el a?o 2002 y Garc¨ªa estaba acusado de ordenar el asesinato de la regidora Mar¨ªa de los ?ngeles Tam¨¦s. Su caso y el de Reyes Alp¨ªzar lleg¨® a la Corte Interamericana de Derechos Humanos por haber sido detenidos sin orden judicial, torturados y procesados con pruebas fabricadas. La resoluci¨®n est¨¢ a pocos d¨ªas de salir y todo apunta a que el Estado mexicano va a ser sancionado. En ese contexto, la Fiscal¨ªa del Estado de M¨¦xico ha vuelto a detener a Garc¨ªa, salt¨¢ndose la suspensi¨®n otorgada por un juez federal y el compromiso del pa¨ªs ante el tribunal internacional de que iban a permanecer en libertad. Su abogado, Sim¨®n Hern¨¢ndez, no tiene dudas: ¡°Es una represalia contra ¨¦l por haber llevado su caso a instancias internacionales¡±.

A las 13.00 horas, polic¨ªas ministeriales de la Fiscal¨ªa del Estado de M¨¦xico han ejecutado una orden de reaprehensi¨®n emitida por un juez penal de Tlalnepantla y han esposado al abogado Daniel Garc¨ªa. De ah¨ª lo han llevado al centro penitenciario de Barrientos. Su hija Denisse Aribel Garc¨ªa, quien estudi¨® Derecho para defender a su padre en el proceso anterior, lo ha grabado entrando serio en la c¨¢rcel. Hern¨¢ndez teme que vayan a colocar a Garc¨ªa en el ¨¢rea de la c¨¢rcel m¨¢s complicada, donde ya est¨¢n los condenados con sentencia firme. De momento, ya han notificado a la Corte Interamericana esta detenci¨®n, que califican de ¡°irregular¡±.

El proceso que vivieron Daniel Garc¨ªa y Reyes Alp¨ªzar se ha convertido en un ejemplo de las arbitrariedades judiciales que funcionan en M¨¦xico. Los dos hombres fueron acusados de participar en el homicidio de Mar¨ªa de los ?ngeles Tam¨¦s, en 2001. En una primera versi¨®n de los hechos, la Fiscal¨ªa acusaba a un hombre llamado Jaime Mart¨ªnez de ser el autor material, a Alp¨ªzar de haberlo acompa?ado y a Garc¨ªa de haberles pagado a ambos 300.000 pesos (unos 15.000 d¨®lares) por cometer el crimen. Cuando se comprob¨® que Mart¨ªnez estaba recluido en una c¨¢rcel de Hidalgo cuando se cometi¨® el asesinato, el Ministerio P¨²blico cambi¨® de teor¨ªa y acus¨® exclusivamente a Reyes Alp¨ªzar de haber disparado. Esta narrativa no contaba con pruebas, pero estaba sustentada en los escritos de una decena de presuntos testigos. Solo uno de ellos lleg¨® a presentarse en el juicio: asegur¨® que lo hab¨ªan golpeado para firmar ese documento.

Pese a la cadena de irregularidades, Garc¨ªa y Alp¨ªzar estuvieron presos m¨¢s de 17 a?os, sin haber recibido ninguna condena. Gracias a la presi¨®n del grupo de trabajo de la ONU y de la Comisi¨®n Interamericana de los Derechos Humanos, que dejaron acreditadas las torturas y las arbitrariedades en el proceso, los dos hombres salieron de la c¨¢rcel en 2019. Quedaron bajo prisi¨®n domiciliaria con un brazalete electr¨®nico, que les controla la ubicaci¨®n y les impide salir del Estado de M¨¦xico.

En mayo del a?o pasado, un tribunal del Estado de M¨¦xico conden¨® a los hombres a 37 a?os de prisi¨®n. Sus abogados apelaron y ese mismo tribunal absolvi¨® hace un par de semanas a Reyes Alp¨ªzar por falta de pruebas, pero refrend¨® la sentencia contra Daniel Garc¨ªa. ¡°No tiene justificaci¨®n porque no existe ning¨²n elemento probatorio, por eso se liber¨® a Reyes. Nosotros creemos que es una represalia contra Daniel por haber sido el principal vocero del caso, por haber acudido ante la corte, por exhibir la forma en la que viven las personas privadas de libertad en M¨¦xico. Hay un malestar de parte de las autoridades del Estado de M¨¦xico y esta es una nueva evidencia de las acciones totalmente arbitrarias del caso, utilizando la medida m¨¢s delicada, que es la privaci¨®n de libertad, que es el centro de este caso¡±, explica su abogado Sim¨®n Hern¨¢ndez.

El defensor explica que esta detenci¨®n comete tres infracciones: por un lado, un juez federal concedi¨® la semana pasada la suspensi¨®n provisional de cualquier acto de posible privacio?n de la libertad en el marco de un amparo indirecto. ¡°Se concede la medida cautelar, para el solo efecto de que las cosas se mantengan en el estado que actualmente guardan y los quejosos Daniel Garci?a Rodri?guez y Reyes Alpiza Ortiz no sean privados de su libertad, quedando a disposicio?n de este juzgado en cuanto a su libertad personal se refiere¡±, se?ala el documento federal. El juez notific¨® al juez penal. Adem¨¢s, en el caso de una orden de reaprehensi¨®n ¡ªespecifica Hern¨¢ndez¡ª ser¨ªa un juez de ejecuci¨®n quien deb¨ªa emitirla, como tampoco ha sido el caso.

Por ¨²ltimo, como la Corte Interamericana est¨¢ analizando el caso de Daniel y Reyes, su equipo legal solicit¨® al alto tribunal una medida provisional para que estos no fueran detenidos mientras se resolv¨ªa el proceso. El Estado mexicano rechaz¨® la necesidad de la medida y aleg¨®: ¡°No existe una probabilidad razonable de que la privacio?n de la liberta se materialice¡±, con base en que primero deb¨ªa resolverse el amparo directo. ¡°En definitiva, le mintieron a la Corte Interamericana¡±, incide Hern¨¢ndez. Por esa raz¨®n, el equipo legal de Garc¨ªa ya se ha puesto en contacto con el alto tribunal para solicitar que, ahora s¨ª, imponga esta medida provisional. Adem¨¢s, en el circuito mexicano se ha notificado al juez federal que se incumpli¨® la medida cautelar.

El caso de Daniel y Reyes ha puesto contra las cuerdas a una de las figuras estrellas del sistema judicial mexicano: la prisi¨®n preventiva oficiosa. Esta medida se impone de forma autom¨¢tica, sin que lo dictamine un juez, en un cat¨¢logo de 16 delitos que van desde el homicidio hasta el robo en una vivienda. Los acusados van directos a prisi¨®n sin tener una sentencia, solo por el mero hecho de haber sido imputados, aunque despu¨¦s se demuestre que son inocentes. La Constituci¨®n mexicana se?ala que solo pueden estar dos a?os bajo esta f¨®rmula, pero la realidad es que los procesos se alargan durante a?os. Garc¨ªa y Alp¨ªzar tienen hasta ahora el r¨¦cord con 17 a?os sin condena. Si la Corte Interamericana da la raz¨®n a los dos hombres en su proceso, el alto tribunal podr¨ªa obligar a M¨¦xico a modificar la Constituci¨®n para eliminar esta pol¨¦mica figura, considerada por los tratados internacionales como ¡°inconvencional¡±.

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