Viangly Infante, el rostro del incendio en Ciudad Ju¨¢rez: ¡°Los hombres encerrados gritaban y daban patadas a las paredes¡±
La venezolana, de 31 a?os, puso cara a la tragedia, que ha dejado 39 fallecidos en un centro del Instituto Nacional de Migraci¨®n de M¨¦xico, cuando se aferr¨® a la ambulancia que se llevaba a su esposo intoxicado. El hombre es uno de los heridos
Con una coleta desecha y un forro polar rojo, una mujer desesperada se aferra a una ambulancia, la golpea con los pu?os, chilla, ara?a la ventana. Dentro est¨¢ su esposo, uno de los heridos en el brutal incendio del lunes por la noche en un centro del Instituto Nacional de Migraci¨®n (Inami) en Ciudad Ju¨¢rez. Su foto sali¨® al d¨ªa siguiente en las portadas de los peri¨®dicos, en los noticieros de fuera y dentro de M¨¦xico: era el rostro de una tragedia. Al menos 39 hombres muertos y 27 heridos, la mayor¨ªa en estado grave, asfixiados dentro de una celda de detenci¨®n de la que nadie los sac¨® a tiempo. Ahora, a unos metros de donde sucedi¨® el fuego, Viangly Infante dice que esta no era la manera de hacerse famosa, que su marido est¨¢ fuera de peligro y que ella ya respira mucho m¨¢s tranquila, pero aun as¨ª pregunta lo que todos gritan: ¡°Ten¨ªan la oportunidad de abrirles la reja y no lo hicieron, ?por qu¨¦ no lo hicieron?¡±.
Infante es de Venezuela, sali¨® de La Guaira, en el norte del pa¨ªs, el 6 de octubre. Con 31 a?os se convirti¨® en una m¨¢s de los siete millones de venezolanos que han dejado su pa¨ªs. Lo hizo acompa?ada de sus tres hijos ¡ªdos chicos de 12 y 13 a?os, y una ni?a de uno¡ª y de su pareja, Eduard Carballo, de 26 a?os, tambi¨¦n venezolano. Juntos atravesaron la selva del Dari¨¦n, en Colombia, y toda Centroam¨¦rica, hasta entrar el 1 de noviembre en Tapachula, el polo sur de la migraci¨®n en M¨¦xico. El pa¨ªs no es f¨¢cil, pero lo cruzaron entero. Saltaron al lado estadounidense desde Piedras Negras, la localidad de Coahuila que se funde con Eagle Pass, en EE UU. De ah¨ª los deportaron el 22 de diciembre bajo el pol¨¦mico T¨ªtulo 42, una vieja directiva que fue resucitada por el Gobierno de Donald Trump para poder expulsar a M¨¦xico a los migrantes sin papeles, y que Joe Biden todav¨ªa no ha retirado. Con el mismo recorrido que miles a sus espaldas, la familia recal¨® en Ciudad Ju¨¢rez, consiguieron trabajo, consiguieron permiso para residir y tambi¨¦n una nueva cita, para ya de forma legal, regresar a EE UU. Hasta que en medio se interpuso el humo.
Las autoridades migratorias de Ju¨¢rez iniciaron el lunes una feroz redada con tent¨¢culos en toda la ciudad fronteriza. Se llevaron a decenas de migrantes que estaban en un establecimiento de la cadena Oxxo, en un hospital, en una acera, cerca del muro o, como Carballo, simplemente recorriendo las calles juarenses. ¡°?l hab¨ªa salido a buscar remedios para la ni?a porque tiene convulsiones¡±, explica Viangly Infante. Alrededor de las 14.00 horas recibi¨® una llamada de su esposo: estaba detenido en el centro del Inami que est¨¢ entre los dos puentes principales que unen Ju¨¢rez con El Paso. ¡°No le hab¨ªan dejado abrir su Gmail donde ¨¦l ten¨ªa sus papeles, as¨ª que me dice que suba yo para mostrar el f¨ªsico y demostrar que nosotros somos un n¨²cleo familiar y que estamos legales ac¨¢¡±, se?ala. ¡°Llegu¨¦ con mis tres hijos y me dejaron esperando todo el d¨ªa y nunca me lo soltaron, me dijeron solo ¡®s¨ª, ahorita¡¯. Hasta las 21.30 que comenz¨® el incendio¡±.
¡°Ellos se est¨¢n quemando¡±
Infante y sus hijos estaban instalados en el ¨¢rea de las familias, que est¨¢ situada bajo unas carpas blancas a un costado del centro de detenci¨®n. Los escuch¨® primero a ellos, a los 68 hombres encerrados en una celda de paredes altas y barrotes blancos: ¡°Ellos gritaban, le daban golpes a las paredes. Empez¨® a salir humo. Estaba por todos lados: en las oficinas, en el ba?o. Todo¡±. Fue el humo lo que asust¨® al personal de migraci¨®n que estaba resguardando a las 15 mujeres y los ni?os. Decidieron sacarlas afuera. ¡°Yo pregunto que qu¨¦ pasa, que por qu¨¦ no salen los hombres, por qu¨¦ no les abren la cerca, la puerta, a los hombres, y todo lo que me supieron decir fue: ¡®Ellos se est¨¢n quemando¡±, describe.
¡°Yo me desesper¨¦ mucho y les empec¨¦ a gritar. Me sacaron entonces a la calle y ac¨¢ me dejaron. Me acerqu¨¦ mucho a la reja y vi c¨®mo estaban sacando los cuerpos muertos, pero no ve¨ªa a mi esposo¡±, contin¨²a. ¡°Me desesper¨¦, me par¨¦ del otro lado y me asom¨¦ a la ambulancia y vi que estaba dentro, que lo estaban reanimando. Fue cuando entr¨¦ en angustia, depresi¨®n, me puse a pegar gritos para ver si ¨¦l me escuchaba, hasta que reaccion¨® y se pudo sentar. Despu¨¦s intentaron amarrarlo y yo volv¨ª a gritar y ah¨ª ya se lo llevaron¡±.
Esa misma noche, Infante ¡ªque en algunas im¨¢genes se ve c¨®mo lleva colgada a su beb¨¦ enferma del hombro¡ª lleg¨® a verlo al hospital. Estaba asfixiado y hab¨ªa sufrido intoxicaci¨®n en ojos, nariz, boca y garganta. En estas 48 horas ha mejorado, pero sigue con la garganta tan irritada que apenas ha podido hablarle a ella del ¡°trauma de lo que vivi¨® all¨¢ dentro¡±.
?C¨®mo sobrevivi¨® Eduard Carballo y no otros? Su esposa no tiene respuestas, solo sabe que ¨¦l estaba con la ropa completamente mojada cuando sali¨® del centro de detenci¨®n: ¡°?l dice que se encerr¨® en el ba?o para poder salvarse¡±. El joven venezolano es uno de los heridos leves, hay 16 que se encuentran en estado cr¨ªtico, muchos est¨¢n quemados. ¡°Estuvieron 15 minutos adentro con el fuego hasta que vinieron los bomberos. Los bomberos los sacaron¡±, apunta Viangly Infante.
El incendio comenz¨® dentro de la celda de los migrantes. El Gobierno mexicano apunta a que ellos lo iniciaron, quemando unas colchonetas, como protesta porque iban a ser deportados. La Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica, que ha asumido la investigaci¨®n, se inclina por la versi¨®n de que consiguieron la chispa pelando los cables de una c¨¢mara, pero todav¨ªa no se ha confirmado. S¨ª ha quedado claro que nadie les abri¨® la celda en la que estaban enjaulados con las llamas. Las im¨¢genes de una c¨¢mara del centro muestran c¨®mo, al menos, tres servidores p¨²blicos abandonan la sala donde estaban los 68 hombres mientras crec¨ªa el humo, sin atender a las patadas o a las llamadas de las v¨ªctimas.
As¨ª lo ha afirmado tambi¨¦n la secretaria de Seguridad P¨²blica de M¨¦xico, Rosa Icela Rodr¨ªguez: ¡°Se inici¨® el incendio y ninguno de los servidores ni de los polic¨ªas privados realizaron alguna acci¨®n para abrir la puerta a los migrantes que estaban con el fuego. No fueron capaces de abrir una reja¡±. La secretaria ha dicho tambi¨¦n que ya se ha identificado por su probable responsabilidad de lo ocurrido a tres funcionarios ¡ªdos federales y uno estatal¡ª, cinco vigilantes privados y un migrante. Hoy se iban a solicitar cuatro ¨®rdenes de captura. Los delitos investigados, de momento, por la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica ¡ªencargada del caso¡ª son homicidio y da?o a la propiedad ajena.
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