Encerrados y carbonizados: la muerte de decenas de migrantes en M¨¦xico revela la crudeza de la crisis migratoria en Estados Unidos
Un incendio en una instalaci¨®n del Gobierno en Ciudad Ju¨¢rez deja 39 muertos y 27 heridos. Las autoridades dicen que los migrantes lo provocaron
La muerte de decenas de migrantes este lunes en Ciudad Ju¨¢rez, en el l¨ªmite de M¨¦xico con Estados Unidos, profundiza la crisis en la frontera. Saturada desde hace a?os, el incendio en un centro de detenci¨®n del Instituto Nacional de Migraci¨®n (Inami), dependiente del Gobierno federal, ha elevado el horror de las penalidades habituales de la traves¨ªa a un nuevo nivel. Las autoridades contaban el martes por la tarde 38 muertos y decenas de heridos, todos hombres, la peor tragedia que se recuerde en una instalaci¨®n gubernamental. Las dudas sobre la actuaci¨®n de sus responsables marcan lo ocurrido. En un v¨ªdeo que empez¨® a circular el martes se ve a guardas del centro dejando a los migrantes encerrados, mientras las llamas y el humo se tragan la imagen.
El terror que sugiere el v¨ªdeo, la desesperaci¨®n y la muerte que adelanta, chocan con las primeras reacciones del Gobierno mexicano, que encabeza Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Este martes, el presidente se?alaba que los migrantes se enteraron de que iban a ser deportados, cuando estaban en el centro de detenci¨®n. Parte de los 68 que estaban en el centro hab¨ªan sido detenidos la tarde anterior en la ciudad. Otros volv¨ªan deportados de Estados Unidos, seg¨²n informaron medios locales: ¡°Como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego¡±, dijo el mandatario.
Lo anterior no explica por qu¨¦ estaban encerrados en celdas, o por qu¨¦ los vigilantes no abrieron cuando vieron el fuego. Por qu¨¦ parece que se van. Adem¨¢s, deja fuera otras posibles explicaciones, apuntadas en algunos medios desde el martes de madrugada: el hambre de los migrantes, la sed¡ Organizaciones internacionales han levantado la voz estos d¨ªas, empezando por Naciones Unidas, que ha exigido una investigaci¨®n ¡°exhaustiva¡± de lo ocurrido. Otras han sido m¨¢s cr¨ªticas, caso de Refugees International. Rachel Schmidtke, su abogada senior para la regi¨®n, ha dicho: ¡°El Inami tiene una larga historia de abusos hacia los migrantes en M¨¦xico, y una mayor rendici¨®n de cuentas por esos abusos podr¨ªa haber evitado esta tragedia¡±.
Am¨¦rica Latina vive m¨²ltiples crisis migratorias, alimentadas por la violencia, el hambre, la falta de oportunidades, el cambio clim¨¢tico¡ En los ¨²ltimos cinco a?os, cientos de miles de ciudadanos de Venezuela, Hait¨ª, Nicaragua, Honduras o Guatemala, por citar unos pocos, han cruzado selvas y desiertos para tratar de llegar a Estados Unidos o Canad¨¢. No ha sido f¨¢cil. Muchos han encontrado la muerte en el camino, por la misma violencia de las mafias o por la log¨ªstica criminal de traficantes y transportistas. Ahora, tambi¨¦n, el Estado aparece como facilitador de su desgracia.
No es nada nuevo. Los ¨²ltimos dos presidentes de EE UU, Donald Trump y Joe Biden, han confiado a M¨¦xico parte de su pol¨ªtica migratoria, consistente en detener a los que llegan antes de que toquen a su puerta. M¨¦xico ha aceptado. En los ¨²ltimos dos a?os, el pa¨ªs ha registrado n¨²meros r¨¦cord de detenciones de migrantes de manera consecutiva. En 2021 fueron 228.115. En 2022 se registraron 444.439. Al norte del r¨ªo Bravo, el Gobierno ha ido cerrando rutas a los migrantes, incluso las de asilo pol¨ªtico o humanitario, bajo candado todav¨ªa gracias a una directiva sanitaria recuperada por Trump en tiempos de la pandemia de covid-19, el t¨ªtulo 42, que Biden conserva.
En M¨¦xico, las cosas han cambiado mucho en pocos a?os. El presidente L¨®pez Obrador lleg¨® al cargo en diciembre de 2018 con un discurso humanista, transversal, que pronto choc¨® con las amenazas de Trump de construir un muro en la frontera. Una barrera que, dijo, pagar¨ªan los mexicanos. La batalla ret¨®rica fue por un lado y la realidad, por otro. L¨®pez Obrador dijo que nadie en M¨¦xico pagar¨ªa ning¨²n muro, pero en la pr¨¢ctica convirti¨® al Inami en barrera, apoyado en la corporaci¨®n de seguridad nacida bajo su mandato, la Guardia Nacional.
La multiplicidad del Inami en tareas de seguimiento y persecuci¨®n a migrantes, solos o en caravana, no ha detenido el flujo. Lo ha ocultado, mand¨¢ndolo a¨²n m¨¢s al margen. As¨ª, las tragedias se han sucedido. En diciembre de 2021, un tr¨¢iler lleno de migrantes choc¨® en Chiapas, en el sur de M¨¦xico, dejando un saldo terrible: 54 muertos y m¨¢s de 100 heridos. Antes, en febrero, una caravana de migrantes que se mov¨ªa a salto de mata en Tamaulipas, en el noreste, top¨® con un grupo de polic¨ªas que, por un motivo a¨²n sin aclarar, les acribillaron. Luego prendieron fuego a sus cuerpos. Eran 17.
Pero todo lo anterior no se compara con lo que ha ocurrido en Ciudad Ju¨¢rez, porque all¨ª, los migrantes estaban a cargo del Estado mexicano. El Inami, que depende nominalmente de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, gestiona la estaci¨®n migratoria del Puente Internacional Stanton-Lerdo, a menos de un kil¨®metro de EE UU. Sus agentes est¨¢n a cargo de las instalaciones y de quienes est¨¢n dentro. Hasta ahora, el instituto ha dicho que colaborar¨¢ con la investigaci¨®n, a cargo de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR).
Est¨¢ por ver qu¨¦ actitud adopta el Gobierno, si trata el asunto como un error puntual, protocolos no seguidos por agentes concretos, o apunta al sistema. Este martes por la noche, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, ha dado alguna pista de lo que podr¨ªa seguir. En un tuit, el alto funcionario ha dicho que ¡°los responsables directos de los hechos han sido presentados ante la FGR¡±, sin dar m¨¢s detalles. A la vez, algunos medios cercanos al Gobierno han informado de avances en los trabajos de la Fiscal¨ªa, que insisten en la responsabilidad de los migrantes en el incendio.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.