Los tropiezos de Claudio X. Gonz¨¢lez
El empresario m¨¢s visible de la alianza opositora se ha transformado en un personaje peligrosamente similar a L¨®pez Obrador
Para el obradorismo, Claudio X. Gonz¨¢lez es el villano del momento. En la ¨²ltima d¨¦cada, el empresario y activista ha pasado de dise?ar la muy criticada reforma educativa de Pe?a Nieto, a convertirse en el zar del amparo estrat¨¦gico y una de las caras m¨¢s visibles de la oposici¨®n. En esta ¨²ltima etapa es en la que ha sido menos exitoso.
Su intento por hacer pol¨ªtica, sin ser pol¨ªtico, ha culminado en la construcci¨®n de una alianza que no termina de cuajar. La alianza Va por M¨¦xico pierde el 87% de las veces que compite y tiene la ingrata tarea de tratar de convencer al votante de darle una nueva oportunidad al infame PRI. ¡°Valen 18 puntos, amigas y amigos¡± se justifica Claudio, ¡°si no los mantenemos en la coalici¨®n, ?se van a ir a Morena!¡±
Votar por el PRI, para Claudio, es un mal necesario. Una amarga p¨ªldora que hay que tomar porque L¨®pez Obrador es una amenaza. El presidente ¡ªcree Claudio¡ª quiere quedarse en el poder a la mala, terminar con el libre comercio, volver a la gente dependiente de d¨¢divas y convertir a M¨¦xico en Venezuela, Nicaragua o Cuba.
El problema es que nadie cree lo que cree Claudio. Todos tienen otros datos. El PRI es percibido como siete veces m¨¢s corrupto que Morena, el 65% de la poblaci¨®n quiere que el pr¨®ximo gobierno le d¨¦ continuidad al proyecto de L¨®pez Obrador y solo el 9% considera que votar¨ªa por cualquiera que pudiera derrotar a Morena.
La gente no cree que L¨®pez Obrador sea una amenaza, ni que vaya a destruir la econom¨ªa. Por el contrario, la confianza en el Gobierno federal y la satisfacci¨®n con la democracia se ha duplicado, y la percepci¨®n de que el Gobierno es limpio o poco corrupto se ha triplicado. Incre¨ªblemente, el doble de mexicanos creen que la distribuci¨®n de la riqueza en M¨¦xico es justa, aun si la desigualdad se ha mantenido casi sin cambio.
M¨¢s all¨¢ del desatino del mensaje, el problema m¨¢s severo de Claudio es que es muy nuevo haciendo pol¨ªtica, pero demasiado experimentado siendo el jefe. Y como tal, est¨¢ convencido de que ¨¦l y sus aliados ciudadanos deben comandar a los partidos pol¨ªticos de la alianza. ¡°No vamos a esperar a que los partidos pol¨ªticos nos digan, oye, yo pienso esto, yo pienso lo otro, yo sugiero, ?no!¡±, dice Claudio de tajo, ¡°nosotros tenemos el programa, nosotros les vamos a pedir a ustedes [los partidos] que lo adopten¡±.
Por supuesto, Claudio est¨¢ convencido de que las dirigencias partidistas deben obedecerle a ¨¦l en calidad de ¡°ciudadano¡±. El problema es que la calidad de ¡°ciudadano¡± es un concepto convenientemente et¨¦reo e impalpable. En t¨¦rminos pr¨¢cticos, en el d¨ªa a d¨ªa, lo que eso significa es que los partidos deben obedecer al equipo de Claudio, sus consultores, organizaciones, amigos, encuestas y empresarios afines. No hacerlo es ser corrupto y es estar en contra del cambio verdadero.
Ir¨®nicamente, la postura de Claudio es bastante similar a la de L¨®pez Obrador. Claudio es un populista, pero no se ha dado cuenta. Igual que el presidente, Claudio desprecia las instituciones de representaci¨®n democr¨¢tica (en este caso, los partidos pol¨ªticos), plantea una lucha de ¡°ellos contra nosotros¡± y estima que nadie es mejor que ¨¦l, y sus aliados ciudadanos, para cristalizar una plataforma que represente los deseos del mexicano.
Por todo lo anterior, Claudio con frecuencia queda contra la pared. Necesita de la experiencia, militancia y control del territorio que le dan los partidos, pero no entretiene considerarlos sus pares. Tampoco est¨¢ dispuesto a hacer el trabajo, que todos los dirigentes partidistas han hecho, de militar y ascender carism¨¢ticamente en la estructura del partido hasta ser l¨ªder. Claudio, como muchos millonarios, no tiene ni tiempo, ni paciencia para curtirse. Claudio nom¨¢s entra por la puerta grande, organiza cenas y reuniones.
As¨ª, en corto, los partidos ven a Claudio como el comandante de un golpe suave. El hombre que organiza una adquisici¨®n hostil para quedarse con un poder que no cultiv¨®. Y para otorg¨¢rselo, narrativamente a la ciudadan¨ªa, pero de facto, al pu?ado de organizaciones, ciudadanos, periodistas, empresarios, publirrelacionistas y aliados que supuestamente tienen muy buenas intenciones, pero que, en realidad, no se responden m¨¢s que a s¨ª mismos. Claudio quiere hacer pol¨ªtica pretendiendo que no la hace.
Lo m¨¢s preocupante de todo es que los datos que Claudio utiliza para presentar su caso de victoria son bastante cuestionables. Seg¨²n Gonz¨¢lez, el problema es que los pobres y personas de bajo nivel educativo votan m¨¢s que el resto. Si la participaci¨®n de las clases medias y personas con licenciatura aumentara, Morena perder¨ªa.
El dato hace agua cuando consideramos que en M¨¦xico solo el 22% de la poblaci¨®n tiene licenciatura (o m¨¢s) y solo el 17% de la poblaci¨®n es clase media o alta. Los n¨²meros no dan. Salvo Ciudad de M¨¦xico, Monterrey y un pu?ado de centros urbanos donde se concentran, las clases medias no pueden ganar elecciones por el simple hecho de que son una minor¨ªa.
Claudio no lo ve porque se ha rodeado de asesores que le han hecho cuentas alegres. Por ejemplo, Claudio con frecuencia dice que la Alianza gan¨® m¨¢s votos en 2021 que Morena. El dato no es real. Se basa en contar a Movimiento Ciudadano como parte de la Alianza, algo que no sucedi¨®. Claudio tambi¨¦n dice que la oposici¨®n es m¨¢s grande que Morena, lo cual solamente es cierto si se asume que todos los opositores se al¨ªan y al hacerlo sus votos quedan ¨ªntegros. Como se mostr¨® en la elecci¨®n estatal de Sonora y se est¨¢ mostrando la del Estado de M¨¦xico, no es el caso. Las alianzas dejan inconformes que cambian su voto o dejan de votar.
Finalmente, tampoco es cierto que la participaci¨®n aumente el voto de los partidos opositores. Con excepci¨®n de la Ciudad de M¨¦xico y de algunos bastiones del PAN, cuando la participaci¨®n electoral aumenta, el voto hacia Morena aumenta con ella. Si t¨² levantas una piedra, no salen votantes del PRI-PAN, como asume Claudio, salen morenistas.
Creo que hay muchas cosas que reconocerle a Claudio, entre ellas su valent¨ªa, tenacidad y aplomo. Difiero con el obradorismo en la percepci¨®n de que Claudio es un villano. Conozco a Claudio y me parece un hombre inteligente, leg¨ªtimamente bienintencionado, pero ideol¨®gicamente errado. Claudio, m¨¢s que un villano, es el resultado de su tiempo y circunstancias. Heredero, millonario, educado para influir en el poder.
Es normal que haya puntos ciegos en quienes nacieron poderosos. El problema es cuando no se dan a la tarea de quit¨¢rselos. O cuando quieren comandar al pa¨ªs desde muy arriba.
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