Gustavo Cordera, exvocalista de Bersuit Vergarabat: ¡°Muestro mis heridas en las canciones y sano comparti¨¦ndolas¡±
El m¨²sico, de gira por M¨¦xico en los ¨²ltimos d¨ªas de abril, habla con EL PA?S sobre la ¡®muerte¡¯ de su ¡®personaje¡¯ que lideraba la banda argentina, de la cancelaci¨®n que vivi¨® por una declaraci¨®n sobre las violaciones y de su resurgimiento art¨ªstico
La m¨²sica de Gustavo Cordera (Avellaneda, 61 a?os) se ha transformado en catarsis sobre s¨ª mismo. Quedaron atr¨¢s los a?os con Bersuit Vergarabat, los tiempos de ¡°fiesta, desmadre y locura sin parar¡±. Ha muerto el ¡°personaje¡± que se cre¨ªa ¡°el salvador, el heroico, el pastor de izquierda progresista¡±. Ahora lo impulsa la resiliencia y el trabajo. Su andar es como solista y se acompa?a de un grupo de m¨²sicos del que forma parte su esposa, Estela C¨¦spedes, en los coros. En los ¨²ltimos a?os se ha concentrado en su propio resurgimiento despu¨¦s de vivir una cancelaci¨®n social por una declaraci¨®n que dio en 2016 sobre las violaciones contra mujeres, por la que fue procesado en Argentina, acusado de ¡°apolog¨ªa del delito e incitaci¨®n a la violencia¡±. Cuatro a?os m¨¢s tarde, en 2020, el caso fue sobrese¨ªdo.
Su carrera, que par¨® en seco a partir del esc¨¢ndalo y le llev¨® a echar atr¨¢s cuarenta conciertos en Argentina, Chile, M¨¦xico y Uruguay, retoma el vuelo con un halo m¨¢s introspectivo. Ha dejado de personificar a otros para exudar su propia historia. As¨ª, se le puede ver con la cabeza vendada en uno de sus actos, al final del documental La f¨¢bula del escorpi¨®n, recitando, interpretando su dolor y entonando mientras se desvenda: ¡°Templo la espada en las calderas del amor y vuelvo a combatir. Aqu¨ª estoy¡±. Su canci¨®n ?C¨®mo enfrentar el miedo? La m¨²sica como v¨ªa de sanaci¨®n. ¡°Amo mis heridas y ?sab¨¦s c¨®mo sano? Comparti¨¦ndolas¡±, afirma.
Su creaci¨®n m¨¢s reciente es Libres, una trilog¨ªa conformada por los EP Cuerpo ¡ªmuy bailable¡ª, Mente ¡ªmuy rockero¡ª y Esp¨ªritu, que lanzar¨¢ pr¨®ximamente. Con ese ¨¢lbum y su repertorio personal, que incluye algunas canciones de Bersuit ¡ªla banda que dej¨® en 2009 tras 21 a?os de trayectoria¡ª, ha estado de gira por seis ciudades en M¨¦xico durante los ¨²ltimos d¨ªas de abril: Toluca, Guadalajara, Texcoco, Puebla, Ciudad de M¨¦xico y Ciudad Ju¨¢rez, y en octubre se presentar¨¢ en Espa?a: Valencia, M¨¢laga, Sevilla, Madrid y Barcelona.
Gustavo Cordera vive el presente, el aqu¨ª y el ahora. Su mirada es la misma que conocieron al menos dos generaciones de Latinoam¨¦rica entre finales de los noventa y principios de la d¨¦cada de 2000, la del Pelado de la Bersuit, directa, con los ojos bien abiertos. Camina sonriente en la avenida Cuauht¨¦moc de Ciudad de M¨¦xico despu¨¦s de hacerle la pl¨¢tica a un empleado del hotel donde se hospeda. Su trayecto termina en la mesa exterior de una cafeter¨ªa de barrio donde beber¨¢ caf¨¦ con leche de almendras y comer¨¢ un pan dulce. Sentado en ese lugar comprar¨¢ una penca de pl¨¢tanos dominicos a una vendedora y un billete de loter¨ªa a otro vendedor. Vestido con camiseta, shorts y tenis ¡ªzapatillas¡ª negros, tambi¨¦n recibir¨¢ ah¨ª a EL PA?S una tarde de abril.
Pregunta. ?Un viaje a Brasil le cambi¨® la vida?
Respuesta. En el 82, mi primer viaje a Brasil. Me di cuenta que yo viv¨ªa en una sociedad muy reprimida. Nosotros ven¨ªamos, como cultura, de un gobierno militar donde el cuerpo era un tab¨², donde la sexualidad era un tab¨² y cuando llegu¨¦ a Brasil me encontr¨¦ con mucha desnudez, mucho contacto, mucha sexualidad, y a esa edad ¡ªyo ten¨ªa 23 a?os¡ª eso signific¨® para m¨ª una revelaci¨®n. En ese momento sent¨ªa que yo pod¨ªa llevar esa alegr¨ªa a mi tierra, quer¨ªa llevar la alegr¨ªa de Brasil a mi tierra, en m¨ª la quer¨ªa llevar.
P. ?Decidi¨® ser m¨²sico?
R. No fue una decisi¨®n. La mayor¨ªa de las cosas que pasaron en mi vida me encontraron a m¨ª, me sedujeron, hasta el hecho de hacer una canci¨®n. Yo hago una canci¨®n por una necesidad a los siete a?os, es una punci¨®n que me sali¨® como consuelo de la muerte de una canaria que yo ten¨ªa, Amarillita. No pod¨ªa explicar lo que me estaba pasando, lo que me suced¨ªa y le escrib¨ª una canci¨®n y se la puse en su entierro. Eso para m¨ª fue liberador. Yo sent¨ªa el poder de consuelo y de sanaci¨®n que produce una canci¨®n. Desde entonces cada vez que me aflig¨ªa, cada vez que algo me produc¨ªa un desequilibro, un sufrimiento, una injusticia, siempre hice una canci¨®n para equilibrarme, para repararme.
P. ?C¨®mo se lleva con el Pelado de la Bersuit que era irreverente y llenaba estadios?
R. Muy bien. Agradecido por haberme experimentado en ese lugar, haber sentido esa energ¨ªa atravesar mi cuerpo, haber vivido esa intensidad, esa desfachatez, esa libertad. Muy contento.
P. ?Cu¨¢l fue la urgencia m¨¢s primaria que le llev¨® a dejar la banda?
R. Salir, salir de ese lugar. Escapar. En ese momento era una trampa mortal para m¨ª porque hab¨ªa finalizado el viaje para m¨ª, mi viaje personal hacia el ¨¦xito, hacia la consagraci¨®n, y me hab¨ªa dado cuenta que, si bien ten¨ªa un ¨¦xito social muy grande y hab¨ªa llegado muy lejos, interiormente estaba triste, no me hac¨ªa feliz sostener esa historia, que ya no era necesario, que era momento de soltarla, escaparme, irme de Buenos Aires, irme de Bersuit, irme de ese lugar. Lo hab¨ªa vivido intensamente, pero sab¨ªa que si segu¨ªa en ese lugar me iba a morir. Lo sent¨ªa perfectamente en mi cuerpo.
Yo invitar¨ªa a cualquier ser humano a vivir un fin de semana solamente con la Bersuit y no pod¨¦s ni imaginar que est¨¦ vivo. Era una locura; fiesta, fiesta, desmadre, locura sin parar. Recuerda t¨² lo que eran esos shows. T¨² te ibas a tu casa a dormir, ibas a trabajar en la semana, y yo continuaba con las fiestas en otras partes del mundo, casi todos los d¨ªas.
P. El Gustavo Cordera despu¨¦s de la Bersuit, ?hace un desdoblamiento hacia el interior, hacia s¨ª mismo?
R. S¨ª. Fue otra b¨²squeda, otro camino. Antes miraba el afuera y lo describ¨ªa. Cuando comenc¨¦ la carrera de solista empec¨¦ a mirarme hacia dentro como descripciones. Empec¨¦ a escribir desde m¨ª, las letras eran en primera persona. Soy lo que siento, lo que me pasa. Este es mi templo, esta es mi casa ¡ªse se?ala a s¨ª mismo¡ª. Ves Murguita del sur, Amores perros [Perro amor explota, grabada para la banda sonora de la pel¨ªcula de Alejandro G. In¨¢rritu], El gordo motoneta, cualquier canci¨®n, hablan del personaje, que podr¨ªa ser yo, pero hablan de personajes. Se pintaban desde otro lugar. A partir de hacerme solista las letras empiezan a tener otro car¨¢cter, empiezan a ser contadas desde las experiencias personales.
P. En ese nuevo viaje, en 2016 se estrella con un episodio de cancelaci¨®n. ?C¨®mo se levant¨®?
R. Dej¨¢ndome morir, no ofreciendo ning¨²n tipo de resistencia. El personaje muere, lo que no significa que haya muerto yo como ser, y con mucha resiliencia y mucho trabajo, no solamente personal sino tambi¨¦n en equipo, fuimos reconstruyendo los pedazos de lo que hab¨ªa desde otro lugar y much¨ªsimo m¨¢s libre, porque al morir el personaje que estaba sostenido socialmente yo ya no tuve m¨¢s que conciliar con nadie, ni siquiera complacer a nadie ni nada. Me cre¨¦ realmente libre, me liber¨¦.
P. ?No hab¨ªa muerto el personaje cuando dej¨® la Bersuit?
R. Todav¨ªa el personaje continuaba. El salvador, el heroico, el pastor de izquierda progresista, el que alza las armas contra el sistema muere.
P. ?Es un rockero resiliente?
R. Por supuesto que s¨ª. Mi planeta es Quir¨®n, que es el planeta de la resiliencia. ?Y c¨®mo es mi resiliencia? Tengo mi herida, la muestro, vos me ves lastimado porque me expreso en cada una de mis canciones, en ning¨²n momento niego mi herida ni mi dolor, pero ?sabes qu¨¦? Cuando yo lo comparto con vos, vos empez¨¢s el proceso de sanaci¨®n y yo el m¨ªo, en un evento transpersonal donde la autoridad que a m¨ª me da mi herida y mi fragilidad ante vos hace que vos puedas conectar con la obra, y eso es la resiliencia. No soy un gur¨² que super¨® la enfermedad y que est¨¢ sanado y entonces te hablo desde un pedestal y te digo a vos c¨®mo te ten¨¦s que sanar. Soy una persona que est¨¢ herida y te muestro mis heridas en las canciones, amo mis heridas y ?sab¨¦s c¨®mo sano? Comparti¨¦ndolas con vos, y vos san¨¢s ?sabes c¨®mo? Comparti¨¦ndolas conmigo. Para eso est¨¢ la resiliencia, para eso est¨¢ el arte.
P. Ha estado trabajando en la trilog¨ªa ¡®Libres¡¯: Cuerpo, Mente y Esp¨ªritu.
R. Pensamos despu¨¦s de hacer Entre las cuerdas, un disco que de alguna manera pint¨® un poco el comportamiento social de lo que es la cancelaci¨®n, de lo que fue el pensamiento ¨²nico obligatorio, la llegada del feminismo extremista con todo lo que ello signific¨® el desprecio al hombre, el desprecio al ni?o, toda la programaci¨®n de odio que se gener¨® en la sociedad, de alguna manera a m¨ª me invit¨® a poder ponerlo en letras y poner en m¨²sica todo lo que vivimos en esos tiempos, todo ese odio, toda esa ley de atracci¨®n que produc¨ªa el condenarte a ti, el tratar de lastimarte, la no comprensi¨®n, la empat¨ªa programada, la empat¨ªa ideol¨®gica, no la empat¨ªa real de coraz¨®n a coraz¨®n. Toda esa programaci¨®n se cuenta en canciones como Ya no quiero castigo, Un abuso, Ese mundo, Lo verdadero, inclusive Devoluci¨®n, que es un alegato punk contra esos colectivos¡ dieron el lugar para que venga despu¨¦s ¡®Libres¡¯, que es un disco mucho m¨¢s lum¨ªnico, m¨¢s amoroso, que tiene que ver un poco con celebrar el cuerpo, celebrar la libertad de expresi¨®n, celebrar la abundancia.
Una canci¨®n como El baile del error puso consciente la programaci¨®n de la escasez y de la pobreza, del estado de miedo, b¨¦lico, este lugar de retracci¨®n en el que estamos los seres humanos, donde no podemos tocar porque nos indigna, no nos podemos mirar porque nos hace da?o. Todas estas cosas que fueron desnaturaliz¨¢ndonos para culturizarnos. Lo que tiene este disco [¡®Libres¡¯] es sangre, cuerpo, amor, abrazos, baile, conciencia, esp¨ªritu animal, la vuelta a la naturaleza y de alguna manera liberarnos de esa degradaci¨®n cultural, desde mi punto de vista, y esto lo digo desde mi sentir, desde mi libertad de expresi¨®n. No quiero que nadie, absolutamente nadie, piense como yo. Simplemente que [la gente] se inspire al ver a un tipo libre diciendo lo que siente, lo que piensa.
P. ?Qu¨¦ significa para usted M¨¦xico?
R. Estoy ac¨¢ sentado en la esquina, el clima es hermoso, viendo a toda la gente en la calle, viviendo, conexi¨®n, vibra, la calle vibra. Es tel¨²rico, es un pa¨ªs tel¨²rico, en constante movimiento ¡ªuna noche antes se hab¨ªa sentido un temblor de magnitud 5,8 en la capital mexicana¡ª. En todas las esquinas se siente esa vibraci¨®n. Hay mucho esp¨ªritu, en tu sangre hay chamanes, hay curanderos, hay sanadores. Est¨¢ el recuerdo de la humanidad en este lugar. Todas estas comidas que hay, la cantidad de variedad de comidas habla de diversidad, de un pueblo que todav¨ªa no han podido invadirlo culturalmente. Es un pueblo que se ha sublevado a la hegemon¨ªa unicista cultural de Occidente. Es un pueblo rebelde, con una rebeld¨ªa silenciosa, una rebeld¨ªa que baj¨¢ la cabeza y dice ¡°mande¡±, pero que te puede pegar un tiro, ese tipo que te baja la cabeza y te dice ¡°mande¡± si se le hinchan las pelotas. Hay temperamento, hay esp¨ªritu. Amo este pueblo.
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