?Qu¨¦ se celebra el 5 de mayo en M¨¦xico y EE UU?

El 5 de mayo se conmemora el triunfo del Ej¨¦rcito mexicano sobre el invasor franc¨¦s tras la Batalla de Puebla. Una fecha que casi se celebra m¨¢s al norte del r¨ªo Grande que al sur. Los estadounidenses incluso tienen una broma con la fecha: es el sink(o) the mayo (el hundimiento de la mayonesa). Pero, realmente, ?qu¨¦ se conmemora? La fiesta, que se celebra con pi?atas, tacos, diversi¨®n, desfiles y comida (mucha) recuerda una victoria inesperada.

La victoria inesperada

La ma?ana del 5 de mayo de 1862 comenz¨® en Puebla (centro de M¨¦xico) una batalla en la que el ej¨¦rcito mexicano (unos 2.000 soldados y unos 2.700 civiles armados) se enfrent¨® a las fuerzas armadas francesas, unas de las m¨¢s experimentadas del planeta en ese momento hist¨®rico, pero con estrategias no adaptadas al terreno. El Ej¨¦rcito galo hab¨ªa avanzado en los ¨²ltimos cuatro meses desde las costas de Veracruz con la intenci¨®n de invadir M¨¦xico, tras el incumplimiento del pago de 80 millones de d¨®lares en deuda. La batalla de Puebla dur¨® todo el d¨ªa y los mexicanos resultaron vencedores, por primera vez desde que los franceses hab¨ªan entrado al territorio. ¡°Las armas nacionales se han cubierto de gloria. Las tropas francesas se portaron con valor en el combate y su jefe con soberbia, necedad y torpeza¡±, escribi¨® el hombre al frente de las tropas mexicanas: el general Ignacio Zaragoza.

La pelea en los fuertes de Loreto y Guadalupe

La batalla de Puebla representa la antesala de la invasi¨®n a la Ciudad de M¨¦xico. La importancia del enfrentamiento entre ambos ej¨¦rcitos fue por la cercan¨ªa de Puebla con la capital del pa¨ªs (150 kil¨®metros). El Ej¨¦rcito de M¨¦xico se apost¨® en los Fuertes de Loreto y Guadalupe, una construcci¨®n militar enclavada en un cerro al norte de la ciudad. Desde all¨ª pod¨ªan observar el avance de las tropas francesas ¡ªunos 6.000 soldados¡ª mientras que los mexicanos apenas llegaban a los 5.000 efectivos. Ganaron los mexicanos, pero el Ej¨¦rcito franc¨¦s volvi¨® un a?o m¨¢s tarde, derrot¨® al ej¨¦rcito nacional y tom¨® Ciudad de M¨¦xico el 10 de junio de 1863. All¨ª se quedaron hasta 1866.

Un general frente a un conde

El l¨ªder de la batalla entre las fuerzas mexicanas fue el general Ignacio Zaragoza, quien tuvo a su lado a Porfirio D¨ªaz, que despu¨¦s ser¨ªa presidente de M¨¦xico, para dise?ar la estrategia de ataque contra los franceses. Zaragoza y D¨ªaz eran destacados militares con brillantes carreras en las fuerzas armadas. El Ej¨¦rcito galo estaba bajo el mando de Ferdinand Letrille, conde de Lorencez, que hab¨ªa informado a Napole¨®n III de que se har¨ªa pronto con la Ciudad de M¨¦xico porque su ej¨¦rcito era ¡°superior de raza, de organizaci¨®n, de disciplina, moralidad y elevaci¨®n de sentimientos¡±.

Las celebraciones

Cada 5 de mayo se conmemora la Batalla de Puebla con un desfile militar y civil en la Ciudad de Puebla. El presidente mexicano participa y pasa revista a las Fuerzas Armadas que acuden para conmemorar la fecha. El Ej¨¦rcito mexicano tambi¨¦n hace una representaci¨®n de la batalla en el Campo Militar de esa ciudad. La celebraci¨®n se ha extendido a Estados Unidos, donde algunos colectivos de Puebla aprovechan para hacer desfiles y conciertos en los que festejan su origen mexicano con comida t¨ªpica y mariachis.

Las pi?atas y, sobre todo, la mayonesa

Las pi?atas, tan populares en M¨¦xico, se han adaptado a los tiempos y a esta fecha. En las redes sociales, las im¨¢genes de botes de mahonesa (o mayonesa), sobre todo de Hellmann?s, y de tacos sirven para saludar y celebrar el d¨ªa. Todo un error l¨¦xico o un juego de palabras: cinco de mayo en espa?ol suena en los o¨ªdos anglosajones (y lo leen y pronuncian en Estados Unidos) como sink of de may algo as¨ª como ¡°se hunde la mayonesa¡±, una salsa, por otro lado, muy apreciada por los mexicanos. Y la broma se completa con la historia de que el Titanic se hundi¨® con 12.000 tarros de mahonesa Hellmann¡¯s en su interior que hubieran sido despachadas a Veracruz si el trasatl¨¢ntico de lujo hubiera llegado a su destino en Nueva York en 1912.