Condenados dos ind¨ªgenas tseltales por protestar contra la construcci¨®n de un cuartel de la Guardia Nacional en Chiapas
Un juez sentencia a dos a?os de prisi¨®n a los dos hombres que participaron en una marcha en 2020 contra la construcci¨®n de un complejo de la corporaci¨®n
La eterna disputa entre el respeto y la conservaci¨®n del territorio en M¨¦xico y diferentes nociones de progreso cristaliza en Chiapas estos d¨ªas, con el caso de Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez y C¨¦sar Hern¨¢ndez. Vecinos del municipio de Chil¨®n, cerca de Ocosingo, en plena selva Lacandona, Guti¨¦rrez y Hern¨¢ndez acaban de ser condenados a dos a?os de c¨¢rcel por marchar contra la construcci¨®n de un cuartel de la Guardia Nacional, en su pueblo, hace algo m¨¢s de dos a?os.
M¨¢s all¨¢ de la condena, que dif¨ªcilmente forzar¨¢ su ingreso en prisi¨®n, pero s¨ª el pago de una multa de 6.500 pesos (320 d¨®lares), el proceso se entiende en Chil¨®n como una amenaza ante cualquier tipo de protesta, sea por el cuartel de la Guardia Nacional, que finalmente se construy¨®, u otra distinta. Guti¨¦rrez y Hern¨¢ndez integran una organizaci¨®n regional, Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (Modevipe), que ha criticado el desplazamiento forzado de vecinos de otros pueblos, caso de Chenalh¨®, o la construcci¨®n de una supercarretera entre San Crist¨®bal de las Casas y Palenque.
¡±C¨¦sar y Jos¨¦ Luis pertenecen al Ejido San Jer¨®nimo, parte de Chil¨®n, que es donde se iba a construir el cuartel. Y ellos decidieron protestar, junto a otros ejidatarios, porque ni siquiera les hab¨ªan consultado como ejido. La protesta fue en la carretera que comunica con Ocosingo. Fue algo pac¨ªfico y entonces, de manera arbitraria, la polic¨ªa estatal les detienen a ellos dos¡°, explica Ivette Galv¨¢n, parte del equipo jur¨ªdico que apoya a la comunidad, junto al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolom¨¦ de las Casas (Frayba).
Galv¨¢n y C¨¦sar Contreras, compa?eros en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agust¨ªn Pro, explican que el intento de levantar el cuartel motiv¨® la primera demanda de amparo contra la construcci¨®n de un complejo as¨ª en M¨¦xico. ¡°No se justificaba la presencia de una instituci¨®n de corte militarizado en la zona porque los ¨ªndices criminales son muy bajos. Y adem¨¢s, no se comunic¨® debidamente a la poblaci¨®n y no se consult¨® de manera previa¡±, explica Contreras.
Tanto el Centro Pro como el Frayba han criticado la sentencia del juez, principalmente por la nefasta calidad de las pruebas que present¨® en el juicio la Fiscal¨ªa General del Estado, seg¨²n han explicado las organizaciones. La dependencia acusaba a los dos hombres de un delito de mot¨ªn. En un comunicado, el Frayba ha explicado que la Fiscal¨ªa no prob¨® que ni uno ni otro hubieran cometido delito alguno. Lo que es peor, la dependencia ignor¨® las denuncias de tortura en contras de los agentes captores, interpuestas por los dos activistas.
¡°Los testigos presentados no acreditaron pertenecer al cuerpo de Polic¨ªa Estatal, ni su participaci¨®n durante los hechos de la protesta del d¨ªa 15 de octubre de 2020, cuando los Ejidos de San Sebasti¨¢n Bachaj¨®n y San Jer¨®nimo Bachaj¨®n se opusieron a la construcci¨®n de un cuartel de la Guardia Nacional en su territorio ind¨ªgena sin que hayan sido consultados previamente¡±, lee el comunicado. ¡°De igual manera, la Fiscal¨ªa no demostr¨® la calidad de peritos y legistas expertos en su materia dentro de la investigaci¨®n, que sosten¨ªan el dicho de los elementos que acusaban a los defensores comunitarios¡±, a?ade.
Un cuartel en la selva
El 15 de octubre de 2020, vecinos de la cabecera municipal de Chil¨®n y otras comunidades marcharon hacia San Sebasti¨¢n Bachaj¨®n, para protestar por la construcci¨®n del cuartel. La Secretar¨ªa de la Defensa Nacional estaba en medio de una de sus grandes cruzadas del actual sexenio, levantar de la nada un aparato log¨ªstico en todo M¨¦xico, para la nueva corporaci¨®n de seguridad, la Guardia Nacional, nacida a?o y medio antes. Solo en Chiapas levantar¨ªa una decena de cuarteles.
Para vecinos de Chil¨®n y algunas de sus comunidades, la llegada del complejo a su territorio se ve¨ªa con malos ojos. Como el propio Guti¨¦rrez explic¨® a la periodista Orsetta Bellani el a?o pasado, su llegada traer¨ªa ¡°problemas como ejecuciones y todo tipo de violencias en contra de la poblaci¨®n local, alcoholismo, drogadicci¨®n y prostituci¨®n¡±. Hern¨¢ndez matizaba que lo anterior no era hablar por hablar. ¡°Lo sabemos porque en nuestro territorio ya tuvimos un cuartel militar. Lo construyeron en la d¨¦cada de 1990 tras el levantamiento del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) y con la lucha logramos que se cerrara, pues nos trajo muchos problemas¡±.
En alg¨²n momento de la marcha, polic¨ªas estatales, bajo la mira desde hace a?os por las t¨¢cticas que emplean en contextos de protesta social, caso por ejemplo de la represi¨®n de los estudiantes de la Escuela Normal de Mactumatz¨¢ en 2021, la tomaron contra los vecinos de Chil¨®n. Seg¨²n el Frayba, los polic¨ªas arremetieron con dureza. Once personas resultaron heridas y Guti¨¦rrez y Hern¨¢ndez quedaron en custodia. La polic¨ªa los mantuvo incomunicados y denunciaron tortura por parte de los agentes.
¡±Se denunci¨® la incomunicaci¨®n a que fueron sometidos y la tortura por parte de los agentes, porque cuando lo detienen los golpean repetidamente. Y luego los mantienen incomunicados durante cinco horas. Pero la Fiscal¨ªa dijo que no iba a considerar ese asunto, aunque s¨ª actos de corrupci¨®n de los agentes. Los polic¨ªas le quitaron 2.000 pesos a Jos¨¦ Luis y su celular¡±, explica Jorge Luis L¨®pez, del Frayba.
Adem¨¢s de la tortura y la incomunicaci¨®n, los dos hombres estuvieron m¨¢s de dos semanas presos en una c¨¢rcel de Chiapas. Luego los soltaron, pero la Fiscal¨ªa ya hab¨ªa iniciado un proceso contra ellos por mot¨ªn. El juez los proces¨® y aunque les permiti¨® llevar su proceso en libertad, oblig¨® a que fueran cada pocos d¨ªas a Ocosingo, a varias horas de distancia de su casa, a firmar. Jorge Luis L¨®pez explica que los condenados recurrir¨¢n la sentencia y volver¨¢n a presentar una denuncia por tortura.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.