La familia de Daniel Picazo, linchado en Puebla: ¡°Ya vamos para un a?o, esto es triste y lento¡±
Los padres del asesor pol¨ªtico quemado en Papatlazolco se quejan de los amparos que los detenidos est¨¢n poniendo y de que no se haya procesado a los polic¨ªas que observaron la matanza
A punto de cumplirse un a?o del linchamiento mortal de Daniel Picazo en Papatlazolco (Huauchinango, Puebla), la familia se muestra insatisfecha por la lentitud del proceso judicial y por algunas inconsistencias en la investigaci¨®n que mantienen en libertad a supuestos implicados en aquella terrible matanza colectiva. Los padres del joven asesor pol¨ªtico, que ten¨ªa 31 a?os cuando fue sacado de su furgoneta, golpeado y quemado en la plaza del pueblo, lamentan que no se haya podido vincular a proceso a¨²n a los polic¨ªas que aquella noche estuvieron en el lugar y no salvaron la vida del hombre. Tampoco se ha procesado al juez c¨ªvico de la comunidad ni al presidente municipal auxiliar, a quienes testigos de la muerte han se?alado como presentes en el aquelarre, muy cerca del torturado. La familia espera que se detenga tambi¨¦n a una mujer a quien se?alan como incitadora del tumulto y sostienen, porque dicen que han visto un video que lo demuestra, que Picazo no lleg¨® solo en su furgoneta hasta ese pueblo, como se dijo, sino que iba acompa?ado de un amigo de la zona. Hasta el momento hay 11 detenidos que permanecen en prisi¨®n provisional desde aquellas fechas, algunos de los cuales est¨¢n prontos a iniciar las audiencias intermedias. ¡°Ya vamos para un a?o, esto es triste y lento¡±.
Acusado de robachicos por la gente del pueblo, la noche del viernes 10 de junio de 2022, una turbamulta sac¨® a Daniel de su furgoneta y lo llev¨® maniatado hasta la cancha deportiva del pueblo, donde fue golpeado con machetes y quemado a¨²n con signos de vida. Hab¨ªa varias patrullas de la polic¨ªa que estaban en el lugar, como muestran los terribles videos que circularon aquellos d¨ªas. La Comisi¨®n de Derechos Humanos de Puebla solicit¨® el pasado noviembre que se investigara penalmente y sancionara a los polic¨ªas que estuvieron aquella noche en Papatlazolco: ¡°Los servidores de seguridad p¨²blica estatal y municipal no actuaron conforme al protocolo previsto para los linchamientos, no hubo intentos de impedir que lo rociaran con gasolina, ni de que prendieran fuego, ni mucho menos de apagarlo y proteger a la v¨ªctima¡±, dijeron en una rueda de prensa.
Pero eso no ha ocurrido. ¡°Los polic¨ªas se inconformaron y plantearon una queja¡±, dicen los padres de Picazo, Ang¨¦lica y Nicandro. ¡°Se han promovido amparos por parte de la polic¨ªa, argumentan que se vieron superados por el pueblo y que no pudieron hacer nada¡±, explican. Tambi¨¦n los detenidos han promovido amparos por cuestiones de idioma, dado que pertenecen a una comunidad originaria. ¡°Aseguran que esa es la raz¨®n de que no hayan sido completamente informados, es mentira, porque saben espa?ol perfectamente, pero estos amparos han devuelto el caso a etapas de formulaci¨®n, imputaci¨®n y vinculaci¨®n a proceso¡±, se?ala la familia.
Los padres aseguran hoy que el muchacho no se perdi¨® y acab¨® en aquel pueblo de noche y solo. Aseguran, porque alguien del pueblo les mostr¨® un video, que Daniel iba de copiloto y que lo abandonaron antes de que el pueblo comenzara con el macabro ritual. ¡°Iba acompa?ado y lo botaron, eso es definitivo¡±, dicen, pero sostienen que la fiscal¨ªa no ha entrado en ese asunto. Tampoco se ha apresado a la mujer a la que acusan de haber incitado a la turbamulta.
En la ¨²ltima audiencia a la que asistieron los padres de Picazo, el abogado de uno de los detenidos solicit¨® la exhumaci¨®n del cad¨¢ver ¡°para tratar de dictaminar si hab¨ªa muerto por los golpes o por las quemaduras¡±. El juez deneg¨® la petici¨®n. ¡°Habl¨® con nosotros despu¨¦s y dijo que no consentir¨¢ que se desentierre el cad¨¢ver, dijo que hab¨ªa muerto por los golpes y el fuego, que no hab¨ªa duda de eso¡±, explica la madre en su casa.
El juez les permiti¨® hablar en esa audiencia celebrada hace algunos d¨ªas en Puebla. Nicandro quiso decir entonces: ¡°Se?or juez, ?es que quemar a una persona, viva o muerta, acaso no es delito?¡±. Ang¨¦lica tambi¨¦n pudo exponer su visi¨®n sobre la exhumaci¨®n que se solicitaba: ¡°Les dije que era una verg¨¹enza todo lo que estaban pidiendo, que ya lo hab¨ªan matado, que lo dejaran descansar en paz¡±.
Daniel Picazo fue enterrado en un cementerio de la Ciudad de M¨¦xico, donde viv¨ªa con su familia, y donde se hab¨ªa desempe?ado como asesor pol¨ªtico en el Congreso de Diputados para despu¨¦s ponerse a trabajar por su cuenta. Era un joven despierto al que le gustaba viajar y que hab¨ªa completado sus estudios en Espa?a. De tanto en tanto iba al pueblo para tomar unas chelas y convivir con parientes y amigos. Fue lo que hizo aquel d¨ªa antes de caer en las manos de una multitud descontrolada. Los linchamientos son comunes en M¨¦xico, con especial incidencia en Puebla, por razones a¨²n no estudiadas del todo. La familia sostiene hoy que ¡°todo estaba planeado, que los que dec¨ªan ser sus amigos no lo eran tanto¡±, y acusan a uno en especial, el que dicen que manejaba la furgoneta ese d¨ªa y pertenece a una familia poderosa del pueblo.
La muerte del gobernador de Puebla Miguel Barbosa en diciembre de 2022, tambi¨¦n ha frenado este proceso, seg¨²n sostiene la familia. En ¨¦l encontraron, aseguran, apoyo para resolver el asunto y para que fueran indemnizados por parte del Gobierno estatal, as¨ª como para sufragar la camioneta del joven, que fue quemada. El veh¨ªculo sigue en la Fiscal¨ªa como parte de las pruebas, as¨ª como la cartera que ese d¨ªa le sacaron del pantal¨®n, ya moribundo, donde pudieron confirmar su identidad. ¡°?Pero, d¨®nde est¨¢n el reloj bueno que llevaba y el celular?¡±, preguntan.
El desgaste de la familia es el natural en estos casos. Ang¨¦lica ha sufrido par¨¢lisis en el cuerpo de la que a¨²n se recupera y a Nicandro la diabetes y otras dolencias no le dejan parar. ¡°?Y qu¨¦ hacemos? Ya ni llorar es bueno. No hay justicia, hay leyes y gobiernos, pero no s¨¦ para qu¨¦ son¡±, lamenta la madre.
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