Alguien mat¨® al guardi¨¢n del viejo periodismo de Tehuac¨¢n
Marco Aurelio Ram¨ªrez, de 69 a?os, cubri¨® durante m¨¢s de cinco d¨¦cadas las noticias policiacas en Puebla. Fue funcionario en el ayuntamiento y tambi¨¦n abogado. Un hombre le dispar¨® cuando iba en el coche muy cerca de su casa: ¡°Fue una ejecuci¨®n¡±, aseguran sus colegas
Marco Aurelio Ram¨ªrez siempre escarbaba un poco m¨¢s. Reprochaba a las nuevas generaciones de periodistas que se conformaran con los datos oficiales, con la entrevista a la autoridad, que no buscaran la ra¨ªz. De familia de periodistas, creci¨® con el olor a tinta pegado y cubri¨® durante m¨¢s de 50 a?os la fuente policiaca, su gran trinchera. Tambi¨¦n estudi¨® Derecho y ejerc¨ªa como abogado, y durante unos meses fue secretario de Gobernaci¨®n del Ayuntamiento de Tehuac¨¢n, en Puebla. Sus colegas recuerdan que ya recibi¨® amenazas en esa ¨¦poca. No se sabe cu¨¢l de los tres frentes le prepar¨® la bala. Los vecinos dicen que fueron cinco disparos los que le hicieron perder el control de su coche y estrellarse. Muri¨® porque lo mataron. Los periodistas de Tehuac¨¢n insisten: ¡°Recibi¨® una bala en el pecho. Evidentemente, fue una ejecuci¨®n¡±.
Hac¨ªa 10 a?os que no mataban a un periodista en Tehuac¨¢n, ciudad mediana ya m¨¢s cerca del l¨ªmite del Estado con Veracruz y Oaxaca que con la capital. El ¨²ltimo fue Adri¨¢n Silva, de 35 a?os, cuando acud¨ªa a cubrir un operativo militar contra el robo de combustible. El 14 de noviembre de 2012 los asesinaron a ¨¦l y a su acompa?ante, un expolic¨ªa. Todav¨ªa no se ha dado con los culpables. Desde entonces, el gremio hab¨ªa vivido en la calma tensa en la que trabajan la mayor¨ªa de reporteros en M¨¦xico, el pa¨ªs m¨¢s letal para la prensa. El a?o pasado se rompieron los registros: 17 comunicadores asesinados. Las razones var¨ªan, pero casi siempre incluyen tocar intereses, tanto de grupos criminales como de poderes p¨²blicos.
Todav¨ªa no se sabe si esa es la raz¨®n por la que este mi¨¦rcoles mataron a Marco Aurelio. De 69 a?os, el reportero sali¨® en su coche, apenas se hab¨ªa alejado unos metros de su casa cuando alrededor de las 13.30 del d¨ªa otro veh¨ªculo se le emparej¨® y el sujeto que iba a bordo ¡ªde momento se cree que solo fue uno¡ª dispar¨®. Primero fueron las balas y luego el choque contra un ¨¢rbol. La Fiscal¨ªa de Puebla solo ha se?alado en un tuit que ¡°ha tomado conocimiento del hecho¡±. El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha dicho este mi¨¦rcoles en su conferencia ma?anera que ¡°se est¨¢ investigando¡±.
Estos d¨ªas, algunos obituarios han hablado de Marco Aurelio como un experiodista, pero sus colegas aseguran en que ¨¦l segu¨ªa activo, vigente, insistiendo en los temas de seguridad y pol¨ªtica de la ciudad. O como dice su amigo Juan G¨¢mez, ahora cronista de Tehuac¨¢n, el oficio de periodista para alguien como Marco Aurelio no desaparece nunca.
Ni?ez de periodista
Su padre, Jos¨¦ Ram¨ªrez Bravo, fund¨® en 1957 el primer peri¨®dico de Tehuac¨¢n: El Cuarto Poder. Como se llevaba entonces, algo ocurr¨ªa, Jos¨¦ Ram¨ªrez iba, lo escrib¨ªa, lo imprim¨ªa y lo repart¨ªa, a voces, en la calle. As¨ª aprendi¨® Marco Aurelio la profesi¨®n, entre las t¨¦cnicas para manejar los rodillos, el precio del papel y las manchas de la tinta. ?Cu¨¢ndo empez¨® a ser periodista? ?Cu¨¢ndo aprende un hijo de panadero a hacer panes? En esos momentos, El Cuarto Poder ten¨ªa un rival escrito y diario: La Escoba, el otro diario en papel que se vend¨ªa entonces en Tehuac¨¢n. All¨ª trabajaba Juan G¨¢mez porque lo hab¨ªa fundado su padre.
¡°Yo lo conoc¨ª como periodista con libretas y plumas en ristre. Nosotros aprendimos el oficio de nuestros respectivos padres. Ese era su orgullo y ¨¦l m¨ªo. Nos criamos entre el olor de la tinta y el papel. La instrucci¨®n que los dos recibimos era: la verdad ante todo¡±, recuerda G¨¢mez. ¡°Nuestros padres eran constantes rivales, pero en el fondo era meramente de oficio. Ten¨ªamos que escribir seis o siete notas diarias. Nuestra relaci¨®n empez¨® a ser de vernos para cubrir las fuentes. Llegaba al Ministerio P¨²blico y ah¨ª estaba ¨¦l con su c¨¢mara y sus lentes negros¡±, dice G¨¢mez, ¡°¨¦l era m¨¢s extrovertido y la nota policiaca era su fuerte desde los inicios. Se acercaba con la polic¨ªa judicial que era en aquel tiempo y hac¨ªa r¨¢pidamente amistad con el comandante. Aprend¨ª de ¨¦l ese tipo de t¨¦cnicas para conseguir informaci¨®n¡±, explica. Ten¨ªan unos 20 a?os y el periodismo por delante.
El Cuarto Poder cerr¨® tras la muerte de Jos¨¦ Ram¨ªrez. Pero Marco Aurelio hab¨ªa conseguido un trabajo en El Heraldo de M¨¦xico como corresponsal en Tehuac¨¢n. ¡°Marco Aurelio era un hombre de muy buena labia, era muy bueno para platicar, para contarte historias. Era f¨¢cil que los polic¨ªas o que el propio personal del Ministerio P¨²blico, no solo los agentes, el escribano, los que tomaban la declaraci¨®n en la m¨¢quina, le pasaran el tip. Era una habilidad que aprovechaba muy bien¡±, describe la periodista de Tehuac¨¢n Elizabeth Rodr¨ªguez. ¡°Su fuerte era la nota roja, ¨¦l fue muy bueno en investigar suicidios, homicidios¡¡±.
Su gran pasi¨®n era la investigaci¨®n, recuerdan sus colegas. Ram¨ªrez fue el periodista que destap¨® la historia del sacerdote Nicol¨¢s Aguilar, uno de los casos m¨¢s fuertes de pederastia en la di¨®cesis cat¨®lica, en los tiempos en que Norberto Rivera Carrera era el obispo de Tehuac¨¢n. El reportero escarb¨® hasta que encontr¨® complicidades y responsabilidades de tapar al cura que abus¨® de 90 menores entre Puebla y Los ?ngeles (California), a donde lo mandaron tras desvelarse los casos.
¡®El Cuarto Poder¡¯: el regreso
Alrededor del a?o 2008, conduc¨ªa un noticiero radiof¨®nico en Ciudad Serd¨¢n y hab¨ªa creado su propia p¨¢gina web Siguiendo la pista. All¨ª era redactora en pr¨¢cticas Guadalupe Amador. ¡°Siempre me dec¨ªa: si no tienes la fuente, no puedes sacar una nota, si no tienes todas las evidencias, no puedes escribir al respecto. No es nota. Documentos y respaldos¡±, recuerda.
Entonces, Ram¨ªrez decidi¨® cumplir el sue?o de reabrir por ¨²ltima vez el peri¨®dico de su padre. Ya lo hab¨ªa hecho tambi¨¦n en 2001 en formato diario y hab¨ªa aguantado 100 n¨²meros. Esta era la ¨²ltima oportunidad y sobrevivi¨® casi un a?o. ¡°Hasta que se volvi¨® insostenible la impresi¨®n, no ten¨ªamos m¨¢s personal. Ya no pod¨ªa seguir, fue un poco dif¨ªcil para ¨¦l. Pero al menos hab¨ªa materializado ese sue?o de tener de nuevo un peri¨®dico en papel¡±, recuerda Amador.
Desde entonces, continu¨® un tiempo con su web y tambi¨¦n tuvo una columna en El Sol de Puebla y en el peri¨®dico Central de Puebla. Nunca le falt¨® trabajo. Pero de tanto acercarse a la polic¨ªa termin¨® queriendo estudiar Derecho y ejercer de abogado. Su conocimiento de seguridad y sus buenas relaciones pol¨ªticas, fue muy amigo del exgobernador de Puebla, Miguel Barbosa, lo llev¨® a aceptar en mayo de 2019 un puesto como secretario de Gobernaci¨®n en el Ayuntamiento de Tehuac¨¢n.
¡°Cuando ¨¦l estuvo al frente de la direcci¨®n general de Gobernaci¨®n coincidi¨® con la ca¨ªda de varios integrantes fuertes de la banda de la Bigotonas¡±, explica la periodista Patricia Flores: ¡°Marco ten¨ªa la costumbre de rascar un poco de lo que rascaban el resto de los compa?eros¡±. En ese mismo sentido coincide Juan G¨¢mez: ¡°Ten¨ªa una idea muy fija, conoc¨ªa perfectamente d¨®nde estaban los puntos rojos de la delincuencia en Tehuac¨¢n. Quiso contribuir a mejorar la seguridad, pero se top¨® con la realidad, empezaron las amenazas y renunci¨®¡±. Se fue antes de que acabara 2019.
Aunque pudo tener mayores ingresos como abogado, cuenta Patricia Flores, no soltaba el periodismo. ¡°Era lo que le apasionaba, por eso nunca lo acababa de dejar¡±. La ¨²ltima vez que le escucharon fue apenas este lunes, en el programa radiof¨®nico Un Cafecito con Don ?ngel, en la estaci¨®n radiof¨®nica Est¨¦reo Luz FM, donde ten¨ªa un espacio diario, en el que analizaba los ¨²ltimos problemas de Tehuac¨¢n.
¡°La labor que hizo no la puede dejar nadie, se mantuvo vigente. No a todos les gustaba, tuvo muchos detractores entre compa?eros o autoridades que se pudieron sentir inc¨®modos con lo que investigaba, pero era de esas personas que se ten¨ªan que respetar¡±, a?ade Flores. ¡°Siempre estuvo muy dispuesto a ense?ar y a formar nuevos periodistas. Marco vive en todas las generaciones que form¨®, fue parte de lo que ¨¦l nos dej¨®¡±.
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