Ciudad de M¨¦xico celebra la masiva marcha por el orgullo LGBT+ entre protestas y cervezas
Los manifestantes se congratulan de los derechos conseguidos por el colectivo, pero recuerdan que a¨²n hay cr¨ªmenes de odio que combatir
En el Paseo de la Reforma de Ciudad de M¨¦xico se ha colado un arco¨ªris gigante que emite un grito que parece salido de las entra?as de la tierra: ¡°?No, no, no, no es un hecho aislado! ?Los cr¨ªmenes de odio, son cr¨ªmenes de Estado!¡±. Miles de personas celebran este s¨¢bado la marcha del orgullo, que ha comenzado en el ?ngel de la Independencia y concluye en el Z¨®calo de la capital. El objetivo es reivindicar los derechos de las personas LGTB+, visibilizar las problem¨¢ticas que enfrenta la comunidad y tambi¨¦n celebrar los avances conseguidos a base de lucha y manifestaciones en los ¨²ltimos a?os. Las pancartas reivindicando la libertad sexual y de g¨¦nero se mezclan con los tambores que animan a la gente con sus ritmos fren¨¦ticos, las cervezas, que todav¨ªa se sirven fr¨ªas en un d¨ªa tan caluroso, y la purpurina que adorna las vestimentas m¨¢s extravagantes.
Hasta el Paseo de la Reforma han llegado gentes de distintas partes de la Rep¨²blica. Juan Pablo (44 a?os) y Alberto (30 a?os) han venido desde Tampico, en el Estado de Tamaulipas, para celebrar y divertirse. Creen que todav¨ªa queda mucho por hacer para eliminar las barreras sociales que impiden ser libres a la gente del colectivo, pero no pueden dejar de apreciar lo que se ha avanzado hasta ahora. ¡°Creo que ha cambiado el sentido de la marcha¡±, dice Alberto, ¡°porque antes era mucho m¨¢s de protesta, reivindicativo, porque nuestra gente estaba invisibilizada, pero en los ¨²ltimos a?os han cambiado muchas cosas y eso es lo que venimos a celebrar¡±.
Alberto pone un ejemplo muy claro: ellos, que son pareja desde hace a?os, antes no pod¨ªan salir de la mano por la calle. Ahora s¨ª, ahora pueden ir por la calle agarrados de la mano sin que alg¨²n se?or o se?ora les grite una groser¨ªa. Juan Pablo tambi¨¦n celebra que en su Estado, como en casi toda la Rep¨²blica, se legaliz¨® hace un a?o el matrimonio igualitario y ahora, si ellos se quisieran casar, solo tendr¨ªan que presentarse en la administraci¨®n y hacer el tr¨¢mite, sin tener que pasar por el embrolloso proceso que hab¨ªa que hacer previamente. ¡°Antes, o te marchabas a otro Estado a casarte, o ten¨ªas que meter un amparo que tardaba un a?o en resolverse para poder casarte¡±, explica Juan Pablo. Mientras, las alas rosas que lleva enganchadas a un pecho sin camiseta se mueven con el viento.
La pol¨ªtica casi no tiene hueco en la manifestaci¨®n de este a?o. Arturo Zald¨ªvar, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n, ha publicado un peque?o mensaje en su Twitter en apoyo al colectivo: ¡°Todos los derechos para todas las personas. Todos los derechos para todas las familias. Hasta que la igualdad y la dignidad se vuelvan costumbre¡±. Clara Brugada, la alcaldesa de Iztapalapa, tambi¨¦n estaba presente en la marcha. ¡°?Viva la diversidad!, ?viva nuestra ciudad libre y de derechos!¡±, ha escrito la alcaldesa en sus redes sociales, junto a una foto en la que se la ve¨ªa caminando por el Paseo de la Reforma con una bandera LGTB+ entre los brazos. Y un grupo de j¨®venes, no muy numeroso, marchaba con la pancarta ¡°J¨®venes con Marcelo¡±, en referencia a Marcelo Ebrard, antiguo secretario de Relaciones Exteriores que ahora busca ser el candidato de Morena a las elecciones presidenciales del 2024.
Las aceras han sido tomadas por gente que ha llegado a pasar un buen rato. Las calles, tomadas por las drag queens, sombrillas arco¨ªris, camisetas negras de rejilla, purpurina, alas de mentira y ambiente de fiesta, de amigueo y de celebraci¨®n; un contingente de personas que avanza con determinaci¨®n, como una bestia gigante que ruge a los cuatro vientos que est¨¢ aqu¨ª y que no se va a ir a ning¨²n lado, pese a todo lo que todav¨ªa queda por conseguir. Hay gente que ofrece abrazos y gente que ofrece besos y otros que piden visibilidad para las familias diversas, conformadas fuera del marco normativo del padre y la madre.
A eso han venido muchos de los j¨®venes con los que habla este peri¨®dico. Kilia lleg¨® con sus amigas desde Cuernavaca, Morelos. Tiene 22 a?os y es la segunda vez que marcha. Las cosas para las generaciones m¨¢s j¨®venes parecen ser diferentes, por fin, a lo que fueron para los m¨¢s mayores. Aunque M¨¦xico es el segundo pa¨ªs de Latinoam¨¦rica con m¨¢s cr¨ªmenes de odio contra la comunidad LGTB+, ellas encuentran cada vez menos este problema. ¡°En la escuela nunca hemos tenido problema¡±, cuenta Kilia. Sus padres aceptaron su identidad sexual sin demasiado problema y solo encontr¨® resistencia de algunos de sus t¨ªos, que eran un poco m¨¢s ¡°cerrados, digamos¡±, cuenta con una media sonrisa entre los labios.
Ya es el segundo a?o que asisten a la marcha de Ciudad de M¨¦xico. El a?o pasado, cuando se rompi¨® el r¨¦cord de asistencia y en el Z¨®calo se juntaron 500.000 personas, lo pasaron genial. Fue la expresi¨®n de una poblaci¨®n extremadamente plural, donde el 4% (cinco millones de personas) se considera dentro del colectivo LGTB+, seg¨²n una encuesta masiva que realiz¨® el a?o pasado el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa (Inegi), y que tambi¨¦n revel¨® la parte m¨¢s oscura que enfrenta este colectivo y los retos que todav¨ªa quedan en el horizonte. El colectivo LGTB+ sufre una tasa de intento de suicidio tres veces mayor que la poblaci¨®n general, en gran parte debido al rechazo que sufren cuando se muestran tal y como son dentro de los entornos familiares y sociales.
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