La muerte ignorada de la teniente Ch¨¢zaro
Estrella de la Armada mexicana, primera mujer en comandar un buque militar, Gloria Ch¨¢zaro muri¨® en junio a los 29 a?os. Las autoridades hablaron de un suicidio, aunque los eventos de las horas anteriores lo cuestionan
Todo eran aplausos para la teniente Gloria Ch¨¢zaro Berriel, cuando, hace ahora tres a?os, se convirti¨® en la primera mujer en comandar un buque de la Armada en M¨¦xico. Decenas de medios escribieron sobre su labor, su precocidad, su brillantez. El secretario de la Marina, Rafael Ojeda, le mand¨® una carta ensalzando su trayectoria. ¡°Usted constituye la proa de todo un g¨¦nero¡±, escribi¨® el almirante, ¡°una clara muestra de honor, deber, lealtad y patriotismo¡±. Pero toda aquella algarab¨ªa, el orgullo de una naci¨®n, se convirti¨® en silencio el mes pasado, cuando Ch¨¢zaro apareci¨® muerta en casa de sus padres, en Veracruz, colgando de un cable atado a la escalera. Ten¨ªa 29 a?os.
De manera extraoficial, las autoridades hablaron de un suicidio. Deslizaron su teor¨ªa en medios locales y dejaron que el curso de los d¨ªas enfriara el caso. Ni siquiera se sab¨ªa si hab¨ªa o no una investigaci¨®n sobre lo ocurrido. La Secretar¨ªa de Marina, tan pr¨®diga en elogios a la teniente, no dijo una palabra sobre su muerte. La familia Ch¨¢zaro Berriel eligi¨® la discreci¨®n, igual que el entorno de la joven. Pero en conversaciones informales y mensajes intercambiados en el ¨¢mbito civil y naval, sospechaban que su muerte escond¨ªa en realidad una historia distinta, marcada por las discusiones que la joven mantuvo con su pareja horas antes de su muerte.
Sus amigos presentan a la teniente Ch¨¢zaro como una persona alegre, con muchos planes para el futuro. A todas las personas de su entorno consultadas, tanto del ¨¢mbito civil como del castrense, les extra?a la hip¨®tesis del suicidio. Daniel Santander, que comparti¨® piso con ella en Ciudad de M¨¦xico y curs¨® la misma maestr¨ªa en el Reino Unido, explica que Ch¨¢zaro quer¨ªa sacarse la licencia de marinera civil. ¡°Nunca tuvimos alg¨²n tipo de alerta por suicidio¡±, cuenta. El hermano mayor de Ch¨¢zaro, Eduardo, recuerda que ella planeaba visitarle a finales de a?o en Canad¨¢, donde se iba a mudar con su esposa.
Una amiga de hac¨ªa a?os en la Secretar¨ªa de Marina dice que su activismo feminista era constante en redes. Hac¨ªa unos meses, cuenta, hab¨ªa creado un grupo privado en Facebook, ¡°Informaci¨®n que cura color violeta¡±, donde compart¨ªa reflexiones sobre los roles de g¨¦nero o el machismo al interior de la Armada. Otra amiga, Paola Schietekat, compa?era de promoci¨®n de la maestr¨ªa en Inglaterra, a?ade que Ch¨¢zaro nunca le perd¨ªa la cara a los problemas. ¡°De broma me dec¨ªa, ¡®tenemos que lucrar con nuestro sufrimiento¡¯, era muy sarc¨¢stica¡±, cuenta.
Entrevistas con estas y otras personas de su entorno dibujan una molestia creciente con las autoridades. La Fiscal¨ªa de Veracruz mantiene abierta una indagatoria por la muerte de Ch¨¢zaro, pero no ha informado de avance alguno en semanas. Seg¨²n ha podido saber EL PA?S, las pesquisas est¨¢n a cargo de una oficina de la dependencia en Fort¨ªn de las Flores, lugar donde viven los padres de Ch¨¢zaro, y no de la unidad regional especializada en casos de feminicidio, que funciona en la vecina ciudad de C¨®rdoba.
Este diario contact¨® a la dependencia para saber el motivo de lo anterior, as¨ª como para conocer el estado de las investigaciones. Ch¨¢zaro muri¨® en la madrugada del s¨¢bado 10 al domingo 11 de junio. Su cuerpo lleg¨® a la morgue de C¨®rdoba horas m¨¢s tarde y en apenas un d¨ªa, los investigadores, a cargo de la fiscal Clarisa Tapia Ur¨ªa, ten¨ªan en su mesa el estudio de necropsia. Un mes m¨¢s tarde, sin embargo, la familia no ha tenido noticias suyas. Una fuente cercana a la investigacion se?ala que las investigaciones realizadas hasta ahora muestran que la hip¨®tesis del suicidio es consistente con los resultados periciales acumulados, aunque no descartan otras l¨ªneas de investigaci¨®n. La misma fuente se?ala adem¨¢s que se han aplicado los protocolos de feminicidio en las pesquisas.
Se trate de un suicidio o un asesinato, los ojos est¨¢n puestos en la pareja de Ch¨¢zaro, el capit¨¢n Octavio Capetillo, piloto de helic¨®pteros de la Armada, que al menos hasta hace unas semanas trabajaba en el aeropuerto de Ciudad de M¨¦xico. Capetillo desapareci¨® del mapa tras la muerte de la teniente y su familia no ha vuelto a saber de ¨¦l. Este diario se ha puesto en contacto con la Secretar¨ªa de Marina a trav¨¦s de varios voceros. Incluso mand¨®, el s¨¢bado, una bater¨ªa de preguntas por correo electr¨®nico, pero no ha obtenido respuesta.
Una historia dif¨ªcil
Ch¨¢zaro y el capit¨¢n Capetillo se conoc¨ªan desde hac¨ªa nueve a?os, cuando la teniente egres¨® de la Escuela Naval. Salieron durante un tiempo, pero Ch¨¢zaro decidi¨® poner fin a la relaci¨®n cuando descubri¨® que Capetillo estaba casado y esperaba un hijo. No se vieron durante a?os. Entre medias, Ch¨¢zaro apost¨® por su carrera. Ascendi¨® de primer maestre a teniente de corbeta y luego a teniente de fragata. En 2018 se traslad¨® al Reino Unido, becada por el Gobierno brit¨¢nico en su programa Chevening, para l¨ªderes del futuro.
La vida le sonre¨ªa a la mujer. A la vuelta de Inglaterra, en 2019, la Armada la destin¨® a Mazatl¨¢n, en Sinaloa, uno de los puertos preferidos por los marinos. All¨ª se convirti¨® en la segunda comandante de la patrulla costera ARM Bonampak. Meses m¨¢s tarde, la jerarqu¨ªa naval requiri¨® al jefe de Ch¨¢zaro para otra posici¨®n y la teniente se convirti¨® en la comandante del nav¨ªo, situaci¨®n nunca antes vista. Ch¨¢zaro era la primera mujer en la historia de la Armada al mando de un buque, una nave de 43 metros de largo, botada tres a?os antes.
Pero Ch¨¢zaro quer¨ªa m¨¢s. En julio de 2021, empez¨® a cursar una especialidad en Mando Naval en el Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV) en Ciudad de M¨¦xico. Sus logros en el ARM Bonampak le abr¨ªan el camino de la jerarqu¨ªa de la Secretar¨ªa de Marina y ella quer¨ªa estar preparada. Pero fue all¨ª tambi¨¦n donde se encontr¨® de nuevo con Capetillo, que justo empez¨® a estudiar una especialidad a la vez que ella. Con el tiempo volvieron a salir. Capetillo le dec¨ªa que ya se iba a divorciar y Gloria le crey¨®.
La teniente termin¨® la especialidad en agosto de 2022 y la Secretar¨ªa de Marina la mand¨® a una base cerca de Puerto Cort¨¦s, en Baja California, un destino distinto a Mazatl¨¢n, m¨¢s peque?o, con buques m¨¢s viejos y poca proyecci¨®n. ¡°Un puerto castigo¡±, dice uno de sus amigos, consultados para la elaboraci¨®n de este reportaje. Ch¨¢zaro ser¨ªa la segunda comandante del viej¨ªsimo buque Aguascalientes.
Fue un destino inc¨®modo, adem¨¢s, por otras razones. En sus meses all¨ª, Ch¨¢zaro denunci¨® acoso de su superior en el buque, situaci¨®n reflejada en los mensajes que publicaba en su grupo de Facebook y en su perfil personal. En un mensaje publicado en diciembre, escrib¨ªa: ¡°A veces, como marinero, a¨²n se desconoce mucho de c¨®mo se manejan las cosas. No se dejen intimidar, con mucho gusto se les apoyar¨¢ en cualquier proceso. Para las que tuvimos que tomar experiencia a la brava, ya sabemos c¨®mo manejar ciertas cosas para encontrar justicia y paz¡±.
Compromiso y final
En diciembre, tambi¨¦n, Ch¨¢zaro y Capetillo se comprometieron. La teniente anunci¨® el enlace en su p¨¢gina de Facebook en los primeros d¨ªas de enero. En abril, los dos pasaron un mes juntos en Ciudad de M¨¦xico. Ch¨¢zaro hab¨ªa denunciado de manera formal el caso de acoso y la Secretar¨ªa de Marina la mando llamar a la capital. Rentaron un departamento en Tlalpan, en el sur de la ciudad. En junio, el otro hermano de la teniente, Alberto, marino como ella, con el que adem¨¢s compart¨ªa destino en Baja California, fue pap¨¢. La teniente pidi¨® unos d¨ªas de permiso para ir a conocer a su sobrino, que estaba con su cu?ada, en el Puerto de Veracruz.
Gloria Ch¨¢zaro lleg¨® al puerto entre el jueves 8 y el viernes 9 de junio. Visit¨® al reci¨¦n nacido y estuvo con su madre, que hab¨ªa bajado de Fort¨ªn de las Flores para conocer a su nieto. Luego tom¨® el camino a la monta?a. En Fort¨ªn estaba su padre, su hermano Eduardo y la esposa de este. El mismo viernes, ya en la noche, lleg¨® Capetillo. Al parecer, el plan era celebrar el compromiso. ¡°Ten¨ªan planes de casarse el pr¨®ximo a?o. De hecho, mi hermana ya estaba viendo lo del sal¨®n, la iglesia y dem¨¢s¡±, cuenta Eduardo.
El s¨¢bado, los cinco fueron a cenar a un bar restaurante cerca de su casa, en la colonia Santa Leticia. Eduardo les llev¨® all¨ª porque el establecimiento era de un amigo suyo que, adem¨¢s, le hab¨ªa pedido que le ayudara esa noche con las mesas. Andaba corto de personal. La cena empez¨® animada. Eduardo y su esposa hablaron de la mudanza a Canad¨¢, programada para agosto. Pero enseguida todo se torci¨®. Animada por su hermano, Gloria cont¨® del permiso de tres meses que pedir¨ªa a la Armada para visitarlos. Pero Capetillo, que le sacaba m¨¢s de 20 a?os a su pareja, se disgust¨®.
¡°Ella ya hab¨ªa estado hablando con ¨¦l, desde hace tiempo, dici¨¦ndole que fuera, que fueran y ¨¦l siempre le dec¨ªa que s¨ª¡±, cuenta Eduardo, ¡°pero ya cuando mi hermana empez¨® a ver todo lo de los tr¨¢mites y dem¨¢s, ¨¦l se ech¨® para atr¨¢s, y le dijo que ya no iba a ir¡±, a?ade. La discusi¨®n continu¨® con la misma boda. Ch¨¢zaro recrimin¨® a Capetillo que, aunque le asegurara que se hab¨ªa divorciado, nunca le hab¨ªa ense?ado un papel que lo confirmara. Y dados los antecedentes, ¨¦l podr¨ªa seguir casado sin que ella lo supiera.
¡°La cena acab¨® y ¨¦l de repente se fue. Ser¨ªan como las 8.30 o las 9.00¡å, sigue el hermano. ¡°Nosotros ah¨ª nos quedamos. En realidad, Carito estaba contenta¡±, a?ade, usando el apelativo familiar de la teniente, cuyo nombre completo era Gloria Carolina. ¡°Ella sigui¨® conviviendo, cantando, bailando. Todav¨ªa yo habl¨¦ con ella y me coment¨® que ya iba a terminar su relaci¨®n con ¨¦l. Porque ¨¦l siempre dec¨ªa una cosa y al final era otra, que no le daba su lugar y que ella ya no quer¨ªa seguir con esa relaci¨®n. No me lo dijo triste, me lo dijo normal, decidida¡±, detalla.
A eso de las 23.00, Gloria, su pap¨¢ y la cu?ada, caminaron de vuelta a la casa. Eduardo se qued¨® a ayudar a su amigo. Cuando llegaron, encontraron a Capetillo en la puerta de la vivienda. Entraron juntos. Capetillo se fue a la planta de arriba. Cuando estaban los dos, ocupaban la habitaci¨®n de su hermano Alberto, pero esa noche, Gloria Ch¨¢zaro prefiri¨® quedarse en su cuarto, en la planta de abajo. Su cu?ada fue igualmente a la planta de arriba, a la rec¨¢mara de Eduardo. El padre se qued¨® en su cuarto, en la planta de abajo. ¡°Ya lo siguiente es cuando llegu¨¦ yo¡±, dice Eduardo. ¡°Fue como a la 1.30 m¨¢s o menos. Me la encontr¨¦ ah¨ª colgando. Capetillo ya no estaba en la casa¡±.
Eduardo cuenta que le mand¨® un mensaje a Capetillo esa misma noche, le dijo que su hermana estaba muerta. ¡°?l contest¨®, ¡®no me digas eso¡¯. Pero ya no dijo nada m¨¢s. No s¨¦ si segu¨ªa por aqu¨ª en Fort¨ªn o d¨®nde estaba¡±, cuenta Eduardo. El hermano dice que la c¨¢mara de seguridad de unos vecinos muestra c¨®mo Capetillo sale de la casa a eso de las 00.40 y se va. En la casa nadie se enter¨® de nada hasta que lleg¨® Eduardo a la 1.30.
Entre ¨¦l y su padre descolgaron el cad¨¢ver de Gloria de la escalera. Los agentes de la Fiscal¨ªa que llegaron a la escena m¨¢s tarde cuentan que all¨ª, junto al cuerpo inerte de la mujer, encontraron dos tel¨¦fonos celulares, un anillo y un cable. Gloria presentaba una lesi¨®n en el cuello, un surco duro, incompleto. Tambi¨¦n fracturas en las v¨¦rtebras.
Familiares y amigos velaron a la teniente Gloria Ch¨¢zaro el domingo en la funeraria V¨¦lez, de C¨®rdoba. El lunes, la enterraron en la ciudad vecina de Orizaba. Una amiga de la mujer, compa?era en la Armada, estuvo en el entierro: ¡°Nadie habl¨®, la gente solo lloraba, fue como demasiado shock para todos. Hab¨ªa como 40 personas y Capetillo no estaba all¨ª¡±. En un mensaje publicado en Facebook el mi¨¦rcoles siguiente, su madre, que se llama Gloria tambi¨¦n, escribi¨®: ¡°Carito era un ser de luz y se fue a brillar muy alto. Estoy segura de que quienes la conocieron verdaderamente saben qui¨¦n es ella y que jam¨¢s se lastimar¨ªa¡±.
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