El crimen se ensa?a en Guanajuato contra las madres buscadoras

Se busca a Catalina Vargas, una mujer de 60 a?os que dedicaba los d¨ªas a buscar a su hijo. Fue vista por ¨²ltima vez el 17 de julio en Le¨®n, Guanajuato. Este Estado en el centro de M¨¦xico se ha convertido en un territorio peligroso para aquellos que tratan de encontrar a sus familiares desaparecidos. En los ¨²ltimos tres a?os han sido asesinados en esta entidad dos hombres y tres mujeres que hac¨ªan labores de rastreo para localizar a sus hijos. La ¨²ltima fue Teresa Magueyal, a la que mataron el 2 de mayo en Celaya mientras iba en bicicleta, frente a una escuela. La ONU ha exigido al Gobierno mexicano medidas de protecci¨®n para las v¨ªctimas que participan en las labores de b¨²squeda.

La ficha de b¨²squeda de Luis Antonio Rodr¨ªguez Vargas describe que med¨ªa 1,75 metros, que ten¨ªa 30 a?os, que desapareci¨® el 1 de enero de 2020. Se especifica que tiene tres tatuajes y en la imagen se ve a un joven de gafas sonriente. Ahora, tres a?os m¨¢s tarde, los datos que se difunden por todas las redes sociales son los de su madre. Catalina Vargas es una mujer menuda, que tiene el pelo lacio y casta?o, ya con algunas canas, ojos color caf¨¦. Tambi¨¦n lleva gafas y en su cartel de b¨²squeda sale seria. El pasado lunes vest¨ªa una blusa blanca con flores azules y un pantal¨®n de mezclilla. Las autoridades advierten que ¡°se teme por su integridad y que haya sido v¨ªctima de un delito¡±.

Vargas pertenec¨ªa al colectivo Unidos por los Desaparecidos de Le¨®n. Las integrantes del grupo hablaron con ella el lunes alrededor de las 14.00, estaba en su casa. Ahora, estas mujeres que escarban la tierra para hallar pistas, restos, que lleven a sus hijas, hermanos, esposos, est¨¢n tambi¨¦n buscando a su propia compa?era. Roc¨ªo del Carmen G¨®mez, vocera del colectivo, ha informado de la necesidad de que las autoridades implementen un plan de acci¨®n ¡°estrat¨¦gico e individualizado¡± para localizarla con vida.

No es la primera vez que los ataques llegan a los colectivos de b¨²squeda de Guanajuato. El 2 de mayo, dos sujetos en una motocicleta dispararon a quemarropa a Teresa Magueyal y se dieron a la fuga. La buscadora qued¨® muerta en el suelo, a pocas cuadras de su casa. Do?a Tere, como la llamaban, buscaba desde 2020 a su hijo Jos¨¦ Luis Apaseo Magueyal, de 34 a?os, desaparecido en el mismo pueblo donde la asesinaron a ella.

El 6 de noviembre de 2022, Mar¨ªa del Carmen V¨¢zquez recibi¨® varios disparos tras abrir la puerta de su domicilio, en Abasolo. Buscaba a su hijo ?smar Z¨²?iga V¨¢zquez, de 21 a?os, desaparecido cinco meses antes. De la misma manera mataron en Le¨®n, en octubre de 2020, a Rosario Zavala, quien ya hab¨ªa advertido de que estaba siendo amenazada. Buscaba a su hijo Yatziri, de 16 a?os. Su otro hijo, Ulises, tambi¨¦n fue asesinado dos a?os despu¨¦s que su madre. A Javier Barajas tambi¨¦n lo mataron en una plaza p¨²blica de Salvatierra. Hab¨ªa logrado encontrar a su hermana Lupita.

¡°Estremece recibir la noticia de otra madre buscadora asesinada en Guanajuato¡±, dijo Jes¨²s Pe?a Palacios, representante en M¨¦xico del alto comisionado de la ONU de Derechos Humanos, sobre Teresa Magueyal: ¡°Ni la desaparici¨®n de su hijo, ni los riesgos que enfrentaron ella y sus compa?eras en su exigencia de efectiva b¨²squeda, verdad y justicia, ni su asesinato ten¨ªan que suceder. Las familias merecen protecci¨®n y justicia, no la muerte o la desdicha de morir sin saber d¨®nde est¨¢ su ser amado. Hay que frenar estos asesinatos¡±.

La situaci¨®n se replica tambi¨¦n en otros Estados: en agosto del a?o pasado fue secuestrada por un comando armado la activista Rosario Rodr¨ªguez al terminar una misa en honor a su hijo desaparecido desde 2019. Fue encontrada asesinada un d¨ªa m¨¢s tarde en el municipio de La Cruz de Elota, en el Estado de Sinaloa, en el norte de M¨¦xico. Dos semanas antes hab¨ªa denunciado la inacci¨®n de las autoridades. En octubre, Blanca Esmeralda Gallardo ¡ªque buscaba a su hija Betzab¨¦ desde hac¨ªa un a?o¡ª muri¨® tras recibir siete tiros mientras se encontraba en la autopista que une Ciudad de M¨¦xico y Puebla. Cecilia Flores, quien busca a sus dos hijos, ha advertido ante las autoridades muchas veces: ¡°Han puesto precio a mi cabeza¡±. ¡°Mi ¨²nico pecado ha sido el de querer a mis hijos¡±, ha se?alado.

Un pa¨ªs de desaparecidos y una ¡®Barbie¡¯ buscadora

Desde el d¨ªa que desapareci¨® Luis Antonio Rodr¨ªguez, otras 864 personas se han sumado al registro de personas sin localizar en Guanajuato. En total, desde 1963, son 2.618 personas desaparecidas, seg¨²n las cifras de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n. En Celaya y Le¨®n se concentran gran parte de estos cr¨ªmenes: con 275 personas sin localizar cada localidad.

El Estado atraviesa una brutal crisis de seguridad. En noviembre, un perro que atravesaba Irapuato con una pierna humana en la boca guio a los colectivos a encontrar un enorme terreno con 53 bolsas enterradas de restos humanos. La fosa com¨²n estaba al lado de una escuela preparatoria. En marzo, seis mujeres que caminaban juntas por la periferia de Celaya fueron secuestradas: las encontraron a todas calcinadas unos d¨ªas m¨¢s tarde. La situaci¨®n no es ajena tampoco al presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, quien ha llegado a declarar: ¡°Ah¨ª est¨¢ nuestra preocupaci¨®n, Guanajuato¡±.

En un pa¨ªs que acumula ya m¨¢s de 110.000 desaparecidas y con un Estado pr¨¢cticamente ausente, las labores de b¨²squeda recaen en las familias. La precariedad de las buscadoras, que en su mayor¨ªa tienen que dejar sus trabajos para salir a rastrear al campo, les ha llevado a sobrevivir en muchos casos gracias a donaciones de particulares y ayuda privada. Uno de los ¨²ltimos intentos fue el dise?o de una Barbie buscadora. Delia Quiroa, l¨ªder del colectivo 10 de marzo, present¨® la mu?eca hecha con retazos de ropa de las madres buscadoras y una playera con la imagen de Roberto, su hermano, secuestrado en 2019 por el crimen organizado por no haber pagado el derecho de piso. En el momento cumbre de marketing por el estreno de la pel¨ªcula Barbie, las buscadoras pidieron voltear a mirar a los que todav¨ªa faltan.

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