Lejos en las encuestas pero aferrados a la carrera de las ¡®corcholatas¡¯: Ad¨¢n Augusto y Monreal no tiran la toalla

M¨¢s de la mitad de la campa?a por la candidatura presidencial de Morena ya ha quedado atr¨¢s y a estas alturas de la carrera se multiplican las preguntas sobre qui¨¦nes llegar¨¢n a la l¨ªnea de meta y c¨®mo cerrar¨¢n. Las encuestas anticipan que la contienda en el partido gobernante ser¨¢ entre dos: Claudia Sheinbaum, la puntera seg¨²n la mayor¨ªa de las mediciones, y Marcelo Ebrard, su m¨¢s cercano perseguidor. Los reflectores medi¨¢ticos se han posado en el pleito entre el presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, y X¨®chitl G¨¢lvez, la favorita para ser la candidata de la oposici¨®n. Y lejos del barullo est¨¢n las otras corcholatas, como se conoce coloquialmente a los aspirantes, que aseguran que dar¨¢n la sorpresa y exigen no ser descartados, pese a que las encuestadoras no los favorecen, los analistas no los consideran y los medios les dan cada vez menos espacios. ¡°Estoy acostumbrado a remar contracorriente¡±, afirma en entrevista el senador con licencia Ricardo Monreal. ¡°Si no creyera que tengo posibilidades reales, no estar¨ªa participando, participo para ganar¡±, agrega.

Ad¨¢n Augusto L¨®pez se mantiene en el mismo tenor y sac¨® pecho al haber superado las 100 asambleas informativas en sus recorridos por todo el pa¨ªs, al igual que Monreal, que tambi¨¦n ha apostado por una campa?a por tierra. El equipo del exsecretario de Gobernaci¨®n asegur¨® esta semana que el aspirante ha repuntado y presumi¨® que est¨¢ en segundo lugar, de acuerdo con cuatro encuestas que ellos manejan. Andrea Ch¨¢vez, la portavoz de la campa?a, dijo que no eran encuestas ¡°patito¡± ni hechas a la medida, como las de otros aspirantes.

¡°Parece una constante en nuestro pa¨ªs, que la mayor¨ªa de las casas encuestadoras se presten al contentillo de algunas o de algunos candidatos¡±, se?al¨® la diputada. La primera semana de septiembre no s¨®lo ser¨¢ la prueba de fuego para las corcholatas de Morena y de la oposici¨®n, tambi¨¦n ser¨¢ el examen definitivo para las casas encuestadoras, cuestionadas tras las elecciones de junio pasado en Coahuila y el Estado de M¨¦xico y tundidas una y otra vez por quienes no les favorecen.

En una encuesta elaborada por Enkoll y publicada a principios de julio por EL PA?S, Sheinbaum aparece con un 44% de las preferencias efectivas, que no consideran a los indecisos ni a quienes prefieren no responder. Ebrard tiene un 26%. L¨®pez est¨¢ pr¨¢cticamente empatado en el tercer lugar con Gerardo Fern¨¢ndez Noro?a, el aspirante propuesto por el Partido del Trabajo, en torno al 10% y el 11%. Monreal aparece con un 6% y Manuel Velasco, la corcholata del Partido Verde, aparece en ¨²ltimo puesto. En otra entrega, enfocada en los aspirantes opositores y publicada esta semana, los careos ya solo consideran a Ebrard y Sheinbaum como los contendientes por el partido de L¨®pez Obrador contra otras fuerzas pol¨ªticas.

¡°Nunca me han desanimado las encuestas¡±, dice Monreal, que recuerda que cuando compiti¨® por ser gobernador de Zacatecas en 1998, nadie apostaba por ¨¦l. ¡°Si la gente lo decide as¨ª, pues hay que aceptar el veredicto ciudadano. Lo ¨²nico que yo pido es que no se toquen, que no se manipulen, que sean encuestas serias¡±, exige el senador sobre la encuesta que definir¨¢ la candidatura de Morena y las mediciones espejo a cargo de otras casas para confirmar los resultados.

Tras pelear durante semanas por el llamado ¡°piso parejo¡±, Monreal ya habla abiertamente de un terreno completamente inclinado por el mar de propaganda que ha inundado las calles y las redes sociales, y la ¡°omisi¨®n¡± de Morena para poner orden. ¡°Estoy tranquilo, con todo y el piso disparejo, con todo y la inequidad, as¨ª decid¨ª participar y voy a seguirlo haciendo¡±, asegura.

L¨®pez, por su parte, se ha quejado de ser ¡°borrado¡± e ¡°invisibilizado¡± por Televisa y otros medios masivos durante los recorridos. Despu¨¦s, acus¨® ataques de la televisora. ¡°Si el pueblo se organiza, no nos gana Televisa¡±, ha repetido, en una frase que ha convertido en un lema de campa?a.

Noro?a, que acapar¨® reflectores y escal¨® en intenci¨®n de voto al principio de la contienda por su estilo directo y su cercan¨ªa con los simpatizantes de la Cuarta Transformaci¨®n, us¨® una estrategia similar para criticar a las encuestadoras. ¡°Las encuestadoras en general son de la derecha. Y a esos intereses sirven. La mayor¨ªa de las encuestas dan a Claudia como ganadora porque va a la cabeza. Aceptemos que as¨ª est¨¢. Lo que no les creo es mi posici¨®n¡±, declar¨® el diputado con licencia despu¨¦s de aparecer en cuarto puesto en una encuesta elaborada por De las Heras esta semana. ¡°Creo que estoy mejor posicionado de lo que se reconoce¡±, dijo a este diario a finales de junio.

¡°Hace un mes, las mediciones de las diferentes encuestas ni siquiera nos contemplaban y hoy avanzamos y todav¨ªa estamos a la mitad, tenemos un proyecto ganador¡±, coment¨® Velasco, que rechaz¨® ¡°bajarse¡± de la contienda. Desde el principio del proceso interno, algunas corcholatas han tenido que luchar con la idea de que sus postulaciones son testimoniales, que est¨¢n en la competencia para obtener una posici¨®n en el pr¨®ximo Gobierno o que fueron colocados para amortiguar los encontronazos entre los punteros. Esas versiones se perfilan a ser m¨¢s incisivas con el paso de los d¨ªas, entre rumores de declinaciones, el supuesto acuerdo que existe para el reparto de posiciones entre los participantes de cara al pr¨®ximo sexenio y el desgaste medi¨¢tico que acusan los aspirantes.

¡°Estoy pensando solo en ganar esta encuesta. No me distraigo con ninguna otra posibilidad, pero aqu¨ª me voy a mantener aun con resultados desfavorables y voy a trabajar siempre donde pueda ser ¨²til¡±, dice Monreal, antes de concluir la charla. Hasta este punto, las seis corcholatas oficialistas se aferran a la carrera por la presidencia y afirman que dar¨¢n la batalla hasta el final, entre reclamos de bloqueo medi¨¢tico, inequidad en la contienda y desconfianza en las encuestas. ¡°Espero que demos la sorpresa. Si yo supiera que est¨¢ todo arreglado, si hay dados cargados, si hubiera ya una estrategia aceptada y convenida, no participar¨ªa¡±, zanja el senador.

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