La pol¨¦mica por la casa de X¨®chitl G¨¢lvez concentra todos los demonios de la campa?a
Los morenistas atacan el lado empresarial y acomodado de la panista, quien abona en las redes sociales su todav¨ªa corta popularidad. Mientras, L¨®pez Obrador templa la dura campa?a de su partido: ¡°No tenemos que vernos como enemigos¡±
Las redes sociales reproducen sin descanso en las ¨²ltimas horas la pol¨¦mica pol¨ªtica por la casa de X¨®chitl G¨¢lvez, diana de todos los ataques desde que se convirti¨® en candidata del Frente Amplio por M¨¦xico y revolucion¨® un combate partidista que estaba muy apagado. Pero los ataques a G¨¢lvez deben medirse, porque la panista los devuelve como un bumer¨¢n y les saca un provecho inesperado. Los morenistas, el partido de L¨®pez Obrador, han difundido que su casa no tiene los permisos administrativos de uso y ocupaci¨®n y han pedido que sea demolida. De inmediato, la candidata ha lanzado varios hashtag de largo alcance retando a que echen abajo su vivienda, porque miles de mexicanos le abrir¨¢n sus puertas. Y ni corta ni perezosa, la noche de este jueves se fue a cenar a la humilde mesa de ¡°do?a Marina¡± y su familia, que la invitaron para seguir el hilo publicitario. Luego public¨® las fotos con todos ellos. El presidente L¨®pez Obrador tambi¨¦n templ¨® gaitas en este asunto en su Ma?anera, recordando que ¨¦l sufri¨® tremendos ataques cuando era candidato: ¡°Est¨¢n hablando de la destrucci¨®n de la casa que se construy¨® presuntamente sin permisos, y que hay que destruirla. No, ni quemar libros ni utilizar la picota ni el marro para destruir nada. Tenemos que vernos como adversarios, no como enemigos¡±, dijo.
¡°Si me quitan mi cocina, no me faltar¨¢ quien me d¨¦ un taco en cada esquina¡±. Hasta con rima consonante ha tratado el asunto en la red social que comparte su s¨ªmbolo pol¨ªtico, X. En sus mensajes grabados, le ha preguntado al presidente, su blanco favorito, que si tambi¨¦n van a requisar su bicicleta para encerrarla en el corral¨®n. G¨¢lvez se r¨ªe hasta de su sombra, pero entre broma y broma, se va dando a conocer una candidata que lo necesita. Para darle m¨¢s hilo a la cometa, ha interpelado directamente a quien ser¨¢, probablemente, su contrincante electoral en el partido guinda: ¡°Claudia Sheinbaum, ?de verdad est¨¢s de acuerdo con que demuelan mi casa y la de mis vecinos? Esta idea sali¨® de tu equipo de campa?a, ?crees de verdad que esto te suma? [¡]Esto es autoritarismo y abuso de poder. S¨ªganle, m¨¢ndenla demoler, aunque todo est¨¦ en orden y sea legal. Ya miles de mexicanos me han escrito para abrirme la puerta de su casa¡±, dice en un tuit.
Sheinbaum ha contestado en la misma red social: ¡°Yo estoy a favor de hacer casas, no de demolerlas, como hice en la Ciudad de M¨¦xico¡±. La candidata morenista tampoco desperdicia la ocasi¨®n: ¡°Tambi¨¦n estoy a favor de denunciar la corrupci¨®n inmobiliaria¡±, un ob¨²s dirigido al PAN, que tiene un gran problema pol¨ªtico por corrupci¨®n urban¨ªstica en una de las alcald¨ªas que gobiernan en la capital y que afecta de lleno a l¨ªderes de ese partido. Mientras llega la campa?a, cada quien pone en marcha su estrategia. G¨¢lvez gana terreno y popularidad con las redes sociales, donde explota esa ¡°personalidad propia, disruptiva¡± que, seg¨²n ella misma dice, le ha llevado hasta donde est¨¢. Los morenistas, antes de conocer la versi¨®n del presidente sobre este asunto, airearon la lucha de clases, que moviliza como ninguna a su electorado, y presentan a la panista como una empresaria de manejos oscuros con la Administraci¨®n para su provecho econ¨®mico, que se ha creado una farsa sobre sus or¨ªgenes humildes e ind¨ªgenas y ahora que su casa es ilegal. ¡°Est¨¢n aterrados¡±, responde G¨¢lvez, pero el partido oficialista tiene 40 puntos de ventaja a¨²n en las encuestas para que sienta terror electoral, mientras que la oposici¨®n mira de reojo las decisiones que a¨²n pueda tomar Movimiento Ciudadano para las presidenciales, y no dejan de echarle lazos al excanciller Marcelo Ebrard, quien sali¨® perdedor y enfadado de la contienda interna morenista.
La ventaja de la candidata de la derecha es que no tiene afiliaci¨®n partidista, a pesar de estar como senadora en la bancada del PAN, y se declara ¡°dalt¨®nica¡± respecto a los colores de los partidos pol¨ªticos, si bien las banderas del PRI ondean en sus actos de precampa?a. Ambos partidos est¨¢n muy castigados por la corrupci¨®n pol¨ªtica y, a sabiendas de ello, G¨¢lvez muestra de tanto en tanto la distancia precisa de esas formaciones que sostienen su candidatura. Se apoya en las redes sociales, con las que su talante desenfadado congenia de mil amores. Su compa?era en el Senado, Lilly T¨¦llez, que renunci¨® a presentar credenciales para competir con G¨¢lvez por la candidatura de la derecha y se retir¨® a sus cuarteles de invierno, ha publicado un video en donde tambi¨¦n le invita a su casa a comer caldito para reponerse del esfuerzo que est¨¢ desarrollando estos d¨ªas. T¨¦llez se ubica pol¨ªticamente en el ¨¢ngulo de la derecha extrema, una facci¨®n con la que la candidata no comparte gran cosa y hacia donde ha dirigido algunos mensajes un tanto burlones. Pero ahora T¨¦llez le abre su casa y ella se lo agradece, muy campechana: ¡°Ya vi que no solo eres buen¨¦rrima con el pastel de chocolate, tambi¨¦n con la sopa de tortilla¡±.
La candidata sabe que necesita apoyos que se extiendan desde el centro hasta la extrema derecha para poder frenar el ¨ªmpetu que a¨²n demuestra en las encuestas el partido del presidente L¨®pez Obrador, que obtendr¨ªa un 66% del voto efectivo frente al 26% del Frente Amplio por M¨¦xico si la ciudadan¨ªa fuera hoy a las urnas, seg¨²n una reciente encuesta. Adem¨¢s, por el flanco ultraderechista le ha salido un brote inesperado. El actor y fundador de Viva M¨¦xico, Eduardo Ver¨¢stegui, se ha registrado como candidato a las presidenciales de 2024. La divisi¨®n de fuerzas es el gran enemigo de cualquier partido, m¨¢xime en el Frente Amplio por M¨¦xico, donde han tenido que unirse tres formaciones para hacer siquiera un poco de presi¨®n a Morena, y donde a¨²n temen que Movimiento Ciudadano, que se resiste a sumar con ellos, pueda robarles un precioso electorado que precisan.
Por ahora, G¨¢lvez no acaba de dar un patinazo que la desv¨ªe de la carrera, algo que algunos vaticinaban probable. El proceder un tanto estramb¨®tico y dicharachero de la candidata panista se suele ver como un peligro potencial. Quien mucho habla, mucho yerra, que dir¨ªa el refr¨¢n, y no son pocos quienes creen que esta exposici¨®n en los medios y las redes acabar¨¢ jug¨¢ndole una mala pasada. La candidata aguanta, entre bromas y veras, aunque su imagen tampoco est¨¢ en lo alto de la tabla pol¨ªtica. La ¨²ltima encuesta encargada por este peri¨®dico revelaba la mala o muy mala opini¨®n que todav¨ªa muchos ciudadanos tienen de ella. Un 32% as¨ª lo declaraba y era el porcentaje m¨¢s alto, luego la calificaci¨®n m¨¢s baja. El ultraderechista Ver¨¢stegui sacaba un 29%, mejor que ella. Y as¨ª, en progresi¨®n descendente, pasando por Samuel Garc¨ªa (21%), Marcelo Ebrard (16%) y Sheinbaum (10%), la mejor valorada. No todo se juega en las redes sociales.
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