La pol¨¦mica con los papeles del Ej¨¦rcito amenaza con romper la relaci¨®n entre el Gobierno y las familias de los 43 de Ayotzinapa

M¨¦xico se prepara para el noveno aniversario del caso Ayotzinapa. Todav¨ªa sin resolver, el brutal ataque contra un grupo de estudiantes rurales, en Iguala, en el Estado de Guerrero, el 26 y 27 de septiembre de 2014, y la desaparici¨®n de 43, se ha convertido en un problema para el Gobierno. El Ejecutivo, que apost¨® buena parte de su capital pol¨ªtico a su resoluci¨®n, ve c¨®mo la investigaci¨®n se enquista. Las familias se empe?an en conseguir decenas de documentos d...

M¨¦xico se prepara para el noveno aniversario del caso Ayotzinapa. Todav¨ªa sin resolver, el brutal ataque contra un grupo de estudiantes rurales, en Iguala, en el Estado de Guerrero, el 26 y 27 de septiembre de 2014, y la desaparici¨®n de 43, se ha convertido en un problema para el Gobierno. El Ejecutivo, que apost¨® buena parte de su capital pol¨ªtico a su resoluci¨®n, ve c¨®mo la investigaci¨®n se enquista. Las familias se empe?an en conseguir decenas de documentos de inteligencia militar que, defienden, contendr¨ªan informaci¨®n del ataque y el destino de los muchachos. El presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, mantiene una postura alejada: esos papeles no existen.

El mi¨¦rcoles pasado, las familias de los 43 se reunieron con el mandatario en Palacio Nacional. Llevaron un documento, firmado por todos, basado en las exigencias que ha hecho estos a?os el GIEI, el grupo de expertos comisionado a M¨¦xico por la CIDH, que ha investigado el caso, junto a la unidad especial de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR), y la comisi¨®n presidencial, que dirige el subsecretario de Gobernaci¨®n, Alejandro Encinas. El GIEI ha se?alado que el Ej¨¦rcito espiaba las comunicaciones del grupo criminal que atac¨® a los estudiantes, Guerreros Unidos. Y que en esos intercambios, plasmados en documentos, aparece informaci¨®n sobre el destino de los 43.

En el oficio que entregaron a L¨®pez Obrador este mi¨¦rcoles, al que ha tenido acceso EL PA?S, las familias piden decenas de documentos, elaborados entre abril y octubre de 2014. Son los famosos cerfis, o documentos CRFI, en referencia al Centro Regional de Fusi¨®n de Inteligencia, regi¨®n centro, que funcionaba en la ¨¦poca en Iguala. Los documentos son parte de la burocracia generada por este organismo entonces. El GIEI y la comisi¨®n presidencial han probado que ese tipo de documentos existen. Entre octubre de 2021 y julio pasado, ambos equipos, sobre todo el primero, han informado del contenido de algunos, encontrados al azar en archivos militares.

El contenido de los mensajes hallados, comunicaciones interceptadas por el CRFI regi¨®n centro, habla del conocimiento castrense del grupo criminal que atac¨® a los estudiantes, Guerreros Unidos, y su red de complicidades. En los intercambios conocidos, del 26 de septiembre, d¨ªa del ataque, y del 4 de octubre, se habla del destino de los estudiantes desaparecidos. La gran pregunta de las familias de los 43 es por qu¨¦ el Ej¨¦rcito hace como que no hay documentos por el estilo. Y, sobre todo, por qu¨¦ L¨®pez Obrador cree a ojos cerrados en la versi¨®n castrense.

En el documento que entregaron al mandatario, las familias se?alan: ¡°Dentro de estos documentos destaca uno que refiere que 17 de nuestros hijos estaban siendo llevados a un lugar para privarlos de la vida, pero el mismo es una hoja tama?o carta, que da cuenta de una comunicaci¨®n intervenida incompleta, por lo que es necesario que el Ej¨¦rcito entregue la comunicaci¨®n completa, a fin de que se pueda saber qu¨¦ ocurri¨® con los 17 j¨®venes¡±. El documento al que se refieren es el del 26 de septiembre, ya conocido. EL GIEI ha podido probar estos a?os que ese documento forma parte de una intercepci¨®n mayor, pero el Ej¨¦rcito ha negado que exista tal cosa.

Este lunes, el propio Encinas y otros funcionarios recibir¨¢n de nuevo a las familias de los 43, despu¨¦s de revisar, como dijo L¨®pez Obrador, el archivo de documentos acumulados estos a?os por los investigadores. ¡°Estamos haciendo de nuevo un acopio¡­ No de informaci¨®n, sino de, a ver, qu¨¦ nos piden, qu¨¦ se ha entregado, qu¨¦ falta, y si existe, darlo. Todo para no seguir ahondando diferencias. Porque lo que menos queremos es que haya desinformaci¨®n¡±, dijo el mandatario.

El paradero

Desde Palacio Nacional, las prioridades e intereses son en realidad otros. Para L¨®pez Obrador, lo importante es el paradero de los muchachos. Encontrarlos. Lo dijo ¨¦l mismo el jueves en conferencia de prensa. De los tres puntos a resolver, el paradero, el encubrimiento que orquest¨® el Gobierno anterior, y los detalles del ataque y las rutas de desaparici¨®n, el primero es fundamental. La ascendencia del mandatario sobre los equipos de investigaci¨®n que siguen funcionando, la Fiscal¨ªa y la comisi¨®n -el GIEI dej¨® el caso en julio-, es tan grande, que su prioridad se ha convertido en la de todos.

Fuentes cercanas al caso se?alan que, actualmente, el trabajo de la unidad especial de la FGR para el caso, la UEILCA, y la comisi¨®n de Encinas, se reduce a buscar personas que puedan tener informaci¨®n sobre la desaparici¨®n de los 43, entrevistarlas, y explotar los datos que aporten. Buscar debajo de cada piedra del centro de Guerrero, para tratar de encontrar restos de los normalistas. As¨ª ha ocurrido ¨²ltimamente con b¨²squedas, por ejemplo, en varias comunidades de Cuetzala del Progreso, las m¨¢s cercanas a Cocula e Iguala, inexploradas hasta este a?o.

En julio, los equipos de investigaci¨®n realizaron al menos tres b¨²squedas en esa zona, con resultados positivos en dos de ellas. Con positivo, los investigadores se refieren al hallazgo de fragmentos ¨®seos, en este caso menores. La ubicaci¨®n de este tipo de fragmentos, normalmente desgastados por la lluvia y el sol, ha sido habitual estos a?os. En uno de los anexos del informe que present¨® el a?o pasado, la comisi¨®n presidencial se?al¨® que desde 2019, los investigadores realizaron 102 acciones de b¨²squeda con resultados positivos en 17 de ellas. En tres de esas 17 aparecieron restos ¨®seos de dos de los 43, Jhosivani Guerrero y Christian Rodr¨ªguez.

La cuesti¨®n es c¨®mo reclutan a los informantes y qu¨¦ intereses puedan tener para dar informaci¨®n. A lo largo de los a?os, solo uno de los testigos de la UEILCA, todav¨ªa con el fiscal Omar G¨®mez Trejo al frente, ha dado datos que han permitido el hallazgo de restos de los normalistas. Se trata del testigo protegido Juan, antiguo integrante de Guerreros Unidos que, a trav¨¦s de viejos subalternos, se?al¨® las laderas de una barranca en Cocula, como el lugar donde habr¨ªan esparcido restos de algunos de los 43. Efectivamente, los investigadores encontraron all¨ª restos de Rodr¨ªguez y Guerrero.

Las pistas que dio Juan se dieron en un contexto de colaboraci¨®n. El presunto criminal ha declarado ampliamente ante la UEILCA sobre lo ocurrido en la noche del ataque y los d¨ªas siguientes. Su testimonio ha servido para robustecer las acusaciones contra algunos de los detenidos los ¨²ltimos a?os, entre ellos militares. A la vez, su relato excluye participaci¨®n alguna por su parte y plantea situaciones que no han podido probarse, como el traslado de un grupo de los 43 a un cuartel del Ej¨¦rcito en Iguala, o la desaparici¨®n de cuerpos de algunos de ellos en el crematorio de una funeraria del municipio.

Haya dicho lo que haya dicho, sea verdad o no, o solo parcialmente, los investigadores nunca han dudado del conocimiento de Juan sobre el mundo del hampa en la regi¨®n centro de Guerrero y la noche de los hechos. La duda ahora es si los testigos que est¨¢n aportando informaci¨®n a la comisi¨®n y la UEILCA manejan un nivel de conocimiento parecido, para que las b¨²squedas no sean en vano. L¨®pez Obrador reiter¨® esta semana su llamado a la colaboraci¨®n de cualquiera que sepa del caso. El mandatario se?al¨® que sus ma?aneras se ven hasta en las prisiones.

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