Viaje al bosque de la cumbia
La artista visual suiza Mirjam Wirz lleva investigando la cumbia en M¨¦xico por m¨¢s de 10 a?os. Tras una estad¨ªa en Colombia, regresa para presentar su nueva aventura editorial, ¡®Cuadernos Verdes¡¯, entre lo art¨ªstico y lo antropol¨®gico
En un recuerdo de infancia, la fot¨®grafa e investigadora suiza Mirjam Wirz cuenta c¨®mo desde peque?a romp¨ªa el silencio que imperaba en la parada del tren, iniciando charlas curiosas frente a las personas mayores, algo completamente inusual en la Unterkulm de los a?os ochenta, una comunidad habitualmente silenciosa y reservada. Esa misma curiosidad ha sido una constante de vida para Wirz, algo que la ha hecho sentirse fuera de contexto en buena parte de Europa, pero que tambi¨¦n la ha impulsado a descubrir de forma franca otras latitudes, integrando el inter¨¦s personal con un acercamiento cruzado entre lo art¨ªstico y lo antropol¨®gico.
Hace 13 a?os, lleg¨® a la Ciudad de M¨¦xico para investigar uno de los estilos musicales que m¨¢s le agradan, la cumbia. En su paso por esa labor se encontr¨® con los sonideros, con el barrio, la noche y la gente que articulan esas y otras sonoridades populares. El resultado de ese periplo ha sido la publicaci¨®n de cinco libros bajo la sombra del proyecto Sonidero City. El ¨²ltimo, Sobre el R¨ªo (Passage), fue resultado de sus primeros viajes en busca de los or¨ªgenes de la cumbia en el bajo r¨ªo Magdalena, Colombia, gracias a una beca otorgada por la fundaci¨®n cultural de Suiza.
Su proyecto m¨¢s reciente, publicado este a?o, es el proyecto Cuadernos Verdes, una serie de cuadernillos impreso en los que plasma su experiencia visual y textual. Matuya y El patio de Betty Ochoa, los dos primeros t¨ªtulos de la serie, mantienen la impronta de los libros de Wirz, los cuales si bien provienen de una metodolog¨ªa y trabajo de campo exhaustivos, en su versi¨®n final mantienen una narrativa libre que navega entre la arqueolog¨ªa y el arte visual. Para el cuadernillo de El patio de Betty Ochoa, la fot¨®grafa pondera las conversaciones sin dejar de lado el equilibrio con im¨¢genes ¨ªntimas, en una amalgama narrativa que nos muestra a su protagonista, una artesana que se volvi¨® conocida como compositora y cantante, cuyos temas fueron interpretados en un principio por los m¨²sicos del pueblo, entre ellos los hoy mundialmente famosos Andr¨¦s Landero y Los Gaiteros de San Jacinto.
Para su autora, quien considera su trabajo como una traducci¨®n constante, si bien la cumbia ha sido la protagonista de sus investigaciones, el acercamiento a su objeto de estudio la ha ido llevando a otros terrenos, en donde el contacto humano y su contexto son m¨¢s importantes que el resultado mismo.
¡°Es un proyecto un poco diferente. En Sonidero City el tema siempre fue la cumbia, aunque de una forma lineal: siempre una cosa me llevaba a la otra, no era planeado. Ahora, como su nombre lo indica, en Cuadernos Verdes se trata de peque?os ejemplares de 50 p¨¢ginas, resultado de lo que yo llamo micro investigaci¨®n, en donde voy a un cierto lugar ¡ªpuede ser una casa, una finca, una vereda o una tienda¡ª y se puede tratar de cierta persona y en ese ambiente hago una peque?a investigaci¨®n. Este material proviene de conversaciones que luego fui editando y entrelazando con otros temas de la regi¨®n o del pueblo, lo combin¨¦ con las fotos y ahora con m¨¢s texto. Es un poco m¨¢s literario, digamos¡±, detalla Wirz.
Al estar en el coraz¨®n de la cumbia, una de las primeras sorpresas de la fot¨®grafa fue que ese estilo no era ni de lejos el m¨¢s popular de la regi¨®n (el vallenato s¨ª), adem¨¢s de que la cercan¨ªa con su objeto de estudio la fueron alejando del mismo, de alg¨²n modo. Fue entonces que Wirz opt¨® por no buscar sino habitar la cumbia, como ella lo explica en la contraportada de Cuadernos Verdes ¡°la cumbia nunca existe de forma aislada, siempre va pegada a su contexto¡±.
Esa suerte de expansi¨®n llev¨® a Wirz por una especie de confusi¨®n, que lejos de desanimarse la inst¨® a continuar, adentrarse e incluso afincarse de forma definitiva en el bosque seco tropical de San Jacinto tras una estad¨ªa de cerca de tres a?os (de 2019 a 2022). ¡°La idea es construir todo un bosque porque esa es la regi¨®n. Estoy clara y hay libertad sobre esta idea que puedo abrir en cualquier momento¡±.
De vuelta a M¨¦xico, de vuelta a la cumbia
Para la autora de Ojos Suaves y Sonidero City, el asombro ha sido darse cuenta de que su intenci¨®n inicial nunca fue habitar m¨¢s de una d¨¦cada los caminos de la cumbia, los cuales, pese a que, le han dado gratificaciones en su pa¨ªs natal y otros pa¨ªses, inevitablemente la han regresado a la Ciudad de M¨¦xico, con la gente que retrata en sus libros, a quien considera su principal ¡°editor¡±, ya que son las primeras personas que ven el libro y los primeros lugares en donde los presenta, ¡°es donde hago la investigaci¨®n. Si las personas que salen en ¨¦l o con quienes colaboro no lo aceptan, para m¨ª es un fracaso porque es sobre y para ellos en primera instancia, no para cierto mercado u otro ambiente¡±, explica la artista suiza.
Si uno echa un vistazo a los libros de Wirz, -los cuales consiguen una precisi¨®n de miras gracias a su franqueza y libertad frente a otros trabajos locales de corte mucho m¨¢s acad¨¦mico que se hayan publicado en la materia-, los temas que aborda existen, aunque siempre debajo la piel principal de la gente y el ambiente al que se suscriben.
¡°En San Jacinto, por ejemplo, entr¨¦ a un contexto al que no pertenezco ni conozco, no soy de ah¨ª, estoy muy lejos y en donde no puedo planear muy bien las cosas. Eso me lleva a entrar lo m¨¢s abierta posible y luego crear v¨ªnculos con las personas, de una manera que a m¨ª me parezca que sea justa y est¨¦ bien para ambos. Adem¨¢s, creo que es importante darle mayor protagonismo a las personas, a su identidad y a su composici¨®n, que al movimiento o al tema en general¡±, considera Wirz.
Con la apertura que permite la naturaleza misma de Cuadernos Verdes, proyecto que seg¨²n su autora pretende ser un bosque entero, adem¨¢s de algunas presentaciones y proyectos en M¨¦xico, Wirz confiesa que la manera en la que presenta sus libros (algunas veces sin t¨ªtulos en lomo y portada, en otros con los pi¨¦s y cr¨¦ditos de las fotos aparte) pertenece tambi¨¦n a una forma de percibir el mundo, en donde la apuesta por lo f¨ªsico tambi¨¦n decanta una invitaci¨®n al descubrimiento, a habitar el misterio y a emprender una aventura nueva que nos pueda llevar a lugares no planeados.
Como ella dice: ¡°el libro es un objeto que publico, pero que tiene su propio viaje. A veces voy a una casa y veo mis ejemplares, entre otros libros o discos, tambi¨¦n nivelando el televisor, lo que tambi¨¦n es bueno; es un objeto que se adapta y eso me gusta. Hay formatos en el arte, como las exposiciones, pero eso para m¨ª es m¨¢s exclusivo, genera otro tipo de di¨¢logo y percepci¨®n. Es cierto que existen muchas cosas que hago y que no est¨¢n visibles en el libro, pero para m¨ª eso provoca que la gente quiera saber, si hay inter¨¦s. Tambi¨¦n veo al mundo as¨ª, como un libro¡±.
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