¡®Lejos de casa¡¯, la crisis migratoria en Tijuana a trav¨¦s de los ojos de los ni?os
El documental de Carlos Hern¨¢ndez retrata, a trav¨¦s de distintos testimonios, algunas de las causas que han llevado a ni?os y adolescentes a buscar una mejor vida en EE UU
¡°A m¨ª, primero me quer¨ªan para venderme por partes, mis ¨®rganos, o si no, para prostituirme. Yo me negu¨¦ a eso, entonces me dijeron que trabajara enga?ando a ni?as para que les puedan hacer todo lo que me quer¨ªan hacer a m¨ª. Yo acept¨¦ porque amarraron a mi pap¨¢ a una silla y lo amenazaron con una pistola¡±, relata un testimonio. ¡°Es que all¨¢ donde viv¨ªamos hab¨ªa mucho peligro, a dos primos m¨ªos ya los hab¨ªan desaparecido y se estaban robando a los ni?os y ni?as de las escuelas¡±, cuenta otra persona frente a la c¨¢mara. ¡°La ¨²ltima vez, la balacera m¨¢s fuerte en mi pueblo dur¨® casi unas tres horas y media¡±, recuerda otro.
Lo que tienen en com¨²n estas experiencias es la violencia. Algunas en M¨¦xico, otras en Honduras, en El Salvador o en Hait¨ª. Son relatos de sobrevivientes que se manifiestan en uno de muchos albergues en el Estado de Tijuana, a 35 kil¨®metros de la frontera con Estados Unidos. Los que cuentan, L¨¢zaro, Patricia, Marvin, Ximena, Chuy, Betsy, por mencionar a algunos, tambi¨¦n tienen otra cosa en com¨²n, todos son ni?os o adolescentes, que buscan una mejor vida lejos de sus hogares y que le ponen voz y rostro a la crisis migratoria entre los dos pa¨ªses del norte.
Lejos de casa, el segundo documental de Carlos Hern¨¢ndez, sigue a un grupo de ni?os, ni?as y adolescentes, originarios de diferentes pa¨ªses latinoamericanos, que viven en albergues de Tijuana. Todos esperan respuesta a su solicitud de asilo para ingresar a EE UU. La espera es larga e incierta, son infancias en pausa. El director se encontraba junto a Luis Montalvo, responsable de la fotograf¨ªa del filme, ya por un periodo de tres a?os trabajando en temas de migraci¨®n del lado de la frontera mexicana. En la llegada de una de las caravanas migrantes, se percataron de ¡°un cambio en el paradigma migratorio¡±.
¡°Era evidente que ya no est¨¢bamos en presencia ¨²nicamente ni mayoritariamente de varones que estaban buscando mejores condiciones de trabajo, sino que est¨¢bamos en presencia de familias enteras desplaz¨¢ndose e incluso menores de edad viajando en solitario. Entonces, ante ese cambio tan radical de lo que hab¨ªamos presenciado en nuestras estad¨ªas all¨¢ en Tijuana, decidimos voltear la c¨¢mara hacia los chicos¡±, cuenta el director.
La filmaci¨®n les tom¨® tres meses, periodo de tiempo que la mayor¨ªa de los menores iban a estar en los albergues a la espera de su solicitud de asilo en EE UU. Fue, a trav¨¦s de un proceso natural, que pudo encontrar las voces de los protagonistas para el documental. ¡°Lo que siempre digo es que nos escogimos mutuamente durante el proceso de trabajo. Previo a empezar a filmar estuvimos conviviendo con los chicos y las chicas, platicando, comiendo, jugando con carritos o f¨²tbol. Eso gener¨® una interacci¨®n y empez¨® a tejer lazos de confianza y de cierta amistad, que creo que fue un elemento rec¨ªproco que, al final, cuando empezamos a sacar la c¨¢mara, esas personas fueron las que decidieron participar¡±, afirma.
Hern¨¢ndez dice que, a trav¨¦s de los testimonios, el desaf¨ªo fue entrar en conciencia sobre la gran problem¨¢tica que vive la regi¨®n. A pesar de la magnitud de la situaci¨®n que se ve y escucha sobre estos desplazamientos humanos, el director afirma que todav¨ªa existe desconocimiento y se obvia que se da en tan amplios n¨²meros la migraci¨®n infantil. Seg¨²n da a conocer el documental, al a?o, 19.000 menores solicitan asilo en EE UU.
¡°Son historias muy duras respecto a su relaci¨®n con sus lugares de origen, a ra¨ªz de la presencia del narcotr¨¢fico, de las pandillas, de las maras o de la persecuci¨®n pol¨ªtica que se enfrenta. Es algo sist¨¦mico en toda la regi¨®n. Eso es lo que deber¨ªamos estar hablando para entender, o empezar a entender, realmente la gravedad de la situaci¨®n, que deber¨ªamos estar hablando quiz¨¢s de desplazados y de una crisis humanitaria a ra¨ªz de una violencia constante¡±, agrega.
Un factor que fue clave para la filmaci¨®n fue la confianza, un sentimiento que se reforz¨®, admite Hern¨¢ndez, cuando los ni?os y adolescentes que prestaron su voz para el documental, se dieron cuenta que no estaban sacando contenido amarillista y que el equipo de filmaci¨®n no estaba tratando de abrir heridas, sino, al contrario, que hab¨ªa la intenci¨®n de un ¡°trabajo responsable¡± de por medio.
¡°Nos cuesta trabajo voltear a ver a las chicas y a los chicos, al menos de esas edades, a las infancias, y escuchar. Creo que eso es una de las cosas que aporta la pel¨ªcula, qu¨¦ est¨¢n transitando, emociones, pensamientos. Hay que remarcar que son historias fuertes, pero todas est¨¢n atravesadas por procesos l¨²dicos de los propios ni?os, el observar a los chicos te da cuenta de la resiliencia que ellos tienen hace que las cosas las transformen en juegos y eso ayuda a entender de manera mucho m¨¢s transparente cu¨¢l es la situaci¨®n que atraviesan¡±, precisa.
Lejos de casa, ya en cartelera de toda la Rep¨²blica, ha estado presente, sobre todo, en festivales de menores de edad, de ni?as, de ni?os, y la empat¨ªa y la cercan¨ªa que eso genera sobre j¨®venes es ¡°muy impresionante¡±, dice Hern¨¢ndez, porque se identifican de manera muy natural, son conceptos como el hogar, las amistades, las despedidas, las relaciones con las que se identifican de manera muy clara. Esa misma empat¨ªa es la misma que se deber¨ªa tratar de lograr en distintos actores que forman parte de las pol¨ªticas migratorias.
¡°Nada m¨¢s la pol¨ªtica del Qu¨¦date en M¨¦xico ha sido devastador para muchas familias y la persecuci¨®n que ahora tambi¨¦n viven en nuestro pa¨ªs es tan evidente que creo que el documental naci¨® de una necesidad muy verdadera de tratar de retratar lo que est¨¢ sucediendo de tal manera que podamos generar empat¨ªa, primero entre los propios ciudadanos mexicanos y despu¨¦s ante autoridades para que se generen pol¨ªticas p¨²blicas humanitarias y de real ayuda hacia todas estas personas que est¨¢n desplazadas¡±, finaliza.
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