El fin del sue?o americano: no hay asilo en Estados Unidos

Walter (nombre ficticio) procede de El Salvador, es peluquero y es gay. En su pa¨ªs sobrevivi¨® a un intento de asesinato de las maras, que le golpearon y acuchillaron. ¡°Lo perd¨ª todo. Pero estoy vivo¡±. Huy¨® de su pa¨ªs y lleg¨® a M¨¦xico, donde cruz¨® el desierto de Sonora. Pas¨® mucho miedo. Se entreg¨® a la patrulla fronteriza en Estados Unidos y solicit¨® asilo. A pesar de contarles su caso y ense?arles las cicatrices, los agentes le expulsaron a M¨¦xico. Su sue?o es llegar a EE UU y abrir un sal¨®n de belleza.

Luisa (no es su nombre real) y su hijo de 10 a?os vienen del Estado de Guanajato, M¨¦xico. Huyeron con lo puesto de un marido y padre que les maltrat¨® durante 12 a?os. En los d¨ªas siguientes a su huida, asesinaron a un familiar. Luisa cree que se trata de una venganza de su esposo, relacionado con el crimen organizado. Tiene mucho miedo y se siente insegura en M¨¦xico. Sue?a con que le concedan asilo en Estados Unidos junto a su hijo y comenzar una nueva vida libre de violencia.

Rita (nombre ficticio) tiene 30 a?os y viene de Nicaragua, donde se signific¨® en contra de las pol¨ªticas de su Gobierno, con el consiguiente peligro de ser encarcelada. Huy¨® a M¨¦xico, cruz¨® la frontera de Estados Unidos, se entreg¨® a la patrulla, pero la devolvieron a Nogales. En el trayecto a M¨¦xico sufri¨® intentos de abuso en dos ocasiones. Quiere solicitar asilo en EE UU.

Escribo estas l¨ªneas desde Nogales, M¨¦xico. En la misma frontera con Estados Unidos ¨Cuno de los puntos calientes migratorios del planeta¨C la iniciativa con la que colaboro, acompa?a a migrantes de manera integral, les ofrece diversos servicios (albergue, comedor, roper¨ªa, consultorios laborales, psicol¨®gicos y m¨¦dicos) y, en colaboraci¨®n con otras organizaciones, les orienta desde el punto de vista legal. Tambi¨¦n trata de influir en las pol¨ªticas p¨²blicas de M¨¦xico y de Estados Unidos para que sean m¨¢s justas y humanas con las personas migrantes forzosas.

Seg¨²n datos de Human Rights First, m¨¢s de 10.000 personas han sufrido ¡°secuestros, asesinatos, torturas, violaciones y otros ataques violentos¡± tras ser expulsadas a M¨¦xico

Desafortunadamente, la posibilidad de que Walter, Luisa, Rita o tantas otras personas migrantes forzosas que huyen de sus lugares de origen por la violencia del crimen organizado, la de g¨¦nero o la persecuci¨®n pol¨ªtica obtengan protecci¨®n internacional en Estados Unidos es, hoy por hoy, extraordinariamente limitada.

En los ¨²ltimos a?os, las pol¨ªticas de la Administraci¨®n Trump han impedido la protecci¨®n internacional y vulnerado el derecho al asilo. En virtud del Programa para la Protecci¨®n del Migrante, tambi¨¦n llamado Qu¨¦date en M¨¦xico, los solicitantes de asilo deb¨ªan esperar en dicho pa¨ªs a que se dilucidara su solicitud. El programa ha propiciado la expulsi¨®n de numerosas personas, en su mayor¨ªa, procedentes de Nicaragua, Cuba y Venezuela, y las ha puesto en grave peligro, tal y como se?ala la organizaci¨®n Human Rights First, que documenta m¨¢s de 1.500 ataques y secuestros en las ciudades fronterizas mexicanas. Afortunadamente, el 8 de agosto, la Administraci¨®n Biden anunci¨® la finalizaci¨®n del programa Qu¨¦date en M¨¦xico.

Pero la protecci¨®n internacional y el derecho al asilo siguen siendo vulnerados en virtud del llamado T¨ªtulo 42, la legislaci¨®n puesta en marcha en 2020 que cerr¨® las fronteras para evitar la expansi¨®n del virus de la covid-19, pero que hoy impide a las personas migrantes forzosas solicitar protecci¨®n internacional, salvo contad¨ªsimas excepciones. El Centro de Control y Prevenci¨®n de Enfermedades (CDC, por sus siglas en ingl¨¦s) anunci¨® el pasado 1 de abril su intenci¨®n de terminar con el T¨ªtulo 42 a partir del 23 de mayo de 2022, al considerar que los n¨²meros de contagios de coronavirus ya no justificaban la necesidad de mantener esta pol¨ªtica. Sin embargo, Arizona, Luisiana y Misuri demandaron al CDC ante la corte de distrito de Luisiana con la intenci¨®n de mantener el T¨ªtulo 42 (posteriormente, otros Estados republicanos se unieron a la demanda). El juez de distrito fall¨® en favor de los demandantes, por lo que el T¨ªtulo 42 contin¨²a vigente.

Los puertos de entrada a Estados Unidos est¨¢n cerrados y las personas migrantes que consiguen cruzar la frontera son expulsadas sin que se considere su solicitud de asilo. El T¨ªtulo 42 ha propiciado la expulsi¨®n de dos millones de personas a M¨¦xico, Hait¨ª, Guatemala, Honduras y El Salvador, entre otros pa¨ªses. Seg¨²n datos recopilados por Human Rights First, tras negarles la oportunidad de solicitar asilo en Estados Unidos, m¨¢s de 10.000 personas han sufrido ¡°secuestros, asesinatos, torturas, violaciones y otros ataques violentos¡± tras ser expulsadas a M¨¦xico.

Las organizaciones sociales y de derechos humanos, entre las que se encuentra la Iniciativa Kino para la Frontera, exigen a los gobiernos de Estados Unidos y de M¨¦xico la apertura de v¨ªas legales y seguras, promover el acceso a la protecci¨®n y a la seguridad de personas migrantes forzosas en M¨¦xico y restablecer el derecho al asilo, eliminando el T¨ªtulo 42. Asimismo, las organizaciones sociales insisten en un trato y pol¨ªticas humanas para las personas migrantes, denunciando los numerosos abusos y violaciones de derechos por parte de las autoridades (tales como maltrato, confiscaci¨®n de pertenencias sin devoluci¨®n, deportaciones nocturnas, incluso de menores...). Adem¨¢s, dado que muchas personas migrantes forzosas est¨¢n varadas en las ciudades fronterizas, se aboga por crear una cultura de la hospitalidad en dichas ciudades, para que las personas migrantes forzosas puedan acceder, sin discriminaci¨®n, a servicios de salud, educaci¨®n, trabajo u otros derechos y vivir con dignidad y seguridad.

Mientras tanto, Walter, Luisa y Rita, como tantas otras personas, siguen esperando que se resuelva su situaci¨®n y poder cruzar a Estados Unidos para comenzar una nueva vida. Ojal¨¢ lo consigan.

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