No disparen contra Peso Pluma
M¨¢s vale no revisar las letras que se cantaban en el siglo XX en Vi?a del Mar, porque se podr¨ªa pedir la cancelaci¨®n de todo el festival a t¨ªtulo p¨®stumo
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Es decir Vi?a del Mar y la cabeza se rebobina como una cinta de cassette, la televisi¨®n se pone en blanco y negro para recibir a Julio Iglesias, Miguel Bos¨¦, El Puma, Camilo Sesto¡ Uy uy uy. En aquellos a?os incluso amarse era subversivo, no es de extra?ar que aquellas letras se consideren ?o?as y azucaradas hasta la diabetes. La m¨²sica siempre ha tenido vocaci¨®n provocadora. Los j¨®venes de hoy no ven la televisi¨®n ni en color, por eso el cartel del festival chileno ha presentado la actuaci¨®n este febrero de Peso Pluma, el pol¨¦mico mexicano que ensalza el narcotr¨¢fico con lujo de detalles. Y se ha armado gorda. La televisora estatal ha pedido la cancelaci¨®n del cantante por sus temas violentos y muchos se quejan de que el dinero p¨²blico no debe pagar eso. Es un argumento v¨¢lido, pero m¨¢s vale no revisar las letras de los setenta, los ochenta y los noventa porque se podr¨ªa pedir la cancelaci¨®n de todo el festival a t¨ªtulo p¨®stumo.
De los millones de seguidores que disfrutan con Peso Pluma se puede pensar que tienen mal gusto, si se quiere, pero que todos ellos aceptan el crimen organizado como modo de vida se hace rid¨ªculo. Ni siquiera que quienes hoy se recrean con el ruido de las pistolas y otras mandangas est¨¦ticas lo sigan haciendo cuando tengan tres a?os m¨¢s. Se les podr¨¢ llamar inconscientes, descerebrados y otras mil cosas, pero entonces nos devolver¨¢n un derechazo en toda la mand¨ªbula que har¨¢ saltar la dentadura postiza. Nada que no dijeran los antiguos mexicas a sus hijos cuando les pusieran la cabeza como un bombo a base de arrear manotazos al huehu¨¦tl y soplar la ocarina.
No es cuesti¨®n de defender a Peso Pluma, dios nos libre, pero s¨ª de mirar las cosas con perspectiva, la del tiempo, la de la juventud que, dicho sea de paso, cada quien vive la suya. ?Qu¨¦ est¨¢n viendo estos j¨®venes mexicanos hoy en d¨ªa? Violencia y m¨¢s violencia, en este pa¨ªs no hace falta ir al cine para eso, basta salir a la calle. Es ah¨ª donde hay que enfocar el mensaje y la censura. 30.523 asesinatos en 2023, no hay mucho m¨¢s que decir, ?verdad? C¨®mo no va a hacerse la m¨²sica eco de ello, para criticarlo o para adorarlo en las hogueras de la subversi¨®n donde los j¨®venes buscan aterrar al que pasa. Ya lo hicieron los punkis, una cultura urbana y violenta tambi¨¦n que quer¨ªa descuartizar a los polic¨ªas y reventar la cabeza al sistema. Y no les faltaba raz¨®n por aquel entonces, donde la sociedad castraba el porvenir y las ilusiones de la guitarra m¨¢s tranquila.
No es la m¨²sica, amigos, es la vida, contra la que se rebelan quienes ven los puentes cortados, el t¨²nel sin salida. El violador eres t¨²/ son los pacos/ los jueces/ el Estado/ el presidente/ el Estado opresor es un macho violador. Esa es la tesis, ?les suena? Donde unos denuncian los destrozos de las marchas feministas y sus canciones, ellas ven violencia en el sistema. Y la cantan. Mejor no comparar el universo testoster¨®nico y b¨¦lico de Peso Pluma -el mismo, por cierto, que conquistaba las mentes de los j¨®venes nazis, ellos sabr¨¢n por qu¨¦- con las proclamas de estas chilenas universales, pero de todos modos, no aten al bardo en un ¨¢rbol.
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