Un espectacular museo para impulsar la cultura y cambiar la imagen violenta de Iztapalapa
El Museo Yancuic, un centro cultural de 20.000 metros cuadrados y m¨¢s de 500 millones de pesos de inversi¨®n, pretende revitalizar una de las zonas m¨¢s deprimidas de Ciudad de M¨¦xico
Una mole de concreto ha cambiado el paisaje de Iztapalapa, una de las delegaciones m¨¢s deprimidas de Ciudad de M¨¦xico. El Museo Yancuic se alza rodeado de una extensa s¨¢bana de casas, sobre el que una vez fue un predio vac¨ªo que un grupo de empresarios quer¨ªa transformar en el en¨¦simo centro de compras de la ciudad. Ese proyecto se top¨® con la furia de los vecinos, que montaron una firme oposici¨®n, y el Gobierno capitalino decidi¨® convertirlo en un centro cultural de proporciones gigantescas: 20.000 metros cuadrados que albergan salas de exposici¨®n, cine, biblioteca, librer¨ªa y un auditorio para conciertos. Una enorme inversi¨®n de 529 millones de pesos que pretende impulsar la cultura de la alcald¨ªa m¨¢s grande de la capital mexicana. ¡°Este museo es un homenaje a la lucha popular, a lo p¨²blico, a los derechos, a la cultura, al conocimiento¡±, ha dicho Mart¨ª Batres, jefe de Gobierno de la ciudad.
El museo es una de las apuestas de la actual Administraci¨®n capitalina por descentralizar la oferta cultural en Ciudad de M¨¦xico, monopolizada en su mayor¨ªa por las zonas m¨¢s c¨¦ntricas como el Paseo de la Reforma, el Centro Hist¨®rico, Chapultepec o colonias como Coyoac¨¢n, Santa Mar¨ªa la Ribera y San Miguel. El proyecto ha sido pensado para que los habitantes de Iztapalapa puedan acceder a una oferta gratuita que incluye salas donde se han montado exhibiciones interactivas que explican el origen de la vida, el cambio clim¨¢tico o la biodiversidad de M¨¦xico. En la sala de cine con capacidad para 300 personas se proyectan pel¨ªculas tres d¨ªas a la semana y su enorme auditorio, con hermosas vistas hacia el c¨¦lebre Cerro de la Estrella ¡ªHuizachtepetl, en n¨¢hautl, orgulloso s¨ªmbolo de la delegaci¨®n¡ª y el mar de concreto que se extiende hasta el infinito, muestra del crecimiento desbordado de esta regi¨®n del oriente de Ciudad de M¨¦xico, hogar de 1.8 millones de habitantes.
Este museo est¨¢ pensado principalmente para los ni?os y j¨®venes de Iztapalapa, explica Claudia Curiel, secretaria de Cultura del Gobierno capitalino. Yancuic significa en n¨¢huatl ¡°nuevo¡± y las autoridades pretenden dar a los m¨¢s j¨®venes una alternativa l¨²dica que les entretenga, ense?e y aleje de la delincuencia, en la que es una de las regiones de la ciudad que cuenta con los ¨ªndices m¨¢s altos de brutalidad machista, violencia familiar, robos y homicidios. Los n¨²meros oficiales respaldan la tristemente c¨¦lebre imagen que el resto de la poblaci¨®n de la capital tiene de esta delegaci¨®n: El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica (SESNSP) muestra que esta demarcaci¨®n urbana concentra el 40% de los robos ocurridos en la ciudad, mientras que la Comisi¨®n de Seguridad P¨²blica del Concejo de Iztapalapa ha registrado el pasado a?o casi 2.000 denuncias por violaci¨®n y acoso sexual. La situaci¨®n es tan cr¨ªtica que Olivia Garza, presidenta de esa comisi¨®n, ha alertado de que Iztapalapa ¡°es la alcald¨ªa m¨¢s peligrosa¡± del pa¨ªs para las mujeres.
Lo que fue un enorme terreno que por las noches era una amenaza para los vecinos, hoy se ha convertido en una obra brutalista de m¨¢s de 30 metros de altura, sostenida por enormes pilares de hormig¨®n y acero, con ventanales angulares por los que la luz penetra con libertad y escaleras minimalistas que conectan los diferentes pisos del edificio, laber¨ªntico a ojos de los primeros visitantes. Es considerada por las autoridades como una construcci¨®n amigable con el ambiente, porque cuenta con jardines que captan agua. En su edificaci¨®n trabajaron m¨¢s de 1.250 obreros y es ya es vista como una de las obras arquitect¨®nicas m¨¢s destacadas de Ciudad de M¨¦xico. Su perfil ¨¢spero, como el de un gigante de concreto sentado entre los peque?os vecinos de Iztapalapa, recibe a los visitantes a trav¨¦s de una extensa explanada donde los rayos del sol colisionan para explotar en un calor que abrasa. Esta explanada, tambi¨¦n de tradici¨®n brutalista, desemboca en estaciones del transporte p¨²blico, que incluyen los servicios de troleb¨²s elevado, metro y cableb¨²s. ¡°Es una zona s¨²per conectada y estamos rodeados de escuelas, porque este espacio fue pensado para la juventud¡±, dice Curiel, la secretaria de Cultura del Gobierno capitalino.
Las autoridades esperan beneficiar directamente a m¨¢s de 100.000 habitantes de Iztapalapa, que no necesitan viajar durante horas en transporte p¨²blico hasta el centro de la ciudad para acceder a un museo. Todo luce nuevo y deslumbrante en el recinto. El d¨ªa que lo visitamos, el 28 de febrero, algunos obreros a¨²n trabajaban dando los ¨²ltimos detalles, que inclu¨ªan pintar y habilitar salas como el enorme pabell¨®n de lectura, donde los vecinos del lugar podr¨¢n entrar de forma gratuita a estudiar o leer en un ambiente acogedor, lleno de luz, con la vista del imponente Cerro de la Estrella, que se eleva a 2.460 metros. El museo cuenta adem¨¢s con una exposici¨®n de enormes fotograf¨ªas de Santiago Arau, quien se ha especializado en retratar coquetas panor¨¢micas de Ciudad de M¨¦xico. Estar¨¢ abierto de mi¨¦rcoles a domingo, de 10.00 a 17.00 horas.
Detr¨¢s de la ideas de las exhibiciones est¨¢ Elisa Lemus Cano, coordinadora de exposiciones y programaci¨®n del Yancuic, quien explica que antes de iniciar el montaje de las muestras prepar¨® junto a su equipo un sondeo del p¨²blico para conocer mejor a los vecinos del lugar. ¡°Eso nos arroj¨® informaci¨®n valiosa, como que se trata de un p¨²blico de 30 a?os hacia abajo, lo que nos permiti¨® determinar la manera de comunicarnos y el lenguaje que usar¨ªamos para los espacios¡±, explica. ¡°Las narrativas de las salas est¨¢n hechas para que puedas entrar y salir y volver al d¨ªa siguiente y entender la idea original. Las salas est¨¢n pensadas para que el p¨²blico se sienta emocionado, que tengan experiencias transformadoras¡±, agrega.
Emocionado se muestra el grupo de chavos que visita el museo. Corren boquiabiertos, deslumbrados no solo por la majestuosidad del edificio, sino por toda la tecnolog¨ªa que da vida a un viaje de inmersi¨®n que les permite tocar, interactuar con las im¨¢genes, correr entre la simulaci¨®n de una selva hirsuta llena de vida o sentarse extasiados a ver una pel¨ªcula que cuenta el origen de la vida. ¡°?Wooow, mira c¨®mo se mueve!¡±, grita un ni?o que juega expandiendo un fuego artificial en una de las pantallas interactivas del museo, que ocupan paredes enteras. ¡°?Ay, qu¨¦ lindo, qu¨¦ lindooo, t¨®mame una foto!¡±, expresa emocionada una adolescente ante un felino enorme que posa en una rama de la sala donde se ha montado una hermosa exposici¨®n sobre los ecosistemas y la biodiversidad de M¨¦xico.
En otro pabell¨®n se explica el funcionamiento del Sistema Solar, se cuenta la cosmovisi¨®n de los pueblos originarios mexicanos y tambi¨¦n se habla del cuidado del ambiente y las consecuencias del cambio clim¨¢tico. Las explicaciones de las exposiciones est¨¢n en espa?ol, ingl¨¦s y n¨¢huatl, porque Iztapalapa, dice Curiel, re¨²nen la mayor diversidad de lenguas que se hablan en la capital. ¡°Iztapalapa es el epicentro de la diversidad cultural de Ciudad de M¨¦xico¡±, dice la funcionaria. Una diversidad que ahora posa orgullosa en las entra?as del enorme edificio del Yancuic, la mole de concreto que quiere cambiar la imagen negativa que hasta ahora ha proyectado al mundo Iztapalapa.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.