Una mujer trans en el cuadril¨¢tero: ¡°La lucha libre me ayud¨® a saber qui¨¦n soy¡±

Un ring de lucha libre es un espacio donde ocurren llaves, golpes y saltos, un espacio donde tradicionalmente se dan cita hombres musculosos ba?ados en sudor y sangre. Pero Ariana encontr¨® ah¨ª la respuesta que siempre hab¨ªa buscado: no era un hombre gay, era una mujer trans.

¡°La lucha libre me liber¨®, me hizo darme cuenta de que soy una mujer. Decir que me hizo conectar con mi ¡®lado femenino¡¯ es una expresi¨®n muy corta, muy cuadrada, comparado a todo lo que me hizo encontrar en mi interior¡±, dice, mientras se maquilla y alista para una lucha en el Z¨®calo de la Ciudad de M¨¦xico.

Ariana Mami, su nombre profesional, tiene 24 a?os y es originaria del puerto de Acapulco, Guerrero. Es la ¨²nica mujer trans en la Brigada ¡°Dos de Tres Ca¨ªdas¡±, que impulsa el Instituto de la Juventud del Gobierno capitalino. Su figura es imponente: alta, de piernas y brazos fuertes, 100 kilogramos de puro m¨²sculo, que contrastan con sus maneras alegres, tiernas.

Lleg¨® a la lucha libre a los 16 a?os, cuando instalaron un ring en un parque de su barrio acapulque?o para entrenar a j¨®venes. ¡°Yo no era la m¨¢s deportista, ten¨ªa un problema de sobrepeso, pero como hab¨ªa un chavillo que me gustaba y ¨¦l entrenaba ah¨ª, pues me met¨ª¡­¡±, recuerda. Entren¨® durante dos a?os de forma intensa y debut¨® a los 18 a?os, con el nombre de Shanel. ¡°Ya s¨¦, nombre terrible, un clich¨¦, pero ten¨ªa 16 a?os, no me juzguen¡±, bromea.

Para esa primera ocasi¨®n eligi¨® un look andr¨®gino, cabello parado, onda punk, y algo de maquillaje, al estilo de los luchadores ex¨®ticos, como Cassandro, el luchador que Gael Garc¨ªa Bernal llev¨® al cine el a?o pasado: ¡°Me vi en el espejo y me dio una fuerza, la fuerza que necesitaba para subirme al ring¡­ Nunca me sent¨ª hombre gay, era la etiqueta que usaba. Pero cuando me vi ante el espejo, en mi traje, fue ah¨ª que comenc¨¦ a reconocerme como mujer¡±.

Pronto la suerte le sonri¨® y apareci¨® en la portada de una revista de lucha libre, por lo que fue invitada a luchar a la Arena Adolfo L¨®pez Mateos, en el Estado de M¨¦xico, y ah¨ª conoci¨® que el odio puede llegar al ring: ¡°Me rompieron mi madre, me golpearon, me mandaron al hospital porque me rompieron la ves¨ªcula a patadas. Me dejaron claro que a mucha gente le molestaba que a alguien diferente le fuera bien. Y dej¨¦ la lucha por un tiempo, algo se apag¨® en m¨ª¡±.

La violencia hacia la poblaci¨®n trans en M¨¦xico no es un mito. Este a?o han sido reconocidos por autoridades los homicidios de seis mujeres trans, aunque la activista trans Kenya Cuevas se?ala que al menos han ocurrido 15 casos. A la par de esta violencia, el fen¨®meno de la influencer Wendy Guevara, egresada del reality show La casa de los famosos, de Televisa, ha ayudado a visibilizar a esta poblaci¨®n en los hogares mexicanos.

Su renacer

En 2018, a los 19 a?os, Ariana se mud¨® a Ciudad de M¨¦xico para llevar a cabo su proceso de transici¨®n. ¡°La experiencia de la lucha me hizo entender qui¨¦n era y le dije a mi mam¨¢: ¡®?sabes qu¨¦?, me reconozco como mujer¡¯, y ella no s¨®lo lo acept¨® sino que se puso a buscar informaci¨®n y encontr¨® que en la Cl¨ªnica Condesa de la Ciudad de M¨¦xico dan el tratamiento, y me mand¨® para ac¨¢¡±, cuenta.

Sin embargo, el proceso no fue f¨¢cil: la lista de espera era larga y no ten¨ªa identificaci¨®n con direcci¨®n de la capital, as¨ª que fue rechazada. Impaciente, Ariana decidi¨® iniciar por su cuenta el proceso: ¡°Me decepcion¨® y entonces hice lo que hacen muchas mujeres trans: comenc¨¦ a inyectarme hormonas yo misma. No lo recomiendo, pero muchas lo hacemos por necesidad¡±, admite.

Actualmente, poco m¨¢s de 5.000 personas trans tienen expediente activo en Cl¨ªnica Condesa y Unidad de Salud Integral para Personas Trans, las dos ¨¢reas de atenci¨®n del Gobierno capitalino, donde se brinda el proceso de transici¨®n y atenci¨®n en salud mental.

Ariana pronto comenz¨® a ver los cambios de su cuerpo: su pecho, su voz... todo su cuerpo cambiaba. Se sent¨ªa bonita, se admiraba en el espejo. Comenz¨® a vestirse como mujer en el d¨ªa a d¨ªa, por la calle, segura de las miradas que levantaba.

Durante varios meses se dedic¨® a trabajar en una tienda para ganar dinero y rentaba un cuarto en una vecindad para vivir. Una noche la invitaron a un bar del Centro Hist¨®rico, el Teatro Garibaldi, a ver la Carrera Drag, un s¨ªmil de la competencia RuPaul¡¯s Drag Race. ¡°La vida nocturna en Ciudad de M¨¦xico fue un despertar¡±, recuerda. ¡°Ah¨ª conoc¨ª a drags y m¨¢s mujeres trans en transici¨®n como yo, me sent¨ª en un espacio seguro, donde pod¨ªa ser yo y hab¨ªa gente como yo. Y me hice drag, viv¨ª de eso un tiempo, me dio seguridad¡±, dice.

Volver al ring

Alguna noche en un bar capitalino, se reencontr¨® con una amiga trans de Acapulco que hab¨ªa seguido en la lucha libre y la invit¨® a entrenar: ¡°Al principio dud¨¦ porque llevaba a?os sin luchar. Pero me puse a entrenar, me cost¨® trabajo, pero le entr¨¦ al gimnasio, a la rutina, y volv¨ª a debutar, pero esta vez ya como mujer, lo que soy¡±.

Su segundo debut, ya como Ariana Mami, fue en una arena en el barrio de Tepito. Cuando volvi¨® a pisar el cuadril¨¢tero, sinti¨® que la lucha libre y el drag ten¨ªan similitudes: todo era un espect¨¢culo, hab¨ªa algo de actuaci¨®n de por medio. Pero tambi¨¦n recibi¨® cr¨ªticas por ser mujer trans y luchar contra mujeres cisg¨¦nero.

¡°Hay mujeres m¨¢s fuertes que yo, que f¨¢cilmente me pueden tirar con una patada. Como mujer trans nunca me he sentido m¨¢s fuerte. Yo no quiero el lugar de ninguna mujer cis, yo quiero un lugar a su lado. Yo no quiero quitarle espacio a nadie, quiero tener el espacio que merezco como ser humano¡±, dice.

En octubre pasado, la diputada federal Teresa Castell, del conservador Partido Acci¨®n Nacional (PAN), present¨® una iniciativa de reforma a la Constituci¨®n para impedir que las mujeres trans participen en deportes de categor¨ªa femenil, que fue calificada de transf¨®bica.

¡°Con esta intenci¨®n de que el sexo no es g¨¦nero para temas del deporte, buscamos que se respete el sexo, no invadan las competencias femeninas quienes sean del sexo masculino, porque son obvias las ventajas en tama?o, peso, resistencia, en el m¨²sculo, y eso viene sucediendo en muchos pa¨ªses y nosotros no queremos que suceda algo que haya que lamentar¡±, declar¨® la legisladora, quien ha sido acusada de discurso de odio por parte de activistas trans.

En respuesta, la diputada trans del partido oficialista Morena, Mar¨ªa Clemente Garc¨ªa, present¨® una propuesta de ley para garantizar los derechos de estas personas a nivel nacional. La iniciativa busca garantizarles acceso a tratamientos hormonales y acompa?amiento en salud mental, as¨ª como el derecho a la salud y la vivienda.

En el Congreso mexicano, actualmente hay tres legisladoras trans, algo in¨¦dito en la historia pol¨ªtica del pa¨ªs. La m¨¢s reciente en tomar protesta fue Mar¨ªa Fernanda F¨¦lix, del partido Movimiento Ciudadano. La otra legisladora es Salma Lu¨¦vano, tambi¨¦n de Morena.

En su d¨ªa a d¨ªa, Ariana acude a un gimnasio de la colonia Guerrero, en el centro de la capital mexicana, a cargar pesas y hacer su entrenamiento de lucha. Cuenta con su licencia oficial emitida por la Comisi¨®n de Box y Lucha Libre, documento requerido para subirse a un ring. Vive de la lucha libre y forma parte de un programa del Instituto de la Juventud, del Gobierno capitalino, que promueve la lucha libre y donde es la ¨²nica mujer trans.

¡°Mi hermano hace poco me dijo que cuando me ve en el ring, me ve como si fuera una superh¨¦roe. Tener el apoyo de mi familia ha sido fundamental, soy afortunada, porque mucha gente trans es abandonada por su familia¡±, reflexiona.

Con el tiempo se ha ido haciendo de vestuario ¡ªcapas, trajes, leotardos¡ª. Tambi¨¦n conoci¨® a Polvo de Estrella, un luchador ex¨®tico que, junto con Cassandro, abri¨® brecha para la representaci¨®n gay en la lucha libre mexicana y la ha hecho su protegida. ¡°A m¨ª, gente como Polvo de Estrella o Cassandro me inspiran, mi sue?o es luchar como ellos alguna vez en la Arena M¨¦xico o el Coliseo¡±, dice Ariana.

Ariana debut¨® en enero en el Z¨®calo capitalino, en un acto organizado por el Gobierno de la ciudad. Visti¨® un traje de colores rosa, blanco y azul, en honor a la bandera trans. Aquella tarde, pele¨® con tres mujeres cis. Su equipo perdi¨®. Pero ella sabe que perder a veces es un paso para convertirse en la persona que quiere ser.

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