Rosa Icela Rodr¨ªguez, la ¡®Comandanta¡¯ fiel

La imagen que proyecta Rosa Icela Rodr¨ªguez, de semblante adusto, vestimenta formal y porte firme, es el espejo del alma. No por nada se gan¨® el apodo de la Comandanta. Dicen que en el nuevo Gobierno habr¨¢ dos ¡°jefas¡±, la presidenta y ella. Que se le cuadran los militares y que el propio Omar Garc¨ªa Harfuch, quien la sustituir¨¢ en la Secretar¨ªa de Seguridad, le dice as¨ª: jefa. Con el pelo recogido en un mo?o sin concesiones al coqueteo, se hace dif¨ªcil imaginar a la ni?a de madre ind¨ªgena que naci¨® en la Huasteca potosina hace 64 a?os, entre pozas cristalinas y abundante vegetaci¨®n, familia de campo y piso de tierra. Despu¨¦s de a?os de pol¨ªtica con may¨²sculas, Rodr¨ªguez ha alcanzado la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, un cargo que parece dise?ado para ella, enorme capataz de equipos humanos, operadora eficaz bajo el agua y en la superficie. No va a tener vacaciones, cuando concluya en la Secretar¨ªa de Seguridad con L¨®pez Obrador, pasar¨¢ a la de Gobernaci¨®n con Claudia Sheinbaum. El uno y la otra tienen que agradecerle, dicen sus amigos. Ella fue pieza maestra en la maquinaria que los llev¨® al poder.

La joven Rosi estudi¨® periodismo y empez¨® como reportera en la secci¨®n pol¨ªtica de un peri¨®dico deportivo, La Afici¨®n. Pronto destac¨® en su trabajo porque ten¨ªa buenos contactos y no poca intuici¨®n. ¡°Si no fue la primera persona, seguramente s¨ª la primera mujer que public¨® sobre los carteles del narcotr¨¢fico, qui¨¦nes eran y c¨®mo operaban¡±, dice el periodista Alejandro Almaz¨¢n, autor de Jefas y jefes, las crisis pol¨ªticas que forjaron a la Ciudad de M¨¦xico (Grijalbo). Ella supo ver en L¨®pez Obrador a un l¨ªder popular y le dio voz en sus reportajes, acompa?¨® sus marchas de protesta y por la democracia. ¡°Fue Rosi, ya en el Gobierno de Ciudad de M¨¦xico con Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, a quien se le ocurri¨® que L¨®pez Obrador ten¨ªa que presentarse para ganar la capital y quien viaj¨® a Tabasco, con Ren¨¦ Bejarano, para propon¨¦rselo¡±, asegura Almaz¨¢n. Lo dem¨¢s ya lo conocen.

Desde su trabajo como reportera en La Jornada, Rodr¨ªguez salt¨® a la pol¨ªtica y se desempe?¨® en decenas de encargos, ¡°lo mismo operaba la maquinaria del PRD en la ciudad, que dirig¨ªa los programas sociales, que organizaba las comandancias policiales¡±, dice Almaz¨¢n, de ah¨ª que la apodaran la Comandanta. Trabaj¨® con C¨¢rdenas, con L¨®pez Obrador, con Ebrard y con Mancera, siempre al lado de la izquierda, sin olvidar el color de su piel. Con este ¨²ltimo las cosas no fueron tan bien al final y mientras Rodr¨ªguez colaboraba en la campa?a del actual presidente en 2018, era adem¨¢s la operadora eficaz para aupar a Sheinbaum al gobierno de la capital. Duerme poco y tiene energ¨ªa de sobra, cuentan. Con Sheinbaum fue secretaria de Gobierno, un cargo que ahora repite a nivel federal.

La Comandanta sali¨® huyendo de un matrimonio que no le dej¨® ganas de repetir experiencia y crio a sus hijos, que ahora le han dado nietos, los ¨²nicos con los que se despeina, aseguran sus amigos. Es en el ¨¢mbito personal y familiar, al que apenas le dedica los domingos, donde se puede encontrar a la secretaria disfrutando con alguna pel¨ªcula de arte, quiz¨¢ leyendo a Jos¨¦ Revueltas o escuchando un son cubano, aires revolucionarios. Los nietos, aseguran, como antes fueron sus hijos, son el motor que impulsa su trabajo para cambiar el pa¨ªs. No deja de trabajar aunque est¨¦ enferma, salvo con la covid, que le peg¨® muy feo. Ni santer¨ªas ni supersticiones, cat¨®lica normal, sin misas ni Cristos en casa, pero creyente. Es comadre de Beatriz Guti¨¦rrez, la esposa del presidente, su amiga, como tambi¨¦n lo es Ernestina Godoy, designada consejera jur¨ªdica para el nuevo gobierno, y de Alicia B¨¢rcenas, la canciller. Todas compartir¨¢n ahora el gobierno de Sheinbaum, no lo van a pasar mal.

L¨®pez Obrador la llam¨® pronto a su gobierno, donde ha desempe?ado sus cargos y otros que no le correspond¨ªan, all¨¢ donde el presidente necesitaba alguna limpieza extra de corrupci¨®n, poner orden o reestructurar algo. Fue coordinadora general de Puertos y Marina, antes de que las aduanas fueran entregadas al control de los militares, donde afianza una buena relaci¨®n con ellos, que casi es de respeto y subordinaci¨®n, a decir de fuentes conocedoras, quienes sostienen tambi¨¦n que el presidente le ha encargado dar una mano de honestidad en el ISSSTE. Ella siempre prepara el terreno.

Cuando L¨®pez Obrador la nombra secretaria de Seguridad P¨²blica, muchos se sorprendieron de su mansedumbre al perder el mando de la Guardia Nacional, de nuevo a favor del Ej¨¦rcito. La secretar¨ªa quedaba desfondada, pero Rodr¨ªguez no descompon¨ªa el gesto, segu¨ªa rindiendo pleites¨ªa al jefe sin protestar. Detr¨¢s de esa supuesta lealtad, hay tambi¨¦n una mujer que se sabe respetada y casi imprescindible. No ha dejado las mejores cifras en la estrategia contra la delincuencia, organizada por el presidente bajo el lema de abrazos, no balazos. Algo se ha reducido la violencia, pero nada significativo para un pa¨ªs que se desangra. Se podr¨ªa haber pensado que un resultado como ese no merecer¨ªa premio, pero en la trastienda, todos conocen el desempe?o sin desmayo de Rodr¨ªguez.

El encargado de Gobernaci¨®n es en el Gobierno mexicano el segundo de a bordo, el que lleva las riendas del pa¨ªs si el presidente no est¨¢, la mano derecha, el ama de llaves de la casa, la institutriz severa y la negociadora, quien ha de mantener el panal en orden. ¡°Ser¨¢ un privilegio caminar junto a la primera presidenta de la historia de M¨¦xico¡±, ha dicho Rodr¨ªguez al comunicar Sheinbaum su nombramiento este jueves. ¡°Tengo claro que usted realiz¨® en campa?a una serie de compromisos que se tienen que cumplir, le daremos valor a la palabra de mujer¡±, ha a?adido. Sin embargo, Rosa Icela no es feminista, aseguran algunas fuentes, es una mujer bregada en un mundo machista que vivi¨® en su infancia y que se prolong¨® en la pol¨ªtica. En su desempe?o ser¨¢ severa y sus colaboradores ir¨¢n tras ella sin resuello, afirman. Nadie espere caricias.

Claudia Sheinbaum est¨¢ a punto de completar su gabinete. En unas semanas se conocer¨¢n los titulares de la Defensa y de la Marina. Podr¨ªan haber sido mujeres, pero la presidenta electa ha querido seguir la tradici¨®n de nombrar militares y no hay entre ellos generalas ni almirantas, dijo. Lo que s¨ª tiene es una comandanta.

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