Osmar Olvera, a un clavado de la gloria
El clavadista de 20 a?os, campe¨®n del mundo desde el trampol¨ªn de un metro, es la mayor esperanza mexicana para pelear por un lugar en el podio en Par¨ªs 2024
Osmar Olvera (Ciudad de M¨¦xico, 20 a?os) extiende sus brazos hacia arriba en forma de punta. Una mujer tenaz le corrige la postura, justo en la orilla de la alberca. Es la m¨ªtica Ma Jin, una entrenadora china que ha intentado hacer florecer a los clavadistas del futuro de M¨¦xico desde 2003. Tuvo bajo su tutela a Rommel Pacheco, Paola Espinosa y a Jahir Ocampo. Ahora el turno es del joven Olvera, cara de ni?o de cuadro de honor en la escuela y cuerpo de gladiador romano.
El clavadista llega con la carta fuerte de ser campe¨®n mundial. En febrero pasado, el mexicano sali¨® victorioso de la piscina al quedarse con el primer lugar en la prueba de trampol¨ªn individual. Antes de eso, en otra competencia en Fukuoka, Jap¨®n, gan¨® dos medallas de plata. Y unos meses atr¨¢s, en los Juegos Panamericanos, se qued¨® con el cetro americano al ganar dos medallas doradas como solista desde el trampol¨ªn de un metro y tres metros de altura, y la tercera junto a su dupla Rodrigo Diego. Los ¨¦xitos, en buena medida, han estado guiados por la china Ma Jin. Pero para llegar a la cima, Osmar Olvera tuvo que picar piedra.
El clavadista, que en cuanto aprendi¨® a nadar buscaba la forma de arrojarse al agua, busc¨® su lugar en varios deportes hasta que dio con los saltos. El primer instinto ya lo ten¨ªa: no tenerle miedo al agua ni a la altura. Luego se puso bajo las ¨®rdenes de Ma Jin, exigente con sus pupilos. Lleg¨® a M¨¦xico por una temporada y qued¨® fascinada por los talentos de Rommel Pacheco (tambi¨¦n ganador de una medalla de oro en un Mundial) y por Paola Espinosa, doble medallista ol¨ªmpica.
As¨ª que a Osmar Olvera le toc¨® competir ante el mundo a los 12 a?os, en un torneo en Rusia. Su debut termin¨® con un quinto lugar. A los 15 a?os gan¨® su primera medalla, un bronce, en una competencia en Canad¨¢. Su buen momento le sirvi¨® para competir en sus primeros Juegos Ol¨ªmpicos en Tokio. Su estrella se apag¨® en la ronda de semifinales desde el trampol¨ªn de tres metros. La mejor versi¨®n, hasta ahora, del clavadista quiere medir su crecimiento.
Los momentos de gloria de Olvera, sin embargo, estuvieron ensombrecidos porque Ma Jin no pudo viajar con ¨¦l debido a un problema entre la Federaci¨®n de Nataci¨®n y la Conade. Olvera expres¨® su rotunda molestia y, finalmente, las autoridades mexicanas desatascaron el l¨ªo burocr¨¢tico. ¡°Estoy muy contento porque va a asistir conmigo a la competencia m¨¢s importante de mi vida, nos estamos preparando para obtener el mejor resultado y regresar a casa con una medalla¡±, cont¨® el clavadista. ¡°Amo este pa¨ªs y quiero seguir d¨¢ndole [a M¨¦xico] buenos logros¡±, agreg¨® la preparadora, en mayo pasado.
El semblante tranquilo de Olvera oculta la faceta contestataria del deportista. Durante los ¨²ltimos dos a?os, los deportistas acu¨¢ticos han tenido que v¨¦rselas por sus propios medios porque el presidente de la federaci¨®n de nataci¨®n, Kiril Todorov, fue acusado por la Fiscal¨ªa de apropiarse 155 millones de pesos. Todorov qued¨® fuera y sin cabeza, el destino de los competidores qued¨® a manos del organismo internacional, la World Aquatics, que se dedic¨® a gestionar los recursos. Eso desat¨® molestias en la Conade de Ana Gabriela Guevara, que se neg¨® a dar las becas a cada uno de ellos.
Cuando Olvera se encumbr¨® en Doha, la Conade le felicit¨® con un mensaje en redes sociales. El clavadista fue elegante: ¡°Gracias, nada m¨¢s me hace falta la beca desde hace un a?o y estamos completos¡±. Su reproche tuvo un eco entre sus colegas que tuvieron que recurrir a patrocinadores, a vender indumentaria o a abrir un OnlyFans. Olvera quiere dar un golpe en la mesa en Par¨ªs, para reivindicar a sus colegas, para que dejen de ser las v¨ªctimas colaterales de la guerra burocr¨¢tica.
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