La revoluci¨®n de ¡®Las Azules¡¯: mujeres polic¨ªas con silbato

La negrura de la noche oculta todo y apenas deja ver lo que las luces tenues de la ciudad se atreven a iluminar. Al interior de una vieja y solitaria cafeter¨ªa, dos mujeres terminan sus labores de limpieza para poder ir a descansar. Una de ellas, la m¨¢s joven, le avisa a su compa?era que debe irse, mientras toma su bolso y se arregla la gabardina que cubre su uniforme. La otra, con preocupaci¨®n, trata de averiguar a d¨®nde va y, con una mirada temerosa, le pide que se cuide ¡°porque la ciudad est¨¢ muy peligrosa¡±. La radio a sus espaldas da cuenta de la v¨ªctima m¨¢s reciente de un asesino serial que ha cobrado la vida de varias mujeres j¨®venes en la Ciudad de M¨¦xico y ha evidenciado la ineficacia de una autoridad m¨¢s preocupada por su estad¨ªa en el poder que por la tranquilidad y seguridad de sus habitantes. Pero la joven solo sonr¨ªe y le dice que no pasa nada poco antes de subir a un misterioso autom¨®vil y convertirse en otra v¨ªctima m¨¢s.

Ambientada en el M¨¦xico de inicios de la d¨¦cada de los 70 ¡ªa pocos a?os de que a las mujeres se les permitiera votar¡ª, Las Azules se inspira en la historia de la primera fuerza policial femenil del pa¨ªs para mantener sobre la mesa una conversaci¨®n necesaria sobre el feminicidio, en una naci¨®n que suma diariamente casi 10 asesinatos de mujeres y ni?as. ¡°La violencia y represi¨®n contra la mujer en los setenta era alarmante, pero muy distante a lo que vivimos ahora¡±, afirma Fernando Rovzar, creador, guionista y director de Las azules. ¡°En algunos casos hemos mejorado pero, en otros, todav¨ªa no. Tenemos que hablar de estos temas, y la manera que encontr¨¦ para hacerlo fue el primer cuerpo policiaco de mujeres de la Ciudad de M¨¦xico, y unirlo con las cifras alarmantes de feminicidios en el pa¨ªs en la actualidad. Al juntarlos, decid¨ª junto a Pablo Aramendi ¡ªcocreador y coguionista de la serie¡ª inventar a un asesino serial que mata exclusivamente a mujeres que trabajan¡±.

Hoy las mujeres son parte de la polic¨ªa, aunque m¨¢s de la mitad del cuerpo son hombres. Pero no era as¨ª en la d¨¦cada de los 70. Y debido a la tensi¨®n provocada por sucesos hist¨®ricos como la matanza de Tlatelolco, en 1968, o El Halconazo, en 1971, el Gobierno de Luis Echeverr¨ªa decidi¨® crear un peque?o grupo de mujeres polic¨ªas que, m¨¢s que llevar a cabo acciones de seguridad, funcionar¨ªan m¨¢s como un elemento publicitario que desviara la atenci¨®n de la represi¨®n y la violencia institucional que agitaba al pa¨ªs.

Portando un peque?o uniforme azul cielo, con minifalda y largas botas de cuero ¡ªque parec¨ªa m¨¢s el uniforme de una sobrecargo de la extinta l¨ªnea a¨¦rea Pan Am¡ª, Las azules contaban ¨²nicamente con un silbato y un monedero para llamar ¡°a los verdaderos polic¨ªas¡± en caso de una emergencia. Pero en aquellos momentos en los que nadie las tomaba en serio, el gran esp¨ªritu de sororidad y las ganas enormes de cambiar al mundo que rodeaba a este novel cuerpo policiaco, les permitieron iniciar un cambio que, a medio siglo de distancia, se sigue abriendo paso entre el machismo y la misoginia.

Azules que hacen historia

Luego del ¨¦xito de series mexicanas como Acapulco o The Mosquito Coast, Apple TV+ hace de Las azules su primera serie dram¨¢tica ¡ªy hablada 100% en espa?ol¡ª realizada en M¨¦xico. Filmada en 82 locaciones de la capital, el Estado de M¨¦xico y Puebla, cuenta con un dise?o de producci¨®n a cargo del nominado al Ariel Carlos Lagunas, quien recre¨® a detalle el esp¨ªritu de los a?os setenta. La estaci¨®n de polic¨ªa, el set m¨¢s importante de la serie, fue construido en los estudios Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, en Tlalnepantla, con unas dimensiones de casi medio campo de futbol y seis metros de alto, permitiendo que la c¨¢mara ¡ªde cinefot¨®grafos como Mar¨ªa Sarasvati Herrera (Cien a?os de soledad) o Alejandro Mart¨ªnez (House of the Dragon)¡ª pudiera desplazarse por distintos pasillos que conectaran con todas las habitaciones creadas, moverse 360 grados, filmar desde lo alto e, incluso, realizar tomas amplias que capturaran la esencia de la ¨¦poca.

La banda sonora, con versiones y temas de aquella d¨¦cada, ayudan a complementar el universo de Las azules; una curadur¨ªa sonora a cargo de Lynn Fainchtein, la gran supervisora musical del cine mexicano fallecida en marzo pasado. ¡°Ella fue una inspiraci¨®n con la m¨²sica mexicana de los setentas. Ella me present¨® a nuestro compositor Lucas Vidal (Ni una m¨¢s) y logr¨® terminar este proyecto y verlo en su totalidad. Lynn fue mi hermana, mi aliada y compa?era durante veinte a?os. Le debo toda la identidad de esta serie y la curiosidad musical que ha guiado mi carrera¡±, dice Rovzar.

Encontrar en el pasado la fuerza del presente

La actriz B¨¢rbara Mori descubri¨® con sorpresa e indignaci¨®n la manera en que se denigraba a Las azules. ¡°?C¨®mo es posible que les dieran minifaldas para salir a la calle, y silbatos, y no armas, para defender a la ciudadan¨ªa?¡±, se pregunt¨® al mirarse por primera vez portando el uniforme de Mar¨ªa, una mujer que, en plena crisis matrimonial, retoma sus sue?os perdidos y se une a la polic¨ªa para convertirse, alg¨²n d¨ªa, en una brillante detective.

Como parte del proceso de construcci¨®n de estos personajes, el elenco principal de esta serie se reuni¨® con Las azules originales. ¡°Entrevistarlas fue muy lindo¡±, recuerda Mori. Su charla con Atala Cristina P¨¦rez, la primera mujer polic¨ªa en ser ascendida al rango de capit¨¢n, le permiti¨® mirar desde otra perspectiva aquellos sentimientos que le indignaban a la hora de interpretar esta historia. ¡°Al hablar con ellas, nos dimos cuenta de que, en aquellos momentos, su percepci¨®n de las cosas era muy diferente a la nuestra en la actualidad. Lo que hoy nos indigna, y nos permite darnos cuenta de comentarios mis¨®ginos, agresivos y violentos, era invisible para sus ojos. A pesar de todo, ellas siempre se sintieron muy empoderadas, su minifalda la ve¨ªan como esa prenda novedosa y moderna de la ¨¦poca. En aquellos momentos, ellas no se dieron cuenta de que estaban siendo violentadas por los hombres¡±.

Para Natalia T¨¦llez, quien da vida a la aguerrida Valentina, ¡°voltear al pasado y recordar a las personas que abrieron camino es un acto revolucionario¡±. T¨¦llez afirma que ¡°hablar de la realidad que viven los hombres y la que sufren las mujeres nos lleva a descubrir muchas injusticias. Quisimos hacerlo de la manera correcta, que tocara puntos sensibles de los corazones y llegara a los lugares correctos¡±. Para Amorita Rasgado, quien, a trav¨¦s de Gabina, su personaje, experimenta el machismo y la misoginia como parte de una familia llena de polic¨ªas que le impiden seguir sus sue?os en la fuerza p¨²blica, Las azules ¡°podaron y sembraron un camino que, si no hubiera ocurrido en los setenta, no sabr¨ªa d¨®nde estar¨ªamos. Porque, aun a cincuenta a?os de distancia, en esta serie hay muchas escenas y di¨¢logos que siguen siendo exactamente iguales en nuestro¡±.

En el M¨¦xico del Siglo XXI, donde una mujer asumir¨¢ por primera vez en la historia la presidencia del pa¨ªs, pero donde las cifras de feminicidios han aumentado a niveles alarmantes, retomar la historia de Las Azules es, para Rovzar, una gran oportunidad de recordar aquella deuda hist¨®rica que el pa¨ªs tiene con un grupo de mujeres que, de alguna u otra forma, iniciaron una revoluci¨®n. ¡°Son unas guerreras. Yo esperaba encontrarme con personas duras y fuertes porque pens¨¦: ¡®si se forjaron en la polic¨ªa, deben tener piel gruesa y un car¨¢cter de hierro¡¯. Pero conoc¨ª a mujeres amables, respetuosas, sensibles, inteligentes y hasta chistosas. Ellas me mostraron que uno no tiene que sacrificar su humanidad para estar en la polic¨ªa. Yo creo que le debemos a esas mujeres un festejo, una marcha, una medalla, una estatua. Y nada de eso ha pasado. Ojal¨¢ que la serie ayude a cambiar la percepci¨®n que la polic¨ªa hoy tiene acerca de ellas y las ponga en el lugar que merecen¡±.

Las Azules llega al cat¨¢logo de Apple TV+ el 31 de julio con el estreno semanal de cada uno de sus diez episodios.

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