Ni la lluvia amedrenta a un Z¨®calo desbordado en el ¨²ltimo Grito de L¨®pez Obrador: ¡°Aqu¨ª hay un chingo de gente¡±
Miles de personas acuden a la plaza m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica a pesar del diluvio para celebrar la fiesta: ¡°Es un d¨ªa muy especial porque se retira nuestro presidente, que vino a abrir los ojos y las mentes de las personas que no pod¨ªamos hablar porque no hab¨ªa nadie que nos apoyara¡±
Quiz¨¢ no haya muchos pueblos con un sentimiento m¨¢s visceral del patriotismo que M¨¦xico, ese que obliga a llevarse la mano al coraz¨®n cuando suena el himno, a ponerse de pie en los estadios para honrar y corear la marcha b¨¦lica con gesto solemne, como hacen tambi¨¦n sus vecinos del norte: los Estados Unidos de Am¨¦rica, los Estados Unidos Mexicanos, tan similares incluso en el nombre, tan diferentes. A las patrias les gustan las banderas, las efem¨¦rides, los h¨¦roes. Nada de eso falta esta noche de domingo, de fiesta, en la plaza m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica, el Z¨®calo de Ciudad de M¨¦xico, cuadril¨¢tero de la pol¨ªtica nacional, contenedor de s¨ªmbolos mitol¨®gicos: la serpiente, el ¨¢guila y el nopal, Tenochtitlan y su templo mayor, la Coyolxauhqui y la Coatlicue, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y su ¨²ltimo Grito de Independencia.
No iba a dejar pasar la oportunidad L¨®pez Obrador, maestro de los fuegos artificiales pol¨ªticos y los ba?os de masas, de engalanarse de toda la parafernalia patria una vez m¨¢s desde su querido Z¨®calo para despedir sus a?os como presidente de la Rep¨²blica. Esta ha sido la ¨²ltima vez que desde el balc¨®n del Palacio Nacional el tabasque?o ha coreado los nombres de Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz de Dom¨ªnguez, Jos¨¦ Mar¨ªa Morelos, Leona Vicario, hero¨ªnas y h¨¦roes nacionales que se alzaron en armas para liberarse del dominio espa?ol en 1810. La efem¨¦ride dentro de la efem¨¦ride, el s¨ªmbolo dentro del s¨ªmbolo.
La lluvia deb¨ªa de sentirse tambi¨¦n nacionalista esta noche y no ha perdonado la cita, un diluvio b¨ªblico que ha hecho que muchos huyeran de la plaza. No est¨¢ escrito en la Constituci¨®n que no pueda uno ser patriota y a la vez ver el Grito con la ropa seca. El fervor patrio es com¨²n a ricos y pobres, pero a las clases adineradas de la capital les cuesta m¨¢s salir de casa un domingo por la noche. Son, m¨¢s bien, los trabajadores los que han desbordado por miles el Z¨®calo. Los habitantes de los barrios de invasi¨®n que le regatean metros al monte en Ecatepec, las profesoras, las reponedoras, los taxistas, los campesinos del M¨¦xico rural, los migrantes de Guerrero, Chiapas, Oaxaca, los pobladores de esa enorme periferia que amenaza con devorar al centro.
A sus 75 a?os, Nieves capeaba el diluvio con un chubasquero amarillo desde un costado de la Catedral. Ha venido desde Tlaxcala. ¡°No es la primera vez, hace a?os ven¨ªa cada a?o, pero como ya no vivo ac¨¢, ya nom¨¢s vengo de vez en cuando¡±. Antes viv¨ªa en Iztacalco, barrio humilde de la capital, y ¡°trabajaba, si no trabajo no como¡±, vendiendo botanas por las calles del centro. Le gusta L¨®pez Obrador, ¡°fue mejor que los dem¨¢s¡±.
Mar¨ªa Marta Mares tiene 60 a?os, trabaja en un supermercado, ha venido desde San Luis Potos¨ª con su pareja. ¡°Es un d¨ªa muy especial porque hoy se retira nuestro presidente, que vino a abrir los ojos y las mentes de las personas que no pod¨ªamos hablar porque no hab¨ªa nadie que nos apoyara. Soy empleada en una Bodega Aurrera, estoy en panader¨ªa y en rosticer¨ªa, y han cambiado mucho las cosas en el trabajo desde que ¨¦l nos apoy¨®: el sueldo, las horas, nuestra salida y entrada, nuestra hora de comida tambi¨¦n, porque no nos la respetaban, ahora s¨ª se respeta¡±.
Toda la parafernalia t¨ªpica de este d¨ªa est¨¢ presente: disfraces de los h¨¦roes, tocados de plumas, sombreros, bigotes postizos, caras pintadas. Con la lluvia, tambi¨¦n, miles de chubasqueros de colores. La enorme bandera del Z¨®calo quer¨ªa sumarse a la fiesta y ondear patri¨®ticamente al viento, pero, cada vez m¨¢s mojada, m¨¢s pesada, parec¨ªa perder la batalla. Por las calles que desembocan en la plaza avanzaban r¨ªos de gente, despu¨¦s del anochecer era ya casi imposible llegar al centro, hacerse un hueco.
¡ªAqu¨ª hay un chingo de gente.
Lo resum¨ªa uno de los asistentes que intentaba abrirse paso. Ha llegado a ser peligroso, como lo son las grandes aglomeraciones: corrientes de gente intentando avanzar, estampidas por la lluvia, golpes, codazos, empujones, desmayos. Grandes focos blancos sobre el Palacio Nacional funcionaban como un faro que guiaban a los mexicanos hasta el Z¨®calo. El cielo, encima, se ve¨ªa m¨¢s claro.
Cada pocos metros un puesto de comida, olores fuertes, calientes, el ma¨ªz asado, los tacos de costilla, churros con az¨²car, esquites, tortas, patatas fritas. Y, al final, los fuegos artificiales. Luis Ceruelos, de 42 a?os, vecino de la Cuauht¨¦moc, ha venido como una polilla a la luz solo para verlos. ¡°Me gusta la pirotecnia, la lluvia se va a quitar en un rato. La parte pol¨ªtica no me importa tanto, el chiste de esto es la celebraci¨®n y es una vez al a?o¡±.
Habr¨ªa muchos en la plaza como Ceruelos, convocados por la fiesta, pero los que m¨¢s llamaban la atenci¨®n eran los seguidores del presidente, disfrazados con sus m¨¢scaras, abanderados de sus pol¨ªticas, vendiendo y comprando amlitos. Casi todo lo que toca L¨®pez Obrador se convierte en un refer¨¦ndum sobre su figura. M¨¢s tras la aprobaci¨®n de una controvertida reforma judicial que reescribir¨¢ la Constituci¨®n y har¨¢ que los jueces sean elegidos por voto popular para, seg¨²n el dirigente, acabar con un sistema corrupto, medida que L¨®pez Obrador ha logrado menos de un mes antes de dejar el cargo, el 1 de octubre, gracias al transfuguismo y la colaboraci¨®n de una dinast¨ªa pol¨ªtica, los Yunes, sobrevolada por acusaciones de corrupci¨®n. Tambi¨¦n mientras vuelan las balas entre facciones del C¨¢rtel de Sinaloa en Culiac¨¢n y medio pa¨ªs se desangra o desaparece a manos de las mafias.
V¨ªctor Hern¨¢ndez, de 32 a?os, trabaja en un almac¨¦n en Nuevo Le¨®n y no quer¨ªa perderse la cita. ¡°Nos venimos en bus hace tres d¨ªas y ya nos regresamos el martes, m¨¢s que nada por ver el ¨²ltimo Grito de L¨®pez Obrador. En lo personal no hemos sido muy partidarios de la pol¨ªtica, pero desde que entr¨® ese se?or la estamos siguiendo m¨¢s de cerca. Siempre ha estado la derecha, y llega la izquierda y es algo diferente, ?no? Tiene sus pros y sus contras, yo creo que no va a arreglar en seis a?os lo que ha dejado la derecha en 70 a?os gobernando, pero aport¨® un poquito y el hecho de hacer enojar a las c¨²pulas, quitarle privilegios a los que siempre los han tenido, me parece favorable. Su contra a lo mejor es la inseguridad, nos est¨¢ fallando un poquito, no est¨¢ perfecto el pa¨ªs¡±.
Ni la lluvia ha podido detener la fiesta, que era, realmente, lo importante hoy. Unos pocos minutos de coreograf¨ªa militar, el Grito desde el balc¨®n, y M¨¦xico se lanza a la m¨²sica, el concierto de la Banda MS, el baile, la comida y los tragos. El lunes no hay que trabajar. Y la patria no cumple a?os todos los d¨ªas.
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