El fen¨®meno de los ¡®Amlitos¡¯: el mu?eco de L¨®pez Obrador que se ha popularizado en las calles de M¨¦xico
En torno a la alta popularidad del presidente mexicano se ha desarrollado toda una industria de objetos alrededor de su imagen, que da trabajo a cientos de familias
En las calles del centro de Ciudad de M¨¦xico cada vez pueden verse m¨¢s productos con la imagen de un simp¨¢tico anciano sonriente: el presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Hay peluches, tazas, pines, camisetas, calcetines y hasta un mu?eco que habla. Se podr¨ªa pensar que se trata de una estrategia gubernamental de publicidad, sin embargo, tiene que ver con toda una industria en la que trabajan cientos de familias y que surgi¨® a ra¨ªz de la alta popularidad del presidente (en torno a un 65% de aprobaci¨®n). El ¨¦xito de los Amlitos ha sorprendido a los expertos en publicidad y a los propios pol¨ªticos, convirti¨¦ndolos en todo un fen¨®meno.
Amlito son las siglas para referirse de manera cari?osa a Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador o AMLO, como muchos conocen al presidente. La idea del dise?o surgi¨® de la cabeza de Jos¨¦ Hern¨¢ndez, m¨¢s conocido como Hern¨¢ndez, un famoso caricaturista muy cercano a la figura del presidente. ¡°En 2006, durante la campa?a electoral y antes de que nos hicieran fraude, la oposici¨®n hab¨ªa lanzado el mensaje de que L¨®pez Obrador era un peligro para M¨¦xico. As¨ª que para contraatacar se me ocurri¨® dibujar al candidato de manera simp¨¢tica y alegre¡±, cuenta el monero a este diario. As¨ª surgi¨® el ¡°Amlito¡±, al que le acompa?aba la frase: ¡°Sonr¨ªe, vamos a ganar¡±. El dibujo fue utilizado en otras campa?as electorales, aunque no fue hasta las elecciones de 2018 cuando se produjo el boom. La gente empez¨® a imprimir stickers, camisetas, mu?ecos, llaveros y el dise?o se populariz¨® entre los seguidores del presidente por todo el pa¨ªs.
Aunque Hern¨¢ndez tiene registrado el dise?o ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI), asegura que se trata de un dibujo que ya no le pertenece. ¡°El Amlito es del pueblo y me da mucho gusto que la gente lo utilice para vender sus productos¡±. Cuenta que al principio coleccionaba las cosas que iban saliendo y que lo m¨¢s extravagante que ha encontrado son s¨¢banas y toallas con la cara de L¨®pez Obrador y los famosos ¡°Amlitros¡±, envases de pl¨¢stico para beber pulque o cerveza. ¡°El Amlito es una caricatura amable del presidente, con el pelo blanco, los ojos peque?os, los dientes prominentes y un remolino en el pelo que lo hace inconfundible¡±, dice el dibujante, quien se inspir¨® en el trabajo de Quino, autor de Mafalda, y en Charles M. Schultz, creador de Charlie Brown, para su dise?o. ¡°La verdad es que jam¨¢s imagin¨¦ el ¨¦xito que tendr¨ªa¡±, reconoce.
¡ª?Y qu¨¦ opina el presidente del Amlito?
¡ªMe sonri¨® y me dijo que ¡°estaba muy ching¨®n¡±.
Armando Ruiz, experto en mercadotecnia y creador del podcast Marketing para llevar, se?ala que no es la primera vez que en M¨¦xico se hace una caricatura de un pol¨ªtico para vender productos, sin embargo, lo extra?o es que en esta ocasi¨®n se haga desde un ¨¢ngulo positivo. ¡°Lo m¨¢s parecido es el caso de Carlos Salinas, sin embargo, estos productos fueron creados de manera negativa, para denostar al personaje¡±, agrega. ¡°El dise?o del Amlito toma rasgos del personaje y los hace amigables para la familia, un poco como sucede con el mu?eco del doctor Simi¡±, apunta el experto, en referencia a la botarga que representa a una cadena de farmacias.
Ruiz se?ala que el fen¨®meno de los Amlitos solo es posible porque existe un mercado que desea comprarlos. La mayor¨ªa de los puestos de recuerdos y artesan¨ªas que hay en el Centro Hist¨®rico lo acreditan, en todos ellos aparece la cara del presidente. ¡°Si existen productos es porque hay p¨²blico listo para comprarlos¡±, se?ala. El experto en marketing ha analizado este y otros fen¨®menos entre el p¨²blico mexicano y concuerda en que se deton¨® una industria en torno a la figura de L¨®pez Obrador porque existe una conexi¨®n emocional con el personaje. ¡°En marketing este fen¨®meno se conoce como lovemark, es decir, se establece un v¨ªnculo emocional con una marca, como sucede con los equipos de f¨²tbol, por ejemplo¡±, se?ala.
El ¨¦xito de los peluches con la cara de L¨®pez Obrador creci¨® muy r¨¢pido entre los seguidores del pol¨ªtico durante la campa?a de 2018 ¡ª a?o en el que se convirti¨® en presidente¡ª y se ha extendido a¨²n m¨¢s durante sus seis a?os de mandato. En una esquina del Z¨®calo, entre Palacio Nacional [la residencia presidencial] y la Catedral, Armando Monter vende cada d¨ªa cientos de objetos de L¨®pez Obrador, entre ellos, muchos Amlitos. En su tarjeta pone adem¨¢s que es el presidente del Frente Obradorista Nacional, un grupo vinculado a la llamada cuarta transformaci¨®n. ¡°Ahora mismo somos 40 familias que vivimos de fabricar y vender la mayor¨ªa de estos productos¡±, cuenta. La carpa que regenta es de un tama?o considerable y la gente no para de acercarse. ¡°?A cu¨¢nto da este peluche?¡±, pregunta una se?ora. ¡°Ese a 200 [pesos], se?o, este que habla con siete frases del presidente a 650 (unos 30 d¨®lares)¡å, responde el vendedor. Hay encendedores, paraguas, pantuflas, tarros de cerveza, bolsos, aretes, carteras, muchos mu?equitos, imanes para el refri y hasta un busto de tama?o natural.
Valeria y sus amigas tienen 20 a?os y est¨¢n comprando varias cosas. ¡°Llevo unas calcetas para mi mam¨¢ y un llavero de peluche para m¨ª¡±, dice la chica. Todas ellas est¨¢n de acuerdo en que quieren llevarse un recuerdo del presidente saliente porque ha sido ¡°el primer presidente de izquierda en M¨¦xico¡± y ¡°alguien que ha hecho mucho por los ancianos y la gente joven¡±, se?alan. Las chicas no pudieron votar en las elecciones de 2018, sin embargo, en las pasadas del 2 de junio, todas, excepto una, reconocen que votaron por Claudia Sheinbaum, heredera pol¨ªtica de L¨®pez Obrador.
La industria que se ha desarrollado estos a?os tambi¨¦n aspira a seguir vendiendo figuras de Claudia Sheinbaum, aunque el dise?o de la futura presidenta no tiene tanto p¨²blico. A la gente le gusta m¨¢s el Amlito. En Xonacatl¨¢n, Estado de M¨¦xico, la f¨¢brica Peluches Alacr¨¢n produce cada semana unos 10.000 peluches de L¨®pez Obrador que venden por encargo a comerciantes de todo el pa¨ªs. ¡°Es uno de los peluches que tiene m¨¢s demanda¡±, dice la jefa del taller, Betty Saavedra, quien reconoce que tiene el suyo en casa.
Xonacatl¨¢n, a pocos kil¨®metros de Toluca, en el Estado de M¨¦xico, es famoso por ser el pueblo de los peluches. All¨ª la mayor¨ªa de las familias se dedican a esta industria desde hace d¨¦cadas. Sin embargo, Saavedra reconoce que es la primera vez que hacen peluches con la cara de un presidente. ¡°Creo que todos quieren un Amlito de peluche para recordar al presidente porque ha sido muy querido¡±, dice la mujer. La f¨¢brica ofrece varias opciones, una para cada bolsillo: ¡°Los de 50 cent¨ªmetros y con traje negro cuestan 180 pesos (unos nueve d¨®lares); los de tama?o mediado cuestan 85 pesos (cuatro d¨®lares) y los m¨¢s chiquitos para poner en el carro, 45 pesos (dos d¨®lares)¡±, apunta Saavedra.
El experto en marketing se?ala que existe una relaci¨®n directa entre el boom de los peluches de L¨®pez Obrador, el fen¨®meno kawai de Jap¨®n y la llegada de tiendas como Miniso, que venden cada d¨ªa miles de estos mu?ecos con aspecto tierno, siguiendo la est¨¦tica de Hello Kitty, por ejemplo. ¡°El p¨²blico mexicano recibi¨® esta est¨¦tica con los brazos abiertos y era el paso natural que el peluche de AMLO se convirtiera en un ¨¦xito, en un token, un s¨ªmbolo¡±, apunta Ruiz. Armando Monter lo tiene claro, de los cientos de objetos que vende, su favorito es un peluche del presidente hecho en material muy suave y muy parecido a la est¨¦tica kawai que comenta Ruiz. ¡°Seas m¨¢s af¨ªn o menos af¨ªn pol¨ªticamente a L¨®pez Obrador, lo que es innegable es lo que ha logrado en t¨¦rminos de branding¡±, se?ala el especialista. ¡°Si hubieran hecho una campa?a publicitaria desde el Gobierno, la gente no le hubiera dado tanto amor¡±, comenta.
Este es el caso sucedido en Venezuela, por ejemplo, donde tambi¨¦n se hicieron mu?ecos de acci¨®n con la imagen del presidente Nicol¨¢s Maduro. Le llamaron S¨²per Bigote. El producto no cuaj¨®. ¡°Lo regalaron a todos los ni?os pero no se convirti¨® en un token, m¨¢s bien fue visto como una campa?a de blanqueamiento de la imagen de Maduro¡±, explica Ruiz. El ¨¦xito de los Amlitos, sin embargo, se trata de un fen¨®meno que surge del propio inter¨¦s del p¨²blico y que se asemeja al ¨¦xito generado por la imagen de Frida Kahlo, presente en todo tipo de artesan¨ªas, ropa y souvenirs. Como menciona su creador, el Amlito se convirti¨® en algo que le pertenece a la gente y que acab¨® siendo parte del imaginario colectivo.
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