El tercer informe de la comisi¨®n de Ayotzinapa refuerza las tesis de L¨®pez Obrador: minimiza la tortura a los detenidos y enfatiza las b¨²squedas

Publicado este mi¨¦rcoles, el tercer y ¨²ltimo informe de la comisi¨®n presidencial del caso Ayotzinapa antes del fin del Gobierno ha tomado la senda de las tesis del presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, centrada en se?alar enemigos y lamentar errores pasados. Dividido en cinco grandes apartados y dos secciones especiales, el informe enfatiza el aumento de las b¨²squedas en campo, cuestiona la presunta tortura que sufrieron decenas de detenidos, liberados hace a?os por ello, y redunda en la frustraci¨®n de los informes anteriores: a 10 a?os del ataque contra los normalistas, se sabe poco sobre su destino.

El documento retoma el n¨²cleo de las exigencias de las familias estos ¨²ltimos a?os, la entrega de cientos de documentos de espionaje miliar a la red criminal de Iguala, Guerrero, lugar del ataque contra los estudiantes. La exigencia nace de dos oficios que se hicieron p¨²blicos en 2021, que recog¨ªan, entre otros detalles, un intercambio de mensajes entre un presunto l¨ªder criminal de la zona y un jefe policial, sobre el traslado de 17 estudiantes, la noche misma del ataque, mientras estaba siendo desaparecidos.

Las familias de 43 estudiantes desaparecidos consideran que la publicaci¨®n de ese documento en 2021 implica la existencia de otros parecidos. El Gobierno y el Ej¨¦rcito han entregado algunos estos a?os, pero que apenas ampl¨ªan la informaci¨®n de los primeros. Las familias y sus abogados han entregado listados de los documentos faltantes, que el Gobierno dicen que, o bien no existen, o no aparecen. En el tercer informe, sus autores emplean la mitad de sus 112 p¨¢ginas para decir esto mismo.

Este mi¨¦rcoles, L¨®pez Obrador se ha referido al tercer informe de la comisi¨®n en su conferencia de prensa matutina. El presidente ha proyectado la carta que ha mandado a las familias de los 43, que acompa?a al texto. En la carta, desvela que el primer responsable de la comisi¨®n, Alejandro Encinas, negoci¨® la colaboraci¨®n de uno de los presuntos cabecillas del grupo criminal que atac¨® a los estudiantes, Gildardo L¨®pez Astudillo, alias El Gil, a cambio de que M¨¦xico no extraditara a Abimael Gonz¨¢lez, El Cuini, un l¨ªder del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) a Estados Unidos.

No hay certeza sobre las motivaciones de El Gil para hacer esta petici¨®n. El grupo criminal con el que trabajaba, Guerreros Unidos, manejaba un importante negocio de producci¨®n y trasiego de hero¨ªna y otras drogas a Estados Unidos. En sus declaraciones como testigo protegido, de 2020 en adelante, el mismo L¨®pez Astudillo se?alaba que el grupo criminal ten¨ªa presencia, adem¨¢s de en Guerrero, en ¡°Puebla, Quintana Roo, Guanajuato, Quer¨¦taro, Tabasco y Tijuana¡±. L¨®pez Obrador ha dicho que aunque El Gil les ayud¨® al principio, luego dej¨® de hacerlo. Despu¨¦s de a?os de colaboraci¨®n, la Fiscal¨ªa lo detuvo de nuevo en agosto por un viejo cargo de tr¨¢fico de drogas. Una fuente cercana a las investigaciones que ha consultado EL PA?S se?ala que El Gil y el l¨ªder del CJNG se conocieron en la prisi¨®n de El Altiplano y ah¨ª se hicieron amigos.

En el informe tratan tambi¨¦n el asunto. El texto explica que el Gobierno ha seguido negociando con El Cuini, quien, por alg¨²n motivo, podr¨ªa tener informaci¨®n del paradero de los estudiantes. ¡°En septiembre de este a?o, se dialog¨® con dicho l¨ªder criminal. La respuesta del Gobierno de M¨¦xico fue puntual: si en un breve plazo proporcionaba informaci¨®n veraz de la ubicaci¨®n de los j¨®venes desaparecidos y las pruebas de identificaci¨®n gen¨¦tica daban positivo, podr¨ªa continuar sus procesos penales en M¨¦xico y obtener, para quienes le ayudaran, la amnist¨ªa y recompensas. Al momento de redactar este informe, el di¨¢logo contin¨²a aunque no se ha recibido ninguna informaci¨®n¡±.

Sorprenden las palabras del presidente en la carta que ha enviado a las familias acompa?ando el informe, por el lugar casi marginal que ocupa Encinas, se?alado de arrimar a los investigadores con El Gil, convertido, este ¨²ltimo, en uno de los enemigos principales de la verdad para el Gobierno saliente. Despu¨¦s de casi cinco a?os al frente de la comisi¨®n y de la subsecretar¨ªa de Derechos Humanos de Gobernaci¨®n, Encinas dej¨® el cargo a finales de 2023, desgastado por su relaci¨®n tirante con el Ej¨¦rcito, las cr¨ªticas de las familias de los 43 y el mismo presidente, que le acus¨® veladamente de colocarse demasiado cerca de los abogados de las familias y las organizaciones de derechos humanos.

El tercer informe aprovecha tambi¨¦n para golpear al antiguo encargado de la comisi¨®n. En las primeras p¨¢ginas, el texto enfatiza el aumento exponencial de las b¨²squedas en campo. ¡°En lo que va de 2024 se han realizado acciones de b¨²squeda de los j¨®venes desaparecidos en 294 sitios, tres veces m¨¢s que el a?o anterior¡±, se?ala el texto. Este aumento, reconocen sus autores, responde a la petici¨®n del presidente de apurar opciones, sean cuales sean. ¡°Esta comisi¨®n visit¨® penales federales y locales en los que est¨¢n recluidas diversas personas relacionadas con el caso, se?ala el texto.

Uno de los cap¨ªtulos m¨¢s llamativos, el seis, apunta a una de las obsesiones del presidente L¨®pez Obrador en el caso, la famosa sentencia 203/2017, en que un tribunal de Tamaulipas ordenaba reiniciar la investigaci¨®n del caso Ayotzinapa, por la enorme cantidad de irregularidades registradas en los primeros a?os de las pesquisas, durante el Gobierno de Pe?a Nieto (2012-2018). Producto de esa sentencia, recuerda ahora el informe, m¨¢s de 60 presuntos implicados en el ataque quedaron libres.

En muchos de esos casos, los acusados quedaron en libertad porque sus defensas alegaron que los agentes captores los hab¨ªan torturado. La sentencia en realidad no desvelaba nada nuevo al respecto. Las denuncias de tortura en el caso ven¨ªan de lejos. En un informe de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas sobre el caso, publicado en 2018, meses antes de que saliera la sentencia, sus autores denunciaban que contaban con ¡°fuertes elementos de convicci¨®n sobre la comisi¨®n de tortura, detenciones arbitrarias y otras violaciones de derechos humanos¡± en contra de decenas de detenidos.

Ahora, la comisi¨®n presidencial ha dedicado un apartado del cap¨ªtulo seis a se?alar las presuntas irregularidades que el tribunal cometi¨®. Primero, explican, el tribunal obvi¨® el motivo del amparo que origin¨® la sentencia, si uno de los primeros detenidos, Miguel ?ngel Landa, alias Duva, pertenec¨ªa o no a Guerreros Unidos. En cambio, se?alan, ¡°el tribunal incluy¨® aspectos sobre la desaparici¨®n forzada y ejecuci¨®n extrajudicial de los normalistas que nada ten¨ªa que ver con el problema que se planteaba en el amparo, que era resolver si El Duva pertenec¨ªa o no al grupo Guerreros Unidos (motivo por el que fue procesado), limit¨¢ndose a conceder el amparo contra el auto de formal prisi¨®n y con esto resolver plenamente el fondo del asunto planteado¡±.

Y luego, a?aden, cuando exigi¨® a la vieja Fiscal¨ªa que realizara los estudios correspondientes para determinar si los detenidos hab¨ªan sufrido tortura. Seg¨²n el informe, el tribunal no dio tiempo a que los investigadores lo hicieran de manera adecuada, as¨ª que en los casos en que la Fiscal¨ªa no mand¨® sus informes, determin¨® que la tortura exist¨ªa. ¡°El tribunal determin¨® que la mayor¨ªa [de las declaraciones] eran autoincriminatorias y presuntamente hab¨ªan sido obtenidas mediante tortura. Tambi¨¦n declar¨® que las imputaciones o se?alamientos de los coacusados constitu¨ªan prueba il¨ªcita, desestimando 19 declaraciones relacionadas con el caso. Esto, al margen de que las personas hayan alegado o no actos de tortura¡±, insisten.

Y acaban: ¡°Algunos de estos procesados liberados por efecto de la sentencia s¨ª participaron en la ejecuci¨®n y desaparici¨®n de los j¨®venes. Esto queda de manifiesto cuando uno de los supuestamente torturados, poco despu¨¦s de ser liberado, afirm¨® en calidad de testigo colaborador que ¨¦l formaba parte de los Guerreros Unidos y particip¨® en la desaparici¨®n de los j¨®venes¡±, dice, en referencia a El Gil. En realidad, El Gil, en sus declaraciones como testigo protegido siempre se coloca lejos de la agresi¨®n contra los muchachos.

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