¡°Bienvenidos a Culiac¨¢n¡±: una camioneta llena de cuerpos, el nuevo mensaje de la narcoviolencia en Sinaloa
L¨®pez Obrador viaj¨® a El Rosario como parte de su gira de despedida mientras en el Estado est¨¢ desatada una batalla campal entre grupos delictivos
¡°Bienvenidos a Culiac¨¢n¡±. El mensaje est¨¢ escrito con spray en las puerta lateral de una camioneta. Dentro del veh¨ªculo, al menos cinco cuerpos con impactos de bala. La narcoviolencia no da tregua en el Estado del norte, donde est¨¢ desatada una batalla campal por el control del Cartel de Sinaloa, desde el arresto de uno de sus fundadores, Ismael El Mayo Zambada, y de Joaqu¨ªn Guzm¨¢n L¨®pez, uno de los hijos de El Chapo. Las autoridades cifran ya en m¨¢s de 100 los muertos y otro centenar los desaparecidos desde que hace tres semanas se desatara la guerra entre facciones. El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador viaj¨® el viernes en la noche a El Rosario, al sur de Sinaloa, mientras el Estado trata de contener las llamas.
Los cad¨¢veres estaban atados con cobijas en la caja de la camioneta, seg¨²n ha revelado el peri¨®dico Noroeste, con las puertas traseras abiertas, para que se viera desde fuera. Una llamada an¨®nima avis¨® del veh¨ªculo colocado sobre la calzada Heroico Colegio Militar, en la salida sur de la capital de Sinaloa. Mientras los agentes de seguridad precintaban la zona, a casi 300 kil¨®metros de all¨¢, en el sur del Estado, L¨®pez Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, llegaban a El Rosario para inaugurar una presa. Acompa?ados de un fuerte operativo de seguridad, las dos realidades conviven en el Estado gobernador por el morenista Rub¨¦n Rocha.
Cada d¨ªa se suman nuevos asesinatos. Fueron 10 el viernes, 12 el jueves, siete el mi¨¦rcoles: en total m¨¢s de 100 muertos desde que el 9 de septiembre comenzara el fuego cruzado. Por el camino, por lo menos otro centenar de desaparecidos, una docena de militares heridos y cinco fallecidos, casi 150 veh¨ªculos robados. Al Estado han llegado de refuerzo cientos de integrantes de las fuerzas de seguridad federales, pero la violencia no cede. ¡°Lamentablemente siguen los eventos violentos, estamos atacando eso¡±, ha dicho este s¨¢bado Rocha, que ha reconocido la muerte anoche de tres militares: ¡°Es el costo lamentable de la b¨²squeda de la tranquilidad de la poblaci¨®n, lo que m¨¢s importa es que la gente viva segura y a como se venga tenemos que enfrentar¡±.
Hace ya dos meses que desapareci¨® la tranquilidad en Sinaloa. El 25 de julio, Estados Unidos anunci¨® que hab¨ªa arrestado en una base a¨¦rea de Nuevo M¨¦xico al fundador del Cartel de Sinaloa, el eterno pr¨®fugo de la justicia, El Mayo Zambada. El capo hab¨ªa sido entregado en un avi¨®n por Joaqu¨ªn Guzm¨¢n L¨®pez, conocido como El G¨¹ero. El veterano criminal acus¨® al hijo del Chapo de haberle tendido una emboscada y haberlo llevado contra su voluntad a Estados Unidos.
En la versi¨®n de Zambada, recibi¨® una invitaci¨®n de Joaqu¨ªn Guzm¨¢n L¨®pez para reunirse con H¨¦ctor Cu¨¦n, exalcalde de Culiac¨¢n y exrector de la Universidad de Sinaloa, y con el gobernador Rub¨¦n Rocha. El objetivo era dirimir ¡°diferencias¡± entre los dos pol¨ªticos, adversarios desde hace a?os. Al llegar a ese supuesto encuentro, Zambada fue golpeado, sometido y trasladado a un avi¨®n que aterriz¨® horas despu¨¦s al otro lado de la frontera. Ese mismo d¨ªa, Cu¨¦n fue asesinado. La Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica investiga el crimen y tambi¨¦n ha acusado a Guzm¨¢n L¨®pez del secuestro de Zambada.
M¨¦xico acus¨® a Estados Unidos de no haberles compartido informaci¨®n suficiente sobre c¨®mo se fragu¨® esta detenci¨®n. Hace solo unos d¨ªas, L¨®pez Obrador culp¨® incluso a su vecino del norte de haber creado una ola de violencia que ahora no se pod¨ªa contener. ¡°Debido a ese arreglo, que todav¨ªa no conocemos en qu¨¦ consisti¨®, nos produjo a nosotros en Sinaloa la confrontaci¨®n que se est¨¢ dando¡±, ha dicho el presidente. El embajador estadounidense en el pa¨ªs, Ken Salazar, rechaz¨® la acusaci¨®n: ¡°Lo que se est¨¢ viendo en Sinaloa no es culpa de Estados Unidos, la realidad es que hay un problema de inseguridad y violencia¡±. Mientras tanto, cada d¨ªa, el Estado contiene el miedo y cuenta los muertos.
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