Miles de migrantes llegan a Chiapas ante la posibilidad de pedir refugio en Estados Unidos desde la frontera sur de M¨¦xico
La aplicaci¨®n CBP One permite desde este verano hacer el tr¨¢mite en Chiapas y Tabasco. M¨¢s de 800.000 personas han entrado de manera irregular al pa¨ªs en el ¨²ltimo a?o
Hace un a?o que Yessica sali¨® embarazada de Venezuela para buscar un futuro mejor lejos de la crisis econ¨®mica y pol¨ªtica que vive su pa¨ªs. El destino: Estados Unidos. A 5.000 kil¨®metros de distancia. El poquito dinero que ahorr¨®, el cansancio de caminar con los pies hinchados por el embarazo y los peligros del camino convirtieron el viaje de ella y su familia en una carrera de obst¨¢culos. Yessica viaja junto a sus tres hijos, su esposo, su hermano y su madre. ¡°Hemos pisado Colombia, Panam¨¢, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y ahora M¨¦xico¡±, dice la mujer de 34 a?os, desde un albergue en Tapachula, en el Estado fronterizo de Chiapas. El beb¨¦ naci¨® durante las lluvias del verano, en mitad de la selva guatemalteca. ¡°Fue muy duro¡±, cuenta. ¡°Aunque lo m¨¢s duro est¨¢ siendo el paso por M¨¦xico¡±, agrega. ¡°Nos secuestraron cuando cruzamos el r¨ªo, nos metieron en una casa y tuvimos que pagar 100 d¨®lares por cada uno para que nos dejaran ir¡±. En total, tuvieron que pagarle al cartel 800 d¨®lares para escapar. Ahora, contin¨²an a la espera de que las autoridades estadounidenses les den cita para solicitar asilo en ese pa¨ªs. La aplicaci¨®n CBP One de Aduanas y Fronteras permite desde este verano hacer el tr¨¢mite desde la frontera sur de M¨¦xico y esperar ah¨ª hasta ser llamados.
Este hecho, sumado a las crisis por la violencia en varios pa¨ªses, ha duplicado las entradas irregulares, especialmente de migrantes de Venezuela, Ecuador, Honduras y Guatemala. Los datos sobrepasan ya las 828.000 personas en lo que va de 2024, seg¨²n datos oficiales. M¨¢s de lo registrado por las autoridades durante todo 2023. Huyen de la violencia, la pobreza y los efectos del cambio clim¨¢tico. De todos ellos, unos 97.000 son ni?os. Las im¨¢genes de las caravanas multitudinarias con miles de personas han dado paso a grupos m¨¢s peque?os, pero el goteo de personas es constante en esta frontera porosa. Lo saben las autoridades, los polleros, los narcos, los lancheros que cruzan el r¨ªo Suchiate y la poblaci¨®n local. ¡°La gente tiene mucha esperanza en esa aplicaci¨®n, ha aumentado la gente m¨¢s de un 100%¡±, dice el sacerdote C¨¦sar Ca?averal, administrador del albergue para migrantes Bel¨¦n, en Tapachula.
El sentimiento de la mayor¨ªa de personas en tr¨¢nsito se parece. ¡°Lo hacemos para tener una vida mejor¡±, dice Javier, venezolano de 37 a?os, que muestra la solicitud del CBP One en su celular. ¡°Y lo hacemos por nuestros hijos¡±, le interrumpe un paisano. Javier lleg¨® hace 15 d¨ªas a Tapachula. Antes de eso, estuvo trabajando cinco a?os en Chile, pero las autoridades de aquel pa¨ªs dictaminaron su expulsi¨®n. En el Parque Central de Tapachula, junto a la iglesia, se re¨²ne con otros paisanos para trabajar. El mosaico de caras y acentos hace evidente que la ciudad se ha convertido en uno de los puntos neur¨¢lgicos de la migraci¨®n en M¨¦xico. En las ma?anas, Javier vende caf¨¦ a precios econ¨®micos y, por las tardes, ofrece chips para celulares y transferencias de dinero de las tiendas cercanas. Con ello se saca una peque?a comisi¨®n. ¡°Ayer me hice 150 pesos [unos 7 d¨®lares], pero la vida est¨¢ muy cara; ac¨¢ todo cuesta¡±, comenta.
Tapachula se ha convertido en un reflejo de lo que sucede en otras partes de Chiapas. La disputa territorial entre grupos criminales ha alcanzado la ciudad fronteriza. Asesinatos, extorsiones y secuestros est¨¢n a la orden del d¨ªa. El pasado 1 de octubre, seis migrantes que viajaban en la caja de un cami¨®n, no muy lejos de la ciudad, fueron asesinados a manos del Ej¨¦rcito en un ret¨¦n de la carretera entre Huixtla y Villa Comaltitl¨¢n. Ellos y los sobrevivientes, algunos procedentes de Egipto, El Salvador y Per¨², llevaban un sello en el brazo para ser identificados. El tr¨¢fico de personas es un negocio igual o m¨¢s rentable que el tr¨¢fico de drogas y el de armas. Este lunes, los cuerpos de otros dos migrantes de El Salvador fueron encontrados en un ca?averal. Ten¨ªan un disparo en la cabeza. Mientras tanto, las organizaciones y las iglesias se han manifestado en contra de la violencia. M¨¢s de 3.000 evang¨¦licos se juntaron hace dos semanas en el centro de Tapachula para rezar y exigir un alto el fuego. Por su parte, la di¨®cesis ha acusado directamente al Ej¨¦rcito de tener nexos con el narco y estar involucrado en delitos de secuestro y extorsi¨®n. ¡°Los migrantes son los m¨¢s pobres de los pobres y como Iglesia no podemos permitir este tipo de abusos y muertes¡±, dice C¨¦sar Ca?averal.
Tres chicos acaban de bajar de una balsa en la orilla del r¨ªo Suchiate, la frontera natural entre M¨¦xico y Guatemala. El miedo en sus rostros y el nerviosismo les hacen caminar deprisa. Tienen 25, 27 y 30 a?os. Solo responden que son de Venezuela y que salieron huyendo por la crisis en su pa¨ªs despu¨¦s de las elecciones. Seg¨²n desembarcan, varios hombres en moto se acercan a los migrantes y tratan escoltarlos. Ese suele ser el paso previo al secuestro. Despu¨¦s, les llevar¨¢n a alg¨²n lugar retirado y les obligar¨¢n a subir a un transporte; puede que a otros los encierren directamente, igual que le sucedi¨® a Yessica y a su familia.
Las autoridades, en respuesta a la violencia de estas semanas, han instalado m¨¢s operativos en las salidas de la ciudad y las carreteras que conectan con los municipios fronterizos. El Ej¨¦rcito, la Guardia Nacional, la Fiscal¨ªa del Estado y la polic¨ªa municipal dan el alto de manera aleatoria y revisan veh¨ªculos y a sus ocupantes. Entre inmensos campos de pl¨¢tanos verdes, en la carretera que va a la fronteriza Ciudad Hidalgo, un ret¨¦n de la Guardia Nacional vigila los autos que aminoran el paso. Al lado hay un control del Instituto Nacional de Migraci¨®n (INM). Los agentes acaban de parar a un grupo que caminaba por el borde de la carretera y los suben a una camioneta. Las personas son llevadas a la estaci¨®n de detenci¨®n para migrantes Siglo XXI, a unos 40 kil¨®metros al norte de ah¨ª. El INM intent¨® cambiar su imagen despu¨¦s de la tr¨¢gica muerte de 40 hombres en una estaci¨®n migratoria en Ciudad Ju¨¢rez, Chihuahua. Sin embargo y pese al intento de lavado de cara, el lugar sigue teniendo el aspecto de lo que es: el centro de detenci¨®n de migrantes m¨¢s grande del pa¨ªs.
Yolimar, de 36 a?os, acaba de salir del centro de detenci¨®n. Tiene la mirada triste y el cuerpo cansado. Pese a todo, bromea con sus hijos y trata de animarles. ¡°Yo pensaba que lo iban a pasar peor, pero ellos ven todo esto como una aventura y yo intento que no les afecte¡±, dice mientras les abraza. Ella, los cuatro ni?os y su perrita Serenata, salieron de Caracas hace un mes. Su destino: Chicago, donde vive su marido. Para llegar hasta Tapachula, la familia atraves¨® el infierno del Dari¨¦n a pie. Una espesa selva entre Colombia y Panam¨¢ de la que muchos no salen vivos. ¡°Vimos varias personas muertas. Una madre y su hija murieron dentro de una tienda de campa?a y no pudimos hacer nada por ellas. Despu¨¦s, la polic¨ªa en Costa Rica nos rob¨® 300 d¨®lares y ahora se nos acab¨® el dinero para continuar¡±, dice con los ojos tristes. Al llegar a M¨¦xico decidi¨® entregarse a Migraci¨®n. El INM le dio un permiso para moverse por Chiapas hasta que se resuelva su tr¨¢mite de visa humanitaria. Sin embargo, su idea es seguir hacia el norte. Si saliera de Chiapas, podr¨ªa ser detenida de nuevo o incluso deportada a Venezuela.
Los refugios de Tapachula est¨¢n llenos y la mayor¨ªa excede su capacidad, como por ejemplo, el albergue Bel¨¦n. Con un m¨¢ximo de 150 plazas, tiene en estos momentos 270 personas alojadas y otras m¨¢s esperan en la puerta para ser atendidas. ¡°No han dejado de llegar migrantes, pero con la aplicaci¨®n empez¨® a ingresar m¨¢s gente,¡±, se?ala el sacerdote Ca?averal.
Pese a la alta concentraci¨®n de migrantes, la regi¨®n no cuenta con infraestructura suficiente para atender a las personas en tr¨¢nsito. Muchos de ellos duermen y sobreviven en la calles, como pueden. La mayor¨ªa de estas personas llegan con la esperanza de seguir hacia el norte, aunque son cada vez m¨¢s los que optan por quedarse a vivir en M¨¦xico y buscan el estatus como refugiados en el pa¨ªs. La Comisi¨®n Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) entreg¨® en 2023 cerca de 129.000 visas humanitarias, principalmente a ciudadanos de Hait¨ª, Honduras, Cuba y Guatemala. ¡°Hemos percibido que este a?o las solicitudes van al alza, actualmente atendemos a 400 personas cada d¨ªa¡±, se?ala C¨¦sar Eloa, encargado del ?rea de Registro de la Comar, en Tapachula.
La implementaci¨®n del CBP One desde la frontera sur ha permitido reducir la concentraci¨®n de migrantes en ciudades fronterizas como Ju¨¢rez, Tijuana o Piedras Negras, sin embargo, eso no salva de los riesgos que implica el camino. La incertidumbre es total. Una vez es asignada la fecha de la cita, deber¨¢n presentarse ante el puesto fronterizo indicado por sus propios medios. El procedimiento sigue siendo confuso para muchos y la desinformaci¨®n campa a sus anchas. ¡°Las autoridades tratan de cansarlos y desorientarlos para que desistan, pero ellos van a seguir adelante, aunque les cueste la vida¡±, afirma el director del albergue Bel¨¦n.
El narco, las autoridades y oportunistas de todo tipo se aprovechan de la falta de informaci¨®n sobre los procesos y tratan de sacar provecho nuevamente. En grupos de Whatsapp ha estado circulando informaci¨®n sobre una caravana convocada por la Conferencia Episcopal y la Embajada de Estados Unidos. Algo totalmente falso que desmienten a este diario ambas entidades. ¡°Supongo que cuando me den la cita, un cami¨®n de Migraci¨®n nos llevar¨¢ a la frontera¡±, dice Omar, un colombiano reci¨¦n llegado a Tapachula. El procedimiento para muchos es un laberinto dif¨ªcil de descifrar y un muro virtual infranqueable.
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