?C¨®mo se hace una calaverita literaria?: tradici¨®n, creatividad y humor para celebrar el D¨ªa de Muertos
Su historia se remonta al siglo XIX como una forma de s¨¢tira hacia el poder pol¨ªtico y social, pero la f¨®rmula para escribirlas perdura hasta el d¨ªa de hoy
Las calaveritas literarias son composiciones po¨¦ticas y sat¨ªricas que se escriben en M¨¦xico en marco del D¨ªa de Muertos, celebrado el 1 y 2 de noviembre en todo el pa¨ªs. Estas piezas, que combinan humor, ingenio y cr¨ªtica social, surgieron a inicios del siglo XIX como una forma de burlarse de figuras pol¨ªticas y de la alta sociedad mediante poemas de rimas simples y f¨¢ciles de recordar, distribuidos en panfletos y peri¨®dicos durante octubre y noviembre.
De acuerdo con la publicaci¨®n 02.11. D¨ªa de Muertos, de Trilce Ediciones, la historia de las calaveritas literarias se origina en los valores de la Ilustraci¨®n y en la burla a los entierros oficiales y discursos funerarios dedicados a personajes prominentes. En los albores de la naci¨®n mexicana, los funerales de estas figuras comenzaron a ser satirizados por su ¡°pedanter¨ªa l¨ªrica¡±, y al difundirse, estas s¨¢tiras establecieron una tradici¨®n que perdura hasta nuestros d¨ªas.
La concepci¨®n de la muerte en M¨¦xico ha generado expresiones culturales ¨²nicas. Desde la ¨¦poca prehisp¨¢nica, con los tzompantli¡ªestructuras donde se exhib¨ªan cr¨¢neos de enemigos ca¨ªdos en combate o sacrificio¡ªhasta las calaveras ilustradas y comestibles de hoy, la representaci¨®n de la muerte es un elemento constante en la identidad mexicana. Tras la Conquista espa?ola y los procesos de evangelizaci¨®n, la representaci¨®n del cr¨¢neo adopt¨® c¨®digos simb¨®licos religiosos en el arte virreinal, sobre todo a trav¨¦s del recuerdo de lo ef¨ªmero de la vida.
En el siglo XIX, la imagen de la calavera se insert¨® en el lenguaje cr¨ªtico y sat¨ªrico de la prensa mexicana, que comenzaba a profesionalizarse. Un ejemplo notable es El Calavera. Peri¨®dico jocoserio, pol¨ªtico y literario, un semanario editado en 1847 por Juan R. Navarro, quien utiliz¨® la imagen de la calavera como personaje principal. El peri¨®dico retrat¨® los problemas que afectaron a la naci¨®n durante la guerra contra Estados Unidos, incluyendo la incapacidad de los gobernantes y la corrupci¨®n.
Entre 1860 y 1890, las calaveritas alcanzaron su esplendor. Se convirtieron en espect¨¢culos esperados por los lectores, y artistas como Constantino Escalante y Santiago Hern¨¢ndez fueron pioneros en litografiar calaveras con enfoque de cr¨ªtica pol¨ªtica en el peri¨®dico La Orquesta.
El grabador Manuel Manilla y su disc¨ªpulo Jos¨¦ Guadalupe Posada contribuyeron significativamente a popularizar las calaveras en la gr¨¢fica popular del siglo XIX. Posada, quien trabaj¨® en la imprenta de Antonio Vanegas Arroyo, cre¨® miles de grabados que reflejaban la sociedad y la cultura mexicana, e ilustr¨® diversos poemas y noticias. Su obra m¨¢s conocida, la Calavera Garbancera¡ªposteriormente bautizada como La Catrina por Diego Rivera en su mural Sue?o de una tarde dominical en la Alameda Central¡ªse convirti¨® en un s¨ªmbolo de la muerte en M¨¦xico.
Gu¨ªa para escribir una calaverita literaria
Estructura m¨¦trica
Utilizar versos de octos¨ªlabos. Es el verso m¨¢s com¨²n en la poes¨ªa popular y folcl¨®rica mexicana, lo que facilita la fluidez y musicalidad del poema.
Rima
Incorporar rimas consonantes o asonantes en estrofas de cuatro l¨ªneas. En las rimas consonantes coinciden tanto vocales como consonantes a partir de la ¨²ltima vocal acentuada, mientras que en la rima asonantes coinciden solo las vocales a partir de la ¨²ltima vocal acentuada. Los esquemas de rima m¨¢s comunes son ABAB (rima cruzada) y AABB (rima pareada).
Personificaci¨®n de la muerte
Representar a la muerte interactuando con el personaje. La muerte suele se retratada como La Catrina o La Calaca, y da paso a situaciones divertidas, pero tambi¨¦n surrealistas que se pueden alejar de la realidad.
Contenido humor¨ªstico
Destacar caracter¨ªsticas o situaciones cotidianas del personaje. Muchas veces se utilizan los defectos o h¨¢bitos de alguien para mofarse, pero sin caer en faltas de respeto. Tambi¨¦n se da paso a an¨¦cdotas conocidas o situaciones familiares para los lectores para que se identifiquen con la escena.
Flexibilidad con el lenguaje e incorporaci¨®n de la vida cotidiana
Se hace uso de un lenguaje coloquial que permite la inclusi¨®n de nuevas maneras de hablar. Tambi¨¦n se puede hacer referencia a los temas de actualidad.
Tal es el ejemplo de la calaverita de Antonio Vanegas Arroyo, e ilustrado por Posada, publicada en 1913:
¡°Hay hermosas garbanceras,
de cors¨¦ y alto tac¨®n;
pero han de ser calaveras,
calaveras del mont¨®n.
Gata que te pintas chapas
con lustrillo o bermell¨®n,
la muerte dir¨¢: ¡®No escapas,
eres cr¨¢neo del mont¨®n.¡¯
Un examen voy a hacer,
con gran justificaci¨®n,
y en ¨¦l han de aparecer
muchos cr¨¢neos del mont¨®n¡±
Lo esencial es mantener el esp¨ªritu cr¨ªtico y humor¨ªstico que las caracteriza. A final de cuentas, escribir calaveritas literarias es una forma de participar activamente en una de las tradiciones m¨¢s emblem¨¢ticas de M¨¦xico.
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