En los entresijos de la FIL con Mar¨ªa Due?as: ¡°He llegado a no ir a ferias porque hab¨ªa una preeminencia de se?oros¡±
EL PA?S acompa?a a la superventas espa?ola en la Feria de Guadalajara, que conmemora los 15 a?os de la novela que le cambi¨® la vida, ¡®El tiempo entre costuras¡¯
Va caminando Mar¨ªa Due?as entre los garajes de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y recuerda su primer viaje a M¨¦xico. No era todav¨ªa una escritora superventas, sino profesora asistente de espa?ol en la Universidad de Michigan, en Estados Unidos. No hab¨ªa podido regresar a Espa?a para pasar la Navidad y con un grupo de amigos decidi¨® lanzarse a un viaje en carretera. Entraron al M¨¦xico de los 80 por Nuevo Laredo, cruzaron con mapa y tiempo por Guanajuato, Quer¨¦taro, Ciudad de M¨¦xico, llegaron a Acapulco. La perla del Pac¨ªfico ya no era la guarida de los chicos de Hollywood que fue durante su esplendor pero tampoco era la urbe azotada por la violencia y los huracanes que es ahora. Aunque reconoce que el pa¨ªs ha cambiado ¡ªDue?as ha visitado M¨¦xico m¨¢s de una docena de veces¡ª, describe lo de entonces con la viveza de lo de ahora: ¡°Este colorido, la comida, la multitud... M¨¦xico es un pa¨ªs donde todo es grandioso, luego vuelves a Espa?a y todo es chiquito, concentradito. Este es un pa¨ªs imponente¡±.
Due?as (Puertollano, Espa?a, 1964) conmemora en la FIL de Guadalajara los 15 a?os de la novela que le cambi¨® la vida. Esta profesora de filolog¨ªa inglesa, especializada en ling¨¹¨ªstica aplicada, empez¨® a escribir con 45 a?os, cuando ten¨ªa una vida ¡°organizada, estructurada, sin incertidumbres¡±. Entre dise?os curriculares y formaci¨®n de docentes, Due?as se embarc¨® en la historia de Sira Quiroga, una joven modista que sale de una Espa?a en guerra hacia Tetu¨¢n, en Marruecos. Esta ¡°virgo estructurada¡± aplic¨® a El tiempo entre costuras la organizaci¨®n acad¨¦mica: ¡°?Qu¨¦ objetivos quieres llegar a alcanzar? ?Con qu¨¦ metodolog¨ªa? ?Con qu¨¦ herramientas cuentas? Yo no empiezo a escribir nunca sin tener un objetivo de a d¨®nde voy¡±. Ser¨¢ quiz¨¢s esa planificaci¨®n el ingrediente secreto para que Due?as, que no ten¨ªa contactos en el mundo editorial y no hab¨ªa escrito nunca antes literatura, creara la novela de los m¨¢s de 10 millones de ejemplares.
Hay casi una vida entre ese primer instante, en el que Due?as busc¨® en Google ¡°agencias literarias, por la A, Antonia Kerrigan¡± para mandar su manuscrito y este: un pasillo de la feria del libro m¨¢s importante de habla hispana en el que camina acompa?ada por todos los pesos pesados del Grupo Planeta. El CEO de la compa?¨ªa, Jos¨¦ Creuheras (que tambi¨¦n es presidente de la cadena espa?ola Atresmedia), es su escolta y palad¨ªn (¡°a m¨ª me han dicho que sea comparsa de Mar¨ªa y eso voy a hacer¡±), en una comitiva donde va tambi¨¦n el CEO del grupo en Latinoam¨¦rica, Jos¨¦ Calafell, y otros tantos directivos. Se sentar¨¢n todos en la primera fila de un sal¨®n abarrotado, en el que Due?as hablar¨¢ a cientos de lectores que la escuchar¨¢n embelesados, siempre al brote de la carcajada y el aplauso.
Les contar¨¢ de sus siete hermanos, a los que su madre le encantaba vestir iguales (¡±nosotros lo odi¨¢bamos¡±) y de c¨®mo ese fue el primer contacto con el mundo de la costura: ¡°Mi madre compraba metros y metros de tela e ¨ªbamos con las modistas, que casi siempre eran se?oras en talleres peque?os y familiares, con la boca llena de alfileres¡±. No pod¨ªa saberlo, claro, pero esa fue la primera semilla para crear a Sira. Antes de entrar a la charla, la autora le ha pedido a su equipo que le tome una foto con la portada de El tiempo entre costuras como si fuera la primera vez que la ve en grande. ¡°Todav¨ªa me emociona¡±, reconoce con naturalidad al lado de ese ¨®leo del escoc¨¦s Jack Vettriano, que sus hijos consideraron ?o?o la primera que lo vieron (¡±a m¨ª me daba igual, yo no soy nada cursi¡±), ¡°pero yo ya no me paso la vida pensando en Sira¡±.
La varita m¨¢gica de Due?as cre¨® despu¨¦s otras cuatro novelas (Misi¨®n olvido, La templanza, Las hijas del capit¨¢n y Sira), todas editadas por Planeta, que terminaron de apuntalar su camino a la cima de las escritoras espa?olas m¨¢s vendidas. Dej¨® su trabajo en la universidad y dedic¨® su tiempo a la promoci¨®n, escritura y documentaci¨®n. Esta ¨²ltima parte es clave: ¡°Es la m¨¢s fascinante. Me tengo que obligar a m¨ª misma a parar. Utilizo todo lo que pillo¡±. Eso es: art¨ªculos acad¨¦micos, libros de viajes y memorias, la prensa de la ¨¦poca, mapas y planos de ciudades, anuncios para saber qu¨¦ com¨ªan sus personajes, cu¨¢nto costaban las cosas.
Porque, de momento, aunque lo ha intentado, Mar¨ªa Due?as sigue basando su obra en una ¨¦poca pasada: ¡°He empezado dos novelas basadas en el presente y las he parado las dos¡±. Una se convirti¨® al final en un p¨®dcast, que se titula Jodid¨ªsimas (¡±el t¨ªtulo vino a posteriori, pero esto naci¨® con voluntad de novela contempor¨¢nea, un poco disparatada, no tiene nada que ver con lo que yo hago¡±) y tambi¨¦n otra ¡°algo avanzada¡± que se va a convertir finalmente en una serie de televisi¨®n con una productora espa?ola.
Toma Due?as ¡ªvestida impecable, melena impecable¡ª un caramel macchiato y echa la vista atr¨¢s: ¡°Ahora vivo como una reina en comparaci¨®n con c¨®mo viv¨ªa antes. Antes era una vida mucho m¨¢s complicada¡±. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a esa Mar¨ªa de hace 15 a?os? ¡°Le avisar¨ªa de que iba a haber un cambio grande, que se preparara para una vida muy agradable. Es verdad que trabajo mucho tambi¨¦n, pero lo que trabajamos todos. Es una vida gratificante¡±. La autora contesta as¨ª a todas las preguntas: serena, prudente, pero directa, sin hacer rodeos ni evitar ninguna.
¡ª?C¨®mo ha vivido ser mujer dentro de la industria?
¡ªNo he tenido malas experiencias en general. Pero s¨ª he visto en estos 15 a?os una gran evoluci¨®n. Cuando yo llegu¨¦ ten¨ªas que vencer algunos estereotipos. La primera pregunta que me hac¨ªan siempre era: ¡°?Usted escribe para mujeres?¡±, que me daban ganas de darle un bofet¨®n al periodista o a la periodista. Ahora nadie se atreve a preguntarte eso. Pero ese prejuicio s¨ª que sigo vi¨¦ndolo un poco en hombres. Al ser mujer, escribir con una voz narrativa de mujer, tener una se?orita en la portada y una mayor¨ªa de mujeres de lectoras, muchos hombres se echan para atr¨¢s. O sea, seguimos pensando que la literatura escrita por hombres es universal y que la literatura escrita por mujeres es mayoritariamente para mujeres. Creo que es una cosa generacional que se va a ir pasando, porque la gente m¨¢s joven entra con otra perspectiva. Pero a m¨ª me ha pasado muchas veces en seg¨²n qu¨¦ suplementos culturales donde hay una mayor¨ªa de cr¨ªticos hombres que si tienen que analizar mi novela se la asignan a una mujer para que mujer haga cr¨ªtica a mujer. Yo adem¨¢s no me corto un pelo: yo he llegado a no ir a ferias grandes, importantes, porque cuando he visto el programa he dicho: ¡°No, yo en esto no participo¡±, porque daban una preeminencia enorme a los se?ores, ?se?ores!, se?oros. Me he llegado a quedar con el billete de avi¨®n emitido y no he ido porque me niego. Pero vamos, que ahora comercialmente y editorialmente interesan much¨ªsimo las mujeres, porque como autoras vendemos m¨¢s y como lectoras somos las que m¨¢s consumen, con lo cual el hombre que no le interese¡
Due?as est¨¢ a punto de sacar su pr¨®xima novela, bajo la que hay secreto de sumario. Solo dice que ser¨¢ tambi¨¦n hist¨®rica, que le falta por escribir el ¨²ltimo cap¨ªtulo y que el a?o que viene seguro vendr¨¢ a la FIL a presentarla. Volver¨¢ a su cita imperdible: desayunar chilaquiles verdes en el hotel Barcel¨®.
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