Rosa Beltr¨¢n: ¡°Cuando las mujeres ya no esperan la aprobaci¨®n masculina, empiezan a escribir como se les da la gana¡±
La colecci¨®n de libros ¡®Vindictas¡¯, de la UNAM, cumple sus primeros cinco a?os en la FIL Guadalajara de la mano de Socorro Venegas, Irene Vallejo, Rosa Beltr¨¢n y Alejandra Amatto
Es verdad, las mujeres escriben distinto. Y tambi¨¦n es verdad que cuando varias mujeres se juntan y tejen comunidad, algo profundo y revolucionario sucede. Las escritoras Socorro Venegas, Irene Vallejo, Rosa Beltr¨¢n y Alejandra Amatto, han llegado la tarde de este domingo a un auditorio repleto en la FIL Guadalajara que se emociona y vibra, apenas las ve llegar. Todas ellas son grandes lectoras, y casi por naturaleza, promotoras de literatura. Hacen gala cada una, de su incuestionable habilidad de narradoras natas. As¨ª se siente al escucharlas hablar de todas esas autoras cuya obra ha sido rescatada por la colecci¨®n de libros de la UNAM Vindictas, un proyecto que aterriza en esta feria cumpliendo cinco a?os de existencia, en los que se han publicado las obras de mujeres como: Rosario Castellanos, Ala¨ªde Foppa, Tita Valencia, entre muchas otras, cuyos libros fueron pr¨¢cticamente borrados del relato hist¨®rico.
Es un momento simb¨®lico e importante celebrar el cumplea?os de una colecci¨®n como esta en Am¨¦rica Latina, que a la par de la celebraci¨®n mira con un horror natural c¨®mo una fundaci¨®n cercana al presidente argentino, Javier Milei, exigi¨® ante la justicia que fueran retirados cuatro libros de las escuelas de la capital, por considerarlos pornogr¨¢ficos. La Casa Rosada se sum¨® a la campa?a contra la supuesta sexualizaci¨®n de los menores bajo la consigna ¡°?Con los chicos no!¡±. Cometierra, de Dolores Reyes, Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara; Las primas, de la fallecida Aurora Venturini; y Si no fueras tan ni?a, de Sol Fantin, han sido las obras se?aladas. Todas de autoras mujeres.
Por eso es que Venegas, la responsable de Vindictas, comienza la charla solidariz¨¢ndose con sus colegas, a quienes dedica un sentido mensaje de acompa?amiento: ¡°Ah¨ª donde se amenaza la libertad de las escritoras para escribir lo que quieran escribir, ah¨ª es donde tenemos que seguir dando la batalla¡±.
Ya son 21 libros en la colecci¨®n Novela y memoria: Vindictas. Que adem¨¢s de rescatar la obra literaria de much¨ªsimas mujeres, tambi¨¦n explica los contextos y las vidas, intimidades dolorosas, a veces, entretenidas o hasta divertidas, de las autoras. La escritora y acad¨¦mica mexicana, Rosa Beltr¨¢n, ha recordado, por ejemplo, algunos de esos relatos m¨¢s significativos. El de una mujer que ten¨ªa que enterrar sus escritos en el jard¨ªn, para que el marido no los quemara, otra a la que el marido le arroj¨® su m¨¢quina de escribir por la ventana, o aquella que ten¨ªa que esconder sus escritos en un caj¨®n para no ser descubierta. La historia de la literatura de mujeres ha sido coartada, invisibilizada y se le han puesto decenas de excusas y obst¨¢culos para impedir que las grandes ideas y obras fueran publicadas o reeditadas.
Beltr¨¢n hace un recuento: ¡°Es dif¨ªcil llegar a un camino como el de ahora, en el que las mujeres escriben como se les da la gana. Y ese es otro valor tambi¨¦n que se ha ganado a partir de esta suerte de discriminaci¨®n. Cuando ya no esperas escribir para la aprobaci¨®n masculina, empiezas a escribir como se te da la gana. Es decir, empiezas a encontrar tu voz¡±, dice.
La escritora espa?ola Irene Vallejo ha hecho rescatado un tema que ya antes hab¨ªa hecho en su trabajo doctoral sobre las decenas de ejemplos de c¨®mo hombres del mundo de la cultura, del periodismo o simplemente varones con una pluma o una plataforma de comunicaci¨®n, ped¨ªan casi directamente que tantas mujeres no fueran reconocidas ni publicadas.
Vallejo tambi¨¦n ha reconocido el empuje de la literatura femenina en Latinoam¨¦rica como un impulso que atraves¨® con aire fresco el Atl¨¢ntico, en un momento en el que hasta hace poco tiempo eran menos las mujeres que escrib¨ªan y que se hac¨ªan famosas con sus libros: ¡°Parec¨ªa un camino muy arduo, en la base de la monta?a hab¨ªa m¨¢s diversidad, pero a medida que se avanzaba todo se volv¨ªa monocrom¨¢tico, y entonces empezamos a leer escritoras latinoamericanas j¨®venes que llegaron con una potencia enorme a Espa?a y que adem¨¢s, a trav¨¦s de ellas, porque creo que es importante hablar de esa genealog¨ªa, empezamos a recuperar toda una tradici¨®n que nos hab¨ªa sido ocultada. Si realmente ahora hay una generaci¨®n m¨¢s pujante de escritoras j¨®venes en Espa?a, ha sido gracias a ese poder¨ªo y valent¨ªa que nos lleg¨® desde Am¨¦rica Latina¡±.
Por su parte, la uruguaya Alejandra Amatto, investigadora de la UNAM, ha recorrido una vasta genealog¨ªa de las autoras que m¨¢s le han significado personalmente, recopiladas en Vindictas, y ha reconocido el valor acad¨¦mico y simb¨®lico que colecciones como esta se hagan dentro de una universidad como la Nacional de M¨¦xico, entre una comunidad de estudiantes j¨®venes y entusiasmados con una avalancha de autoras olvidadas que han vuelto a la vida gracias al trabajo colectivo de decenas de acad¨¦micas como las que ocupan la mesa.
Vindictas proviene del participio del verbo latino vindico que significa ¡°vengar¡±, ¡°castigar¡±, ¡°entregar¡±, ¡°proteger¡±: ¡°Vindictas es un nombre combativo y generoso. Da cuenta de la lucha contra el olvido medi¨¢tico y la invisibilidad de la obra de creadoras latinoamericanas; contra la extensa serie de obst¨¢culos, prejuicios y reparos con que se han topado a lo largo de la historia, entre ellos, la normalizaci¨®n de su borradura. Por eso el sentido de este proyecto es reivindicar a las escritoras silenciadas. Vindictas se propone reivindicar a todas aquellas mujeres que han sido silenciadas o ignoradas en el ¨¢mbito de la literatura, las artes esc¨¦nicas y visuales, la danza, la m¨²sica y la ciencia¡±, dicen en su sitio oficial.