¡®Cometierra¡¯, la vidente que busca mujeres desaparecidas
"Ac¨¢ la Justicia y la investigaci¨®n no existen", denuncia la escritora argentina Dolores Reyes, quien debuta con una novela con tintes policiales
A Dolores Reyes (Buenos Aires, 1978) se le apareci¨® Cometierra en mitad de un taller literario. Ten¨ªa los ojos cerrados mientras escuchaba un texto de su compa?ero Marcelo Carnero que termin¨® con "tierra de cementerio". "Ah¨ª la vi. Muy chica, muy flaca, con el pelo largo del color de la tierra. La vi agacharse en un cementerio, agarrar tierra y empezar a comer", dice Reyes sobre la poderosa protagonista de su primera novela, Cometierra (Sigilo, 2019), una de las revelaciones del a?o en Argentina. Al llev¨¢rsela a la boca se ve transportada a lugares tenebrosos: aquellos en los que est¨¢n mujeres desaparecidas a las que sus familias buscan con desesperaci¨®n.
Reyes trabaja en una escuela de Pablo Podest¨¢, en la periferia bonaerense, a menos de 200 metros del cementerio donde est¨¢n enterradas Melina Romero y Araceli Ramos. A estas dos adolescentes, v¨ªctimas de feminicidios, y a sus sobrevivientes est¨¢ dedicada esta novela breve, llena de oscuridad pero tambi¨¦n de poes¨ªa y de una fuerza imparable para salir adelante pase lo que pase.
El escenario ficticio podr¨ªa ser cualquiera de las barriadas pobres que rodean a la capital argentina, muy distintas a la ciudad a pesar de estar s¨®lo a unos pocos kil¨®metros. En una de esas casitas precarias que se levantan directamente sobre la tierra viven solos Cometierra y su hermano, el Walter. "Tendemos a pensar en estas poblaciones dentro de la marginalidad como algo excepcional y no lo es. Si te vas a la provincia de Buenos Aires, en el conurbano el 60% de los pibes y adolescentes son pobres y no por eso dejan de ser personajes hermosos con toda la potencialidad de la vida y de los encantos que traen. El tema es que no tienen respuesta a nivel estatal. Lo mismo pasa con las chicas v¨ªctimas de femicidio: los medios hegem¨®nicos se paran a menudo en una mirada lejana y de desprecio y yo quer¨ªa recuperar esas vidas hermosas y valiosas", se?ala durante la entrevista, realizada en el departamento donde imparte un taller de narraci¨®n ante la mirada curiosa de dos gatos.?
Madre de siete hijos, suele levantarse de madrugada para escribir - "sola, en silencio y con estufita o lo que sea"- desde que hace unos pocos a?os retom¨® ese h¨¢bito que hab¨ªa dejado de lado por la maternidad con la gu¨ªa de Selva Almada y Juli¨¢n L¨®pez. En el lapso sin escritura sigui¨® leyendo y sus estudios de Letras cl¨¢sicas la acercaron a Ant¨ªgona, Medea, Las troyanas y otros "personajes femeninos fuert¨ªsimos" de los que bebe Cometierra.
Como en gran parte de la novela negra argentina, la resoluci¨®n de los casos no est¨¢ en manos de polic¨ªas, detectives o jueces sino de otros actores, en este caso, una vidente. "Ac¨¢ [en Argentina] la Justicia y la investigaci¨®n no existen para esas chicas asesinadas. A veces les hacen un hisopado del cuerpo que luego se pierde, hay pruebas que se destruyen, causas que se queman porque necesitaban hacer lugar en la comisar¨ªa. Son cosas incre¨ªbles, parece que se estuvieran burlando de las familias", dice Reyes. "Recurren a Cometierra porque la necesitan, no hay otra que pueda hacer lo que ella hace, pero tambi¨¦n est¨¢ marginada. La videncia es un estigma muy fuerte", apunta.
"El aborto legal va a salir"
Reyes luce un pa?uelo verde de la campa?a a favor del aborto legal, seguro y gratuito en su mu?eca izquierda y se muestra convencida de que la aprobaci¨®n de una ley de plazos es cuesti¨®n de tiempo. "Cuando yo empec¨¦ a militar por el aborto legal ten¨ªa 14 a?os, ¨¦ramos un grupito min¨²sculo en la escuela, cuatro o cinco, y todos los dem¨¢s estaban en contra. Ahora en esos mismos colegios, se ha dado vuelta la posici¨®n y su participaci¨®n en las movilizaciones es masiva y abrumadora. El aborto legal va a salir inevitablemente cuando esas generaciones sean las que ejerzan el poder pol¨ªtico y desplacen al Senado que tenemos que padecer ahora, que es el cavernario".
La escritura de la ficci¨®n corri¨® pareja al auge del movimiento Ni Una Menos en las calles de Argentina contra los feminicidios y todo tipo de violencia contra las mujeres. "Hay much¨ªsimos casos, much¨ªsimas v¨ªctimas de violencia, el a?o pasado 240 ni?os hijos de v¨ªctimas de feminicidios quedaron hu¨¦rfanos", remarca Reyes.?
Despu¨¦s de leer el libro -del que se prepara ya la tercera edici¨®n argentina y traducciones al ingl¨¦s, franc¨¦s, italiano y holand¨¦s-, algunas de esas hijas sin madre se han puesto en contacto con ella. "Me cuentan historias dur¨ªsimas. Una chica se enter¨® por una c¨¦dula que vino del cementerio de que hay un eslab¨®n entre ella y la abuela a la que llamaba mam¨¢. A la mam¨¢ pr¨¢cticamente no la conoci¨® porque era beb¨¦ cuando a ella la asesin¨® el padre y tiene s¨®lo un par de fotos con ella. Necesito ir de a poco con esas historias y me pasa tambi¨¦n con los informativos porque me angustia un mont¨®n saber las condiciones espantosas, la tortura previa, lo que se hace a esos cuerpos tan j¨®venes", detalla.
Esa angustia carcome tambi¨¦n a Cometierra, que ve como el terreno de su casa se puebla de botellas llenas de tierra. Suelen tener escrito un nombre, a veces una foto y un n¨²mero de tel¨¦fono al que llamar si decide llevarse el contenido a la boca y descubre d¨®nde se encuentra la persona desaparecida.
El lenguaje po¨¦tico del libro se nutre de numerosas lecturas. "Toda la angustia me la autotrato con poes¨ªa, soy una enfermita lectora de poes¨ªa", confiesa Reyes. "Mal que mal, si bien es terrible lo que se est¨¢ narrando quer¨ªa que hubiese una suerte de belleza est¨¦tica en las botellas, en el jard¨ªn, en el cuerpo de ella, en el de las chicas porque lo veo as¨ª. No tengo una mirada de conmiseraci¨®n ni de l¨¢stima", asegura, "Lo que me da l¨¢stima es que todas esas chicas no tengan el futuro y el presente que se merecen".
Babelia
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