Arantxa Urretabizkaia: ¡°Hay un momento en el que el feminismo ya no es una idea, eres t¨² misma¡±
Las escritoras Marta Breen, Lina Meruane, Arantxa Urretabizkaia y Silvana Paternostro comparten en la FIL sus versiones del mundo actual y sus luchas cotidianas a partir de su feminismo y de sus obras
Pocas veces mujeres, escritoras y creadoras con tanto en com¨²n, pero originarias de lugares tan distantes y distintos, se han juntado en una mesa rodeada de un nutrido p¨²blico para hablar largo y tendido de su forma de ver, habitar y transgredir un mundo que ha sido mayoritariamente dominado por hombres. La noche de este lunes, en un auditorio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la colombiana Silvana Paternostro, la chilena Lina Meruane, la espa?ola Arantxa Urretabizkaia y la noruega Marta Breen lo han hecho. Se han congregado en una conversaci¨®n sobre sus obras, que abarcan desde la novela gr¨¢fica, el teatro, la m¨²sica, el ensayo o el periodismo, siempre desde una mirada feminista. Aunque a ratos la desesperanza parece asomarse en algunos de sus argumentos, todas mantienen una llama de optimismo que intentan no apagar pese a los obst¨¢culos que plantea un presente complejo.
La charla de este lunes ha comenzado con una omisi¨®n simb¨®lica que la propia periodista y escritora Silvana Paternostro ha exhibido apenas ha tomado el micr¨®fono: ¡°No me pusieron all¨¢ [afuera] como moderadora y yo, como mujer, me siento un poco inc¨®moda, porque es parte de ese trato de invisibilidad¡±, dijo, tras presentar sus compa?eras. Las preguntas van desde las opiniones de las autoras sobre la frase de Virginia Woolf ¡°Como mujer, no tengo patria. Como mujer, no quiero patria¡± hasta la implicaci¨®n de los hombres en el feminismo.
Pero la escritora vasca Arantxa Urretabizkaia pone sobre la mesa y recrimina el hecho de que en estos a?os de lucha se ha olvidado, y mucho, a las pioneras del movimiento, a aquellas que sin saberlo ni tener una palabra para describirse a s¨ª mismas como feministas, lo que hac¨ªan era vivir en resistencia. Una resistencia como la suya, como la de su lengua materna y la defensa que ha hecho de ella durante sus 77 a?os de vida y otros tantos de carrera literaria. ¡°El impulso central m¨ªo fue el impulso de resistencia pol¨ªtica ante una lengua minorizada [...] Y luego, lo que pasa es que, a partir de un momento, el feminismo ya no es una idea, eres t¨² misma. Y entonces, eso no tiene marcha atr¨¢s¡±, dice.
A su lado, la noruega Marta Breen y la chilena Lina Meruane asienten. La primera es autora de dos novelas gr¨¢ficas sobre feminismo y de otros ensayos y publicaciones sobre la historia del movimiento, comienza tambi¨¦n aclarando que, aunque en su pa¨ªs mantienen est¨¢ndares de igualdad que superan por mucho los de otras naciones, todav¨ªa existen problemas por los cuales se tiene que continuar trabajando: ¡°No significa que todas las cuestiones de igualdad est¨¦n resueltas. Todav¨ªa estamos discutiendo leyes sobre aborto, o por qu¨¦ las mujeres ganamos menos, o por qu¨¦ no tenemos la misma influencia en la sociedad¡±, dice.
Meruane a?ade, adem¨¢s, el feminismo, que en realidad ya son muchos feminismos, y resalta la etnia, raza, nivel educativo y la importancia que tienen los contextos de cada mujer que determina las condiciones de vida a la que se enfrentar¨¢. Sobre la frase de Woolf es tajante, y asegura que aunque se trata de una ¡°gran declaraci¨®n¡±, Woolf es y ha escrito como escribe una mujer inglesa con las condiciones particulares y de la ¨¦poca que le toc¨® vivir: ¡°Me parece que a pesar de que la declaraci¨®n es fuerte, entiendo que la idea es que a las mujeres no las protegen nuestros pa¨ªses y, por lo tanto, no tenemos pa¨ªs¡±.
Son tiempos para celebrar los pasos que se han dado para alcanzar la igualdad en algunos puntos y momentos del mundo, sin embargo, las autoras reconocen que en varias de las democracias actuales se est¨¢ retrocediendo en cuanto a los derechos de las mujeres, sin dejar a un lado que actualmente hay en marcha guerras, genocidios y una p¨¦rdida constante de derechos fundamentales. Meruane, apunta: ¡°Estoy de acuerdo con que es necesaria una mirada m¨¢s hist¨®rica, porque nos permite ver que s¨ª ha habido avances, porque dos pasos para adelante, y uno para atr¨¢s, significa que hay uno adelante. Que no hemos retrocedido a donde estuvimos alguna vez. Entonces, eso me parece muy importante rescatarlo porque si no podemos creer que las cosas pueden seguir cambiando, entonces no hace nada¡±.
Poco menos de una hora ha transcurrido en el lugar, en el que parece que solo han sido unos minutos. Los tonos y puntos de vista de las autoras se han finalmente encontrado en un solo sentido. Todas han defendido el derecho a ejercer su libertad como derecho inalienable, han visibilizado las resistencias desde la defensa de sus lenguas maternas, de sus edades, de sus contextos socioecon¨®micos y tambi¨¦n desde sus privilegios y sus sue?os. No hay tiempo para tantas preguntas ni m¨¢s di¨¢logos, sin embargo, la poes¨ªa emerge y una Arantxa Urretabizkaia poderosa y enaltecida cita poeta catalana Maria-Merc¨¨ Mar?al: ¡°Tres dones le tengo que agradecer a la vida, haber nacido mujer, haber nacido en una familia de clase trabajadora y en una cultura sometida¡¯, recita. Maria-Merc¨¨ Mar?al muri¨® por 40 y tantos a?os, pero si hubiera llegado a mi edad habr¨ªa descubierto una cuarta raz¨®n para resistir: la vejez¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.