Negociaciones cara a cara, inventarios digitales y ajuste en la distribuci¨®n: las apuestas del Gobierno ante la megacompra de medicamentos

El Gobierno federal ha lanzado una megacompra de medicamentos para los pr¨®ximos dos a?os. Despu¨¦s de un sexenio marcado por el desabasto de medicinas, la Secretar¨ªa de Salud de Claudia Sheinbaum buscar¨¢ reducir los costos y mejorar la planeaci¨®n de la demanda, dos peleas que heredan del Ejecutivo pasado. Para lograrlo, la apuesta comprende negociaciones con la industria farmac¨¦utica cara a cara, un proceso para digitalizar y unificar los inventarios de todas las instituciones sanitarias p¨²blicas y un ajuste en la distribuci¨®n en el extenso territorio mexicano. ¡°La tarea n¨²mero es garantizar que compramos lo que se requiere y que distribuimos donde se requiere¡±, explica Eduardo Clark, subsecretario de Salud, en entrevista con EL PA?S. ¡°De aqu¨ª a que eso pase, vamos a modificar lo que sea necesario, pero no vamos a quitar el dedo del rengl¨®n¡±.

El anuncio de la megacompra lleg¨® a principios del mes pasado. Sheinbaum lo present¨® como ¡ªcasi todo lo que anuncia¡ª continuidad con cambio. ¡°Vamos a conseguir todav¨ªa mejores precios que el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que ya hab¨ªan disminuido los precios de medicamentos¡±, dijo entonces. La estrategia para reducir los costos tiene dos caras. Por un lado, las negociaciones con los proveedores de productos de fuente ¨²nica y patente. Por el otro, una licitaci¨®n p¨²blica, con todos los pasos abiertamente difundidos en internet. ¡°Es robustecer el modelo, que el Estado mexicano tenga el poder de negociaci¨®n, y meterle mejor planeaci¨®n y mayor supervisi¨®n tecnol¨®gica sobre el proceso¡±, dice el subsecretario de Integraci¨®n y Desarrollo.

Clark cuenta que ha estado ya en decenas de mesas de negociaciones con la industria farmac¨¦utica, que hasta ahora han acordado adquirir f¨¢rmacos por unos 135.000 millones de pesos, con un ahorro supuestamente de 23.500 millones. ¡°El modelo de compra tiene un par de ¨¢reas distintas: mantiene la filosof¨ªa de la Administraci¨®n pasada de centralizar el poder de negociaci¨®n en el Estado mexicano y cambiar la relaci¨®n entre la industria farmac¨¦utica y el Estado. Durante mucho tiempo, el Estado estaba a merced de lo que los proveedores, particularmente los distribuidores, que eran integradores de empresas farmac¨¦uticas, le quer¨ªan vender al Estado¡±.

A la hora de negociar con los proveedores ¨²nicos de algunas sustancias, el Gobierno federal lo hizo con una lista a la mano de opciones con las que sustituir alg¨²n medicamento hecha por m¨¦dicos especializados. ¡°Les digo: ¡®T¨² tienes la patente, pero el grupo de Oncolog¨ªa me dijo que este medicamento lo puedo cambiar por este y por este otro, o me bajas el precio a algo razonable o cambio la demanda y se lo doy a tu competidor¡±, relata Clark. ¡°Eso pasa por un proceso no solo de planeaci¨®n de la demanda, sino de la planeaci¨®n de las posibles sustituciones y equivalencias terap¨¦uticas de estos medicamentos¡±. De las 4.454 claves de medicinas que se van a comprar, unas 350 se obtendr¨¢n en estas negociaciones, que representan un 70% del total del presupuesto, por tratarse de medicamentos contra el VIH, para el c¨¢ncer, hemoderivados o de enfermedades hu¨¦rfanas.

La adquisici¨®n de gen¨¦ricos, el otro 30% de la compra, se har¨¢ a trav¨¦s de licitaci¨®n p¨²blica. ¡°La competencia es lo que garantiza no solo el abasto sino las mejores condiciones, a trav¨¦s de una transparencia nunca antes vista¡±, explica. ¡°Es salir y decir: ¡®Esto es lo que quiero comprar, hagan comentarios, los integro, basado en lo que yo escuch¨¦ determino lo que veo viable y lo que acepto, saco mi convocatoria y ojal¨¢ que eso resulte en que m¨¢s gente quiera participar¡±. El modelo del nuevo sexenio, a diferencia del anterior, tendr¨¢ ¡°acciones m¨¢s estrat¨¦gicas¡± y menos ¡°puntos de fricci¨®n¡± que acabaron generando un costo de financiamiento adicional para el Estado, como por ejemplo, el pago retrasado a los proveedores, que sol¨ªa demorarse hasta seis meses, dice el subsecretario.

La distribuci¨®n tambi¨¦n se plantea como una oportunidad para reducir costos. ¡°Estamos buscando que entreguen en 60 puntos, que son los almacenes estatales de cada instituci¨®n, que nos permita llegar m¨¢s r¨¢pido al paciente y que el Estado mexicano no se encargue de traer todos los medicamentos desde el centro del pa¨ªs hasta cada punto¡±. A muchas empresas grandes, explica, les da igual entregar en el Estado de M¨¦xico o en Oaxaca, mientras que para el Gobierno federal representa un gasto de log¨ªstica. ¡°Vamos a reservarnos el derecho de poder pedir que entreguen en [el almac¨¦n central de] Huehuetoca si no funciona, porque las ¨®rdenes de suministro deciden d¨®nde se env¨ªa, pero queremos empezar con un modelo de dar m¨¢s espacio a incrementar la eficiencia de los tiempos de entrega¡±, dice.

El desaf¨ªo de los inventarios

Al llegar a Salud, el nuevo Gobierno se encontr¨® con un sistema de inventarios muy desagregado. Cada almac¨¦n de cada Estado ten¨ªa conocimiento de cu¨¢ntos medicamentos ten¨ªa y cu¨¢ndo venc¨ªan, pero de all¨ª no sal¨ªa. ¡°Es muy dif¨ªcil planear cu¨¢ntos medicamentos de cada padecimiento requieres para el siguiente a?o si no hay ning¨²n tipo de registro de lo que se est¨¢ recetando¡±, dice Clark. ¡°Muchas veces una instituci¨®n dice: ¡®Quiero 100 piezas de metformina¡¯. T¨² no sabes si quieren 100 piezas porque las necesitan o porque en su hist¨®rico sale que son 100 piezas, pero no sabes hubiera usado m¨¢s si se hubiera tenido inventario pleno. Entonces es muy dif¨ªcil planificar si no tienes mecanismos de evaluaci¨®n de c¨®mo se va consumiendo eso¡±.

Para sortear el desaf¨ªo de los inventarios, aplicar¨¢n el sistema que utiliza el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para el resto de ¨¢reas de atenci¨®n p¨²blica, como el IMSS Bienestar, que atiende a quienes no cuentan con seguridad social. ¡°Lo primero es empezar con la digitalizaci¨®n de los almacenes en los Estados. Tenemos 23 en el IMSS Bienestar, la mayor¨ªa de los Estados tienen por lo menos un almac¨¦n¡±, explica. ¡°Metes sistemas de control en los almacenes. Esos sistemas ya est¨¢n en desarrollo con el IMSS. Una vez que haces eso, empiezas a instalar sistemas en las unidades m¨¦dicas, hospitalarias y de primer nivel de atenci¨®n. Lo importante es vincularlo a un sistema de receta electr¨®nica, porque significa que puedes ir viendo lo que se consume, lo que los m¨¦dicos quer¨ªan recetar que no hab¨ªa y de esa manera poder hacer mejores planeaciones¡±.

La digitalizaci¨®n del sistema de salud, que suena un poco vago de momento, consistir¨¢ en la creaci¨®n de numerosas plataformas virtuales, algunas p¨²blicas y otras privadas. Habr¨¢ una para sacar cita al m¨¦dico, otra para consultar el expediente m¨¦dico, otra para seguir el inventario de medicamentos en cada hospital del pa¨ªs. Clark trabajar¨¢ de la mano de Jos¨¦ Merino, su antiguo jefe y quien puso en marcha la Agencia Digital de Innovaci¨®n P¨²blica con Sheinbaum en la capital y ahora est¨¢ a cargo de la Agencia de Transformaci¨®n Digital federal. ¡°No es muy f¨¢cil, pero tenemos mucha claridad conceptual¡±, comenta el subsecretario, ¡°y luego hay que enfrentarse poco a poco a las realidades de cada Estado¡±.