El fin en M¨¦xico del paradigma ¡°abrazos, no balazos¡±: un recorrido visual
Los primeros tres meses de Sheinbaum dejan m¨¢s asesinatos y personas desaparecidas que el mismo periodo de su predecesor, L¨®pez Obrador, pero tambi¨¦n m¨¢s operativos, enfrentamientos y decomisos de droga y armas
Insuficientes para sacar conclusiones definitivas, los primeros 100 d¨ªas de Claudia Sheinbaum al frente del Gobierno de M¨¦xico permiten hacer una lectura preliminar de los resultados en materia de seguridad. Pocos asuntos hay m¨¢s urgentes para el Ejecutivo, consciente de la importancia de amparar un cambio radical. Ya no son solo los asesinatos, desbocados en el pa¨ªs, es el r¨¦gimen delictivo imperante en vastos territorios, donde la extorsi¨®n se ha convertido en una forma de convivencia obligatoria, y el crimen en un actor social de gran influencia en pol¨ªtica y econom¨ªa.
El relato de la autoridad apenas ha cambiado. Aunque Sheinbaum ha evitado lemas grandilocuentes como los que emple¨® su antecesor y mentor, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, caso de ¡°abrazos, no balazos¡±, la presidenta se?ala cada vez que puede que uno de los v¨¦rtices m¨¢s importantes de su estrategia es la atenci¨®n a las causas de la violencia, copia y pega de la administraci¨®n anterior. La novedad narrativa se sostiene en dos palabras, inteligencia e investigaci¨®n, claves, a su entender, para replicar los buenos resultados que obtuvo como jefa de Gobierno de la capital, ente 2019 y 2023.
En los primeros meses, las diferencias entre una administraci¨®n y otra son notables, al menos en lo que refiere a la cantidad de operativos llevados a cabo por las fuerzas de seguridad, y los resultados obtenidos. La presencia de Omar Garc¨ªa Harfuch al frente de la Secretar¨ªa de Seguridad y Protecci¨®n Ciudadana, los cambios constitucionales para elevarle a coordinador de la estrategia de seguridad y el volumen e importancia que ha ganado en estos meses la dependencia a su cargo y otras perif¨¦ricas, caso del Centro Nacional de Inteligencia, dominan el campo de juego.
Otra cosa son los asesinatos y la cantidad de personas desaparecidas que se han registrado en los primeros meses de Shienbaum, n¨²meros superiores respecto al mismo periodo del Gobierno de L¨®pez Obrador. ¡°El contexto de violencia que ha heredado Sheinbaum es m¨¢s grave que el que recibi¨® el expresidente¡±, argumenta Armando Vargas, investigador de la organizaci¨®n M¨¦xico Eval¨²a, que hace unos d¨ªas divulg¨® un informe sobre los primeros 100 d¨ªas de la nueva presidenta en la materia.
La organizaci¨®n destaca que la principal preocupaci¨®n de la mandataria es la ¡°violencia pol¨ªtico-criminal¡±, que define como ¡°agresiones letales y no letales en contra de funcionarios p¨²blicos y pol¨ªticos, por parte del crimen organizado¡±. Preguntado al respecto, Vargas se?ala: ¡°M¨¢s all¨¢ de ataques a funcionarios, este tipo de violencia es sintom¨¢tica de lo que nosotros llamamos r¨¦gimen criminal, o sea territorios donde el crimen establece reglas a nivel pol¨ªtico, econ¨®mico y social, la mayor expresi¨®n de la anulaci¨®n del poder del estado a nivel territorial, e imposici¨®n del poder criminal. Es el s¨ªntoma de fracaso de la pol¨ªtica de L¨®pez Obrador¡±.
¡°En diciembre, presentamos un balance de los a?os de L¨®pez Obrador, en que concluimos que, pese a los claroscuros y las tendencias a la baja, el sexenio hab¨ªa sido un fracaso¡±, sigue el experto. ¡°Por un lado, registr¨® m¨¢s violencia (asesinatos, secuestros, extorsi¨®n, expansi¨®n de la violencia pol¨ªtico-criminal), y por otro, menguaron las capacidades institucionales, se vivi¨® un estancamiento de las fiscal¨ªas, del sistema carcelario y de las polic¨ªas locales¡±, a?ade.
La duda ahora es qu¨¦ resultado obtendr¨¢ el Gobierno, a medio y largo plazo, de su vertiginosa actividad en estos primeros meses. ?Tanta detenci¨®n y decomiso apuntan a un cambio verdadero en el territorio? Porque la embestida recuerda irremediablemente a otras anteriores que, a la larga, dejaron las cosas igual o peor. El caso del Gobierno de Felipe Calder¨®n (2006-2012) contra Los Zetas, principalmente en el noreste, pero tambi¨¦n en el Golfo de M¨¦xico y en el corredor central, hacia Michoac¨¢n, es el ejemplo perfecto. Los Zetas quedaron disminuidos, pero los territorios donde funcionaban ¨Cla frontera de Tamaulipas, partes de Nuevo Le¨®n, Veracruz y Michoac¨¢n¨C viven precisamente ese r¨¦gimen criminal que denuncia M¨¦xico Eval¨²a.
Y, por otro lado, ?c¨®mo se traducir¨¢n las capturas realizadas en t¨¦rminos de procesos judiciales y sentencias? No es ning¨²n secreto a estas alturas que la capacidad de las fiscal¨ªas para hacer justicia resulta marginal. Los niveles de impunidad, en delitos del fuero com¨²n y federal, supera en general el 90%. ¡°En la pr¨¢ctica, a la nueva estrategia le falta una visi¨®n integral de la violencia¡±, dice Vargas. ¡°Se est¨¢n concentrando mucho en la violencia homicida, asociada sobre todo al conflicto en Sinaloa. Falta esa visi¨®n integral que vea otras violencias, la extorsi¨®n, pro ejemplo. Adem¨¢s, esa hiperconcentraci¨®n del Estado en Sinaloa, descuida a otras entidades¡±, a?ade. ¡°El problema es que, frente a la coyuntura que plantea la llegada de Donald Trump, los reacomodos derivados del conflicto en Sinaloa, y la elecci¨®n judicial de junio, en un contexto de r¨¦gimen criminal, la estrategia pueda hacer agua a largo plazo¡±, zanja.
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