Modernizaci¨®n intelectual como una respuesta a la nueva realidad comercial
Lo m¨¢s inmediato es evaluar el momento cr¨ªtico que vive M¨¦xico en que Estados Unidos est¨¢ usando amenazas arancelarias como una herramienta geopol¨ªtica, para retar las soberan¨ªas de los pa¨ªses del hemisferio
Es dif¨ªcil saber en qu¨¦ van a terminar las fintas y golpes que el presidente Trump ha asestado con su orden ejecutiva que impone aranceles del 25% sobre los socios comerciales m¨¢s importantes de Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico. De momento parece que se ha logrado evitar, por lo menos por un mes, el inicio de una guerra comercial con un escalamiento arancelario. Es probable que se viene una nueva era de proteccionismo global, pero q...
Es dif¨ªcil saber en qu¨¦ van a terminar las fintas y golpes que el presidente Trump ha asestado con su orden ejecutiva que impone aranceles del 25% sobre los socios comerciales m¨¢s importantes de Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico. De momento parece que se ha logrado evitar, por lo menos por un mes, el inicio de una guerra comercial con un escalamiento arancelario. Es probable que se viene una nueva era de proteccionismo global, pero quiz¨¢ lo m¨¢s inmediato es evaluar el momento cr¨ªtico que vive M¨¦xico en que Estados Unidos est¨¢ usando amenazas arancelarias como una herramienta geopol¨ªtica, para retar las soberan¨ªas de los pa¨ªses del hemisferio.
Trump ya lo hab¨ªa hecho una semana antes, cuando forz¨® la mano del presidente Gustavo Petro en Colombia. Trump estaba por enviar dos vuelos de aviones militares estadounidenses C-17, deportando a migrantes indocumentados como criminales humillados con grilletes y candados. La amenaza fue un arancel de 25%, a ser incrementado a 50% o si Petro no ced¨ªa. Al final fueron aviones del ej¨¦rcito colombiano y los migrantes no estaban encadenados. Las amenazas, viniendo de parte de Trump, son cre¨ªbles, aunque queda algo de espacio para la negociaci¨®n, obviamente desde una posici¨®n defensiva y asim¨¦trica. M¨¦xico anunci¨® al principio que tomar¨ªa medidas retaliatorias, aunque el c¨¢lculo estrat¨¦gico sobre c¨®mo hacerlo era sumamente delicado. Al final se negoci¨® con una muestra simb¨®lica de separaci¨®n de las fronteras con 10.000 efectivos del Ej¨¦rcito mexicano siendo movilizados para ¡°proteger¡± a Estados Unidos.
Desde el punto de vista de lo que el economista Albert Hirschman llam¨® los ¡°efectos de oferta¡± del comercio internacional, cualquier arancel tiene efectos negativos sobre la econom¨ªa que los impone. Estados Unidos sufrir¨¢ consecuencias negativas de las acciones de Trump. Y los teoremas que formalizan la teor¨ªa ricardiana de ventaja comparativa relativa, Hecksher-Ohlin-Samuelson establecen que M¨¦xico perder¨ªa a¨²n m¨¢s si responde con aranceles retaliatorios. Pero desde la perspectiva de lo que el mismo autor alem¨¢n llam¨® los efectos ¡°de influencia¡± del comercio internacional, M¨¦xico probablemente no tiene otra opci¨®n que responder de manera decisiva frente a las acciones depredadoras de Trump.
El contexto en que Hirschman desarroll¨® su teor¨ªa estrat¨¦gica sobre el poder nacional y el comercio fue la Alemania Nazi y su esfera de influencia comercial. La teor¨ªa de Hirschman obviamente tuvo fuertes ecos con las teor¨ªas de la dependencia, desarrollada por economistas latinoamericanos como Raul Prebish y Fernando Henrique Cardoso. Pero el punto fundamental del libro escrito por un luchador de la resistencia anti-fascista al final de la segunda guerra mundial (1945), es que la Alemania Nazi pudo enmara?ar a pa¨ªses m¨¢s debiles en Europa del Este en redes comerciales con relaciones dpendientes de la industria manufacturera alemana, y con ello controlarlos pol¨ªticamente. Esta intuici¨®n proven¨ªa de en un andamiaje t¨¦orico s¨®lido basado en las te¨®rias de juegos de negociaci¨®n (bargaining theory), no en ideas marxistas o leninistas de sitemas mundiales o dependencia colonialista.
M¨¦xico esta jug¨¢ndose algo m¨¢s que las dislocaciones del mercado de trabajo, el quiebre de las cadenas de sumistro comercial, o un desaceleramiento de su crecimiento econ¨®mico en los pr¨®ximos a?os. La pregunta para la presidenta Claudia Sheinbaum y el Gobierno federal es determinar si estamos preparados para bucar una estrategia de desarrollo econ¨®mico alternativa a lo que se ha hecho los ¨²limos 35 a?os, que muchos asocian con el modelo neoliberal, pero que en realidad es consecuencia de una ¨¦poca, despu¨¦s del fin de la guerra fr¨ªa y la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, en donde el mundo se caracteriz¨® por un r¨¦gimen de comercio relativamente libre, como sucedi¨® antes de la Gran Depresi¨®n de 1929.
Tengo que aclarar de manera contundente que la alternativa no es el tipo de respuesta de Venezuela (o Cuba, aunque el contexto es m¨¢s complejo ah¨ª) donde las ¡°alternativas¡± ofrecidas por los gobiernos de Hugo Ch¨¢vez o Nicol¨¢s Maduro han sido verdaderamente catastr¨®ficas para sus ciudadanos. Estoy convencido de que no es el momento de retomar los sue?os o m¨¢s bien las pesadillas autoritarias de los sistemas ¡°socialistas¡± que todav¨ªa sobreviven. Hay evidencia contundente de que la econom¨ªa social de mercado, no la planeaci¨®n central autoritaria, es probablemente la ¨²nica forma de organizaci¨®n econ¨®mica compatible con las libertades de la democracia.
Tampoco es el momento de responder con la locura libertaria de Javier Milei en Argentina, otro incubo que pretende borrar m¨¢s de un siglo de experiencia social democr¨¢tica. El Estado tiene un papel fundamental que jugar en crear condiciones de igualdad, inclusi¨®n y protecci¨®n de derechos fundamentales, as¨ª como compensaci¨®n para los ciudadanos menos afortunados. Pero entonces, como dec¨ªa un texto cl¨¢sico, ?qu¨¦ hacer? La respuesta no puede ser rescatar ideas trilladas del arsenal te¨®rico marxista de los a?os sesentas, como ofrece a menudo Gustavo Petro en Colombia, ni las visiones decimon¨®nicas de una ¡°cartilla moral¡± formuladas con frecuencia por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ni las propuestas neo-populistas disque indigenistas de Javier Correa o Evo Morales en Ecuador y Bolivia, ni de la ideolog¨ªa de los rancios economistas austriacos citados con frecuencia por Javier Milei en Argentina.
El gobierno de Claudia Sheinbaum puede tomar medidas de pol¨ªtica comercial o de manejo del tipo de cambio en lo m¨¢s inmediato. Pero el tema central es sobre el modelo de desarrollo del pa¨ªs. Se necesita mirar hacia el futuro, no al pasado, aprovechando lo mucho que sabemos hoy, y que no sab¨ªamos hace 30 a?os, sobre c¨®mo se pueden estructurar alternativas de desarrollo econ¨®mico que atiendan a los temas de pobreza y desigualdad, al mismo tiempo que generen crecimiento econ¨®mico y bienestar para los ciudadanos mexicanos. El modelo de desarrollo probablemente ya no puede estar fundado en atar el destino de M¨¦xico al comercio con Estados Unidos.
A mi modo de ver, se requiere un aggiornamiento, una modernizaci¨®n intelectual, de nuestros l¨ªderes (lo cual probablemente no s¨®lo es el caso de la coalici¨®n en el poder, sino de todos los partidos pol¨ªticos), sobre como entender nuestra realidad social, econ¨®mica y pol¨ªtica, mucho m¨¢s alla del tema puramente comercial. En mi opini¨®n, el punto de partida de un nuevo modelo de desarrollo tiene que ser reconocer que la democracia es esencial en este proceso. S¨®lo en un r¨¦gimen democr¨¢tico se puede asegurar que los errores que probablemente se cometan en la b¨²squeda de nuevas maneras de generar desarrollo econ¨®mico y social en M¨¦xico puedan ser corregidas por los ciudadanos en las urnas (un punto ya bien conocido hecho por Karl Popper).
El segundo punto, claramente formulado por el innovador trabajo acad¨¦mico de econom¨ªa pol¨ªtica moderna (que les mereci¨® el premio Nobel de econom¨ªa a Acemoglu, Robinson y Johnson), es que las instituciones pol¨ªticas que generan contrapesos como el Poder Legislativo y el Judicial ser¨¢n fundamentales para controlar los excesos en el ejercicio del poder tanto de Trump como potencialmente de la coalici¨®n de Morena que sostiene a Sheinbaum. Hay que decir que esta nueva econom¨ªa pol¨ªtica es un aparato te¨®rico mucho m¨¢s sofisticado que la vieja econom¨ªa pol¨ªtica marxista, pero sobre todo es investigaci¨®n basada en datos emp¨ªricos y evidencia, no andamiajes te¨®ricos o ideales program¨¢ticos.
El tercer punto es que la compatibilidad entre democracia y el sistema de mercado que pueda ofrezcer oportunidades de innovaci¨®n y crecimiento econ¨®mico equitativamente distribuidas tiene que ser moderado por formas gubernamentales de redistribuci¨®n (punto formulado hace d¨¦cadas por Adam Przeworski, pero retomado en un andamiaje te¨®rico nuevo por Thomas Piketty). Esto es, no hay econom¨ªa de mercado sin gobiernos capaces, fuertes, y que intervengan para resolver temas distributivos y de compensaci¨®n.
El cuarto punto, que viene de los conocimientos generados por la investigaci¨®n sobre alivio a la pobreza (asociado con los economistas premios Nobel Abhijit Banerjee y Esther Duflo), es que las intervenciones que urgentemente se tendr¨¢n que crear para abatir el efecto ¨Cojal¨¢ temporal y no permanente- en la reducci¨®n de los ingresos de los mexicanos m¨¢s pobres. La evidencia acumulada durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas viene de estudios de evaluaci¨®n cuidadosamente dise?ados y medidos, de donde se puede abrevar lecciones imporantes sobre qu¨¦ funciona y qu¨¦ no es efectivo para el combate de la pobreza. La poo¨ªtica social no puede estar basada en ocurrencias de lo que se pueda inventar en los pr¨®ximos meses.
El quinto, y ¨²ltimo punto que me gustar¨ªa destacar, es que el empoderamiento de pueblos originarios y afrodescendientes en movimientos sociales propios de los ¨²ltimos a?os se?alan que nuestros sistemas de representaci¨®n pol¨ªtica y formaci¨®n de conocimiento sobre pol¨ªticas p¨²blicas siguen excluyendo esas miradas diferentes que ofrecen soluciones y alternativas a los complejos problemas nacionales basadas en aprovechar el tejido social y los lazos comunitarios. Este conocimiento esta siendo generado por los propios movimientos sociales y activistas.
Mi llamado entonces es a la administraci¨®n del Gobierno de Claudia Sheinbaum, y los l¨ªderes de todos los partidos, es que hay que ponerse al d¨ªa sobre los conocimiento te¨®ricos, a leer y aprender sobre la evidencia, a prepararse acad¨¦micamente sobre c¨®mo buscar una alternativa de desarrollo econ¨®mico para M¨¦xico.
Yo no tengo una respuesta ¨²nica o completa a la pregunta enorme de qu¨¦ hacer, pero s¨¦ que colectivamente el conocimiento de las ¨²ltimas d¨¦cadas ofrece nuevas formas de pensar la econom¨ªa pol¨ªtica de nuestro pa¨ªs en un entorno geopol¨ªtico que se nos ha complicado. Lo que los economistas neoliberales esperaban podr¨ªa funcionar bien en un entorno de libre comercio tiene que ser repensado por la deuda social y de exclusi¨®n de los menos privilegiados que ese modelo nunca logr¨® realmente resolver.
Pero adem¨¢s en un entorno donde continue el proteccionismo estadounidense y las amenazas permanentes de un bravuc¨®n, en un sistema global que quiz¨¢ se cierre cada vez m¨¢s, nos obliga a buscar consejo y soluciones nuevas, no a mirar hacia atr¨¢s a los conceptos ya viejos y agotados, sean de la izquierda o de la derecha.