Paquita la del Barrio y el insulto como arte
Su m¨²sica puede distar mucho del feminismo, pero ha funcionado durante d¨¦cadas como una catarsis colectiva contra el maltrato y la infidelidad, una v¨¢lvula de escape para que millones de mujeres desahoguen algo m¨¢s que una pena de amor

Ni feminista ni empoderada. La cantante mexicana Paquita la del Barrio dej¨® claro el a?o pasado que a ella no le gustan las etiquetas en tiempos cuando etiquetamos todo. Para ella, dijo, ¡°lo ¨²nico que debe hacer una mujer es quererse¡±. S¨ª, su m¨²sica puede distar mucho del feminismo, pero ha funcionado durante d¨¦cadas como una catarsis colectiva contra el maltrato y la infidelidad. En todos los rincones de Am¨¦rica (y m¨¢s all¨¢) su Rata de dos patas se ha gritado a todo pulm¨®n, un grito liberador, sobre todo de mujeres, que encierra un trasfondo contra los abusos. La int¨¦rprete mexicana, fallecida el lunes a los 77 a?os, no quiso que la etiquetaran de mujer empoderada, pero no hay duda que su m¨²sica ha sido una v¨¢lvula de escape para que millones de mujeres desahoguen algo m¨¢s que una pena de amor.
Francisca Viveros Barradas, nacida en Alto Lucero (Veracruz), ha sido una de las voces m¨¢s queridas de la m¨²sica mexicana. Artista de palenques, esas coloridas fiestas populares, Paquita la del Barrio era adorada por millones de personas en su pa¨ªs. Su genio agrio, los insultos en su m¨²sica, eran parte de una figura que encandilaba y llenaba estadios. Sus canciones hablan de despecho, de desamor, de infidelidad, de traiciones. Pero tambi¨¦n son un canto de desahogo. Que, qu¨¦ traigo con los hombres. Que por qu¨¦ diablos los odio tanto. Y como no voy a odiarlos. Si son la causa de tanto llanto. El insulto hecho sin temor, con furia extrema, un desquite sanador. En sus canciones no se ruega, se toma revancha. T¨² que me dejabas. Yo que te esperaba. Yo que tontamente siempre te era fiel. Desgraciadamente, hoy fue diferente. Me top¨¦ con alguien. Creo que sin querer. Tres veces te enga?¨¦. Tres veces te enga?¨¦. Tres veces te enga?¨¦. El sufrimiento como madera para encender la llama liberadora, aunque sea solo por unos minutos. ¡°Como habemos tantas dolidas, mi m¨²sica llega mucho a las mujeres¡±, dec¨ªa Paquita en una entrevista con EL PA?S. Si dijo que no era una mujer empoderada, por lo menos trasmit¨ªa a sus iguales la idea de poner freno al maltrato. ¡°Vamos con todo las mujeres de hoy en d¨ªa. Ya no se vale soportar los malos tratos. Alza la voz si eres la v¨ªctima callada de esos malditos malandrines pelagatos¡±, cantaba en Las mujeres mandan.
Era una figura popular querida, aunque no exenta de pol¨¦micas. En redes sociales circula un video en el que afirma que prefer¨ªa ver muerto a un ni?o antes de que sea adoptado por una pareja homosexual. A pesar de ese conservadurismo, hombres y mujeres mostraban su adoraci¨®n a la cantante de la hip¨¦rbole. En sus conciertos corr¨ªa el tequila, la cerveza y el whisky y los gritos de amor hacia la cantante del despecho, una figura de calibre en la cultura mexicana, tal vez al nivel de otros grandes int¨¦rpretes que tambi¨¦n han cantado al desamor, de Juan Gabriel a Jos¨¦ Jos¨¦ o Marco Antonio Sol¨ªs. La m¨²sica de Paquita la del Barrio recorre sentimientos profundos de las clases populares, a las que pone a cantar con un moh¨ªn de burla en la cara. Si a dormir me llevaste a tu cama, me lo hubieras dicho para no reservarme las ganas, canta la de Veracruz en Pobre pistolita, una canci¨®n en la que se r¨ªe de la capacidad sexual de su pareja. Es en ella donde suena su celebrado grito: ¡°Me est¨¢s oyendo, in¨²til¡±. Uno que se ha convertido en un rugido de ajustes. Las mujeres, dijo en una ocasi¨®n, ¡°desde que escuchan a esta servidora, pues agarran las canciones para defenderse¡±.
Su m¨²sica iracunda cuenta con un espacio importante en el cancionero mexicano, que tantas grandes estrellas ha dado. Sus insultos se han convertido en m¨²sica de culto, con incontables fiestas que han degenerado en una catarsis gracias a las descalificaciones que la veracruzana, que desde las bocinas grita su famoso Rata inmunda. Animal rastrero. Escoria de la vida. Adefesio mal hecho. Su ¨¦xito no solo ha traspasado las fronteras mexicanas, sino que la hizo merecedoras de tres nominaciones a los Premios Grammy en la categor¨ªa de m¨²sica ranchera por sus ¨¢lbumes Puro Dolor (2007), Eres un Farsante (2010) y Romeo y su nieta (2013). La Secretar¨ªa de Cultura de M¨¦xico ha recordado que ¡°su repertorio, con m¨¢s de 40 producciones discogr¨¢ficas que incluyen rancheras, banda y norte?as, se distingui¨® por alzar la voz en contra de las injusticias hacia las mujeres¡±. Desde los Grammy Latinos han dicho que ¡°deja un legado inolvidable en la m¨²sica latina con su inigualable interpretaci¨®n¡±.
La Secretar¨ªa de Cultura del Gobierno de M¨¦xico lamenta el fallecimiento de la cantante veracruzana Francisca Viveros Barradas, mejor conocida como Paquita la del Barrio, icono de la m¨²sica ranchera en M¨¦xico.
— Secretar¨ªa de Cultura (@cultura_mx) February 17, 2025
Con una destacada trayectoria de m¨¢s de cinco d¨¦cadas, fue nominada¡ pic.twitter.com/NoHZCrj2Ml
Una interpretaci¨®n que llenaba auditorios de pueblos y ciudades. El arte del insulto que pon¨ªa de buen humor a quienes asist¨ªan a sus espect¨¢culos, como el que concedi¨® en la Feria de Texcoco en abril de 2023, donde se despidi¨® de los palenques y de parte de un p¨²blico que la adoraba. ¡°Sus aplausos se van conmigo hasta la tumba¡±, dijo la cantante que en esa ocasi¨®n act¨²o en una silla por complicaciones con la ci¨¢tica y una ¨²lcera estomacal. Aparec¨ªa envuelta en gasa, joyas y lentejuelas. Emocionada se entreg¨® a su p¨²blico, porque dec¨ªa que ella estaba con la gente humilde de M¨¦xico. Es la reina de la m¨²sica popular, la que cantaba con valent¨ªa, la que no quer¨ªa etiquetas, pero que deja para la posteridad el insulto en la m¨²sica como v¨¢lvula de escape, sus canciones interpretadas a gritos, en una catarsis colectiva. Porque ¡°cuando hay amor se sufre y si no hay amor tambi¨¦n¡±.
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