La violencia sin freno en Sonora persigue a Alfonso Durazo

Alfonso Durazo termin¨® su etapa en el Gobierno federal con una aprobaci¨®n hundida en las encuestas. Sus dos a?os al frente de la Secretar¨ªa de Seguridad fueron los m¨¢s violentos desde que hay registros, con un reguero de golpes de alto impacto simb¨®lico que fueron erosionando la valoraci¨®n ciudadana de un veterano forjado en los despachos m¨¢s altos de la pol¨ªtica mexicana. Desde su salida en octubre del a?o pasado para embarcarse en la carrera por la Gobernatura de Sonora, su Estado natal, los datos han mejorado ligeramente y el...

Alfonso Durazo termin¨® su etapa en el Gobierno federal con una aprobaci¨®n hundida en las encuestas. Sus dos a?os al frente de la Secretar¨ªa de Seguridad fueron los m¨¢s violentos desde que hay registros, con un reguero de golpes de alto impacto simb¨®lico que fueron erosionando la valoraci¨®n ciudadana de un veterano forjado en los despachos m¨¢s altos de la pol¨ªtica mexicana. Desde su salida en octubre del a?o pasado para embarcarse en la carrera por la Gobernatura de Sonora, su Estado natal, los datos han mejorado ligeramente y el exsecretario lidera las encuestas en uno de los territorios m¨¢s violentos de M¨¦xico. Arrastrando el peso de los resultados como m¨¢ximo responsable de Seguridad, Durazo, de 66 a?os, se enfrenta al dif¨ªcil reto de ser profeta ahora en su tierra.

La seguridad ha sido desde el inicio el eje de la contienda en Sonora, incluidas acusaciones directas de nexos con el crimen organizado hacia el candidato de Morena en anuncios electorales, ante los que el Instituto Nacional Electoral (INE) orden¨® formalmente su retirada. Desde su equipo conf¨ªan en que la campa?a de la oposici¨®n no ha hecho mella y se agarran a los sondeos que les otorgan un margen en torno a los 10 puntos sobre el candidato del PRI. La prueba m¨¢s dif¨ªcil se vivi¨® la semana pasada con el asesinato de Abel Murrieta, exprocurador del Estado y abogado de la familia LeBar¨®n. El clan morm¨®n fue v¨ªctima de una brutal matanza ¡ªseis mujeres y seis ni?os fueron asesinados¡ª hace dos a?os en la zona serrana del Estado, uno de los golpes simb¨®licos en el deber de Durazo durante su etapa como secretario.

A Murrieta le descerrajaron 10 balazos mientras pegaba carteles a las cuatro de la tarde en una de las avenidas principales de Ciudad Obreg¨®n. Era el candidato de Movimiento Ciudadano (MC) para la alcald¨ªa de una ciudad que aparece como la cuarta m¨¢s violenta del mundo ¡ªcon una tasa de m¨¢s de 100 homicidios por cada 100.000 habitantes¡ª seg¨²n el Consejo Ciudadano para la Seguridad P¨²blica y la Justicia Penal. Ampliando el foco a nivel estatal, Sonora es uno los estados donde m¨¢s aumentaron los asesinatos en 2020 y en lo que va de a?o la progresi¨®n contin¨²a desbocada, con una tasa por habitante que ya supera a focos rojos como Tamaulipas, Guerrero o Michoac¨¢n.

¡°Nunca nos hab¨ªa pasado que no tuvi¨¦ramos candidatos porque tienen miedo, que nos pararan comandos en la carretera durante la campa?a, ver balaceras o directamente que nos asesinaran a un candidato¡± cuenta un miembro del equipo de Movimiento Ciudadano, que en cuatro municipios ha visto como se retiraban sus candidatos por amenazas del crimen organizado. Ante la crecida de violencia en Sonora, Durazo tom¨® la iniciativa y a mediados de 2019 desde la Secretar¨ªa de Seguridad se intervinieron las polic¨ªas locales de cinco municipios, incluido Cajeme, donde asesinaron la semana pasada a Murrieta. Los mandos policiales fueron relevados por generales, coroneles y capitanes. Pese a la militarizaci¨®n, la gran apuesta del Gobierno federal, las cifras siguieron subiendo con la ¨²nica excepci¨®n de la capital, Hermosillo.

M¨¢s polic¨ªas y mejor pagados

Consciente del punto ciego en materia de seguridad, las promesas de campa?a de Durazo han estado regadas con una bater¨ªa de medidas al respecto: aumentar el n¨²mero de c¨¢maras de seguridad, crear una agencia de inteligencia estatal, mejorar el sueldo y multiplicar por cuatro la plantilla de la polic¨ªa estatal. El candidato de Morena ha tratado de colocar la pelota caliente de la inseguridad en el tejado del Gobierno estatal, en manos del PRI y ha sacado pecho de los siete cuarteles de la Guardia Nacional construidos en el Estado, as¨ª como el despliegue de casi 3.000 efectivos del pol¨¦mico cuerpo de esp¨ªritu castrense nacido ex profeso para controlar la violencia en el pa¨ªs. Formada por exmilitares y expolic¨ªas, el mando civil de la Guarda Nacional estuvo a cargo de Durazo como responsable de Seguridad.

Los registros de violencia a nivel nacional han dado un ligero respiro durante el primer trimestre del a?o con un descenso de casi un 5%. No hay tregua, sin embargo, en Sonora, donde los asesinatos han crecido un 40% hasta marzo. Desde la candidatura de la alianza Va por M¨¦xico, el priista Ernesto G¨¢ndara, segundo en las encuestas, ha aprovechado que la salida de Durazo de Seguridad ha coincidido con la mejora de los resultados para cargar contra su adversario. ¡°No hay que abandonar el cargo cuando se asume una responsabilidad¡±, le ha lanzado con insistencia durante los debates.

No todas las voces de la oposici¨®n son tan dr¨¢sticas. Adan Langford, 48 a?os, es el candidato del PRI en el pueblo serrano donde hace dos a?os un grupo sicarios asesin¨® a su hermana, Christina Marie Langford, junto a otros cinco miembros de la comunidad mormona de los LeBar¨®n-Langford. ¡°Est¨¢ todo mal, muy inseguro. Hay que darle tiempo a L¨®pez Obrador y que la justicia haga su trabajo¡±, apunta sobre un caso que ilustra la complejidad del mapa del crimen en el Estado. Con m¨¢s de una 12 de detenidos, las autoridades apuntan a que el m¨®vil de la matanza fue un error en medio de la disputa entre integrantes de La L¨ªnea, asociado al cartel de Ju¨¢rez y grupos de Sonora.

Desde los inicios en los 80 de las grandes mafias del narcotr¨¢fico, el Estado norte?o ha sido un territorio estrat¨¦gico para el crimen organizado, conectado al sur con Sinaloa y fronterizo al norte con Arizona. La liberaci¨®n en 2013 de Rafael Caro Quintero, otro capo hist¨®rico, complic¨® a¨²n m¨¢s el escenario, desatando una supuesta guerra a varias bandas entre los remanentes del cartel Sinaloa, la expansi¨®n de Jalisco Nueva Generaci¨®n, el grupo de Caro Quintero y el cartel de la L¨ªnea.

La matanza de los Langford-LeBar¨®n fue tambi¨¦n una de las primeras crisis que tuvo que afrontar Durazo durante su etapa en el Gabinete de Gobierno, precedida apenas un mes antes por la pol¨¦mica captura y posterior liberaci¨®n de una de los hijos del Chapo. El junio del a?o siguiente, le sigui¨® el asesinato de un juez federal en la puerta de su casa en Colima y apenas dos semanas despu¨¦s, el atentado fallido contra el jefe de la polic¨ªa capitalina a manos de un comando del narco con armamento militar.

Todos contra Durazo

¡°Vamos por un Sonora para todas y todos, ya no m¨¢s para unos cuantos¡±. Ese ha sido uno de los lemas de campa?a de Durazo, en l¨ªnea con la narrativa contra las ¨¦lites de L¨®pez Obrador. En esa saco, Morena mete a sus dos principales oponentes en el Estado, miembros del linaje priista que ha gobernado hist¨®ricamente Sonora, solamente interrumpido en el periodo 2009-2015 por el mandato de Guillermo Padres (PAN). G¨¢ndara es hijo de un poderoso empresario hotelero y exalcalde Hermosillo. Mientras que Eduardo Bours viene de otra de las familias m¨¢s ricas de Sonora y su hermano Eduardo fue tambi¨¦n gobernador por el PRI.

Bours, al frente de MC, ocupaba el tercer puesto en las encuestas hasta que la semana pasada decidi¨® abandonar su candidatura y sumarse a la del PRI. ¡°Lo que sea con tal de que no gane Alfonso Durazo¡±, se?al¨® para justificar su movimiento. Para la candidatura Morena, es otro ejemplo que refuerza su tesis de que no hay diferencia alguna entre la oposici¨®n, todo es parte de un difuso ente oportunista que solo busca agarrarse al poder.

Sonora es tambi¨¦n la tierra otro hist¨®rico bar¨®n priista, Manlio Fabio Beltrones, que representa para Morena el paradigma de todo lo que busca revertir. Antiguo presidente del partido, su mandato durante los noventa en Sonora estuvo manchado por una informaci¨®n del New York Times, que afirmaba, citando cables de la DEA, que Beltrones proteg¨ªa y hacia negocios con Amado Carrillo Fuentes, capo del c¨¢rtel de Ju¨¢rez. Su hija, la senadora Sylvana Beltrones, investigada junto al resto de la familia por la Fiscal¨ªa por presuntas irregularidades relacionadas con cuentas ocultas en un banco de Andorra, lleg¨® a sonar en la terna de candidatos del PRI para la gubernatura.

Durazo, sin linaje pol¨ªtico heredado, hijo de una familia de ganaderos y agricultores de un peque?o pueblo de la sierra, tambi¨¦n se forj¨® en las filas del partido hegem¨®nico mexicano hasta los 2000. ¡°No lo presume, pero tampoco lo oculta¡±, apuntan fuentes de su candidatura. Lleg¨® a ser el secretario personal de Luis Donaldo Colosio, el candidato presidencial asesinado en 1994, y pas¨® tambi¨¦n por el PAN durante el mandato de Vicente Fox hasta enrolarse finalmente en Morena, primero como senador y despu¨¦s como diputado federal. Aupado por L¨®pez Obrador como uno de los hombres fuertes del Gobierno, Durazo aparece tambi¨¦n en las quinielas preliminares para la carrera presidencial de 2024. Su inclusi¨®n definitiva depender¨¢ en gran medida de su victoria en las elecciones regionales y su capacidad para apaciguar la ola de violencia en su tierra.

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