Duelo de clanes en la sierra de Sonora: los Durazo contra los LeBaron

Hace dos a?os, Alfonso Durazo sali¨® montado a caballo de la casa de sus padres en Bavispe, un peque?o municipio de la sierra de Sonora. Al cruzar la primera calle, el animal hizo un escorzo extra?o y el jinete m¨¢s famoso del pueblo cay¨® al suelo. No fue grave, pero el entonces todav¨ªa secretario de Seguridad del Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador tuvo que ir al ¨²nico m¨¦dico del municipio para que le pusiera el hombro en su sitio.

La an¨¦cdota sirve igual para defender o criticar al hoy candidato de Morena a la gobernatura del Estado. Sus votantes lo ven como un ejemplo de que el hijo pr¨®digo de Bavispe a¨²n conserva algo de la herencia charra de su familia ganadera. Para sus detractores es una muestra de que tras m¨¢s de 40 a?os fuera de Sonora, Durazo (66 a?os) se ha olvidado hasta de montar a caballo.

El distanciamiento con su tierra ha sido, junto con la ola de violencia que no par¨® de crecer durante su etapa como m¨¢ximo responsable de la Seguridad P¨²blica, una de las principales piedras en el zapato del candidato de Morena. Sobre todo al principio de la campa?a, cuando las primeras encuestas le situaban empatado con el candidato del PRI, Ernesto G¨¢ndara, muy popular en su Estado, exalcalde de la capital, Hermosillo, y senador. Las primeras dudas, incluso provocaron ruido de sables dentro la c¨²pula estatal del partido, apaciguados por el despegue en los sondeos, que dan a Durazo una ventaja de unos 10 puntos.

Desarraigo y violencia. Las respuestas de Morena a los dos puntos flacos de la campa?a en Sonora parecen encarnadas por Celia Durazo (57 a?os), la ¨²nica de los 12 hermanos que ha vuelto a Bavispe, tras una etapa como funcionaria en Ciudad de M¨¦xico. Y cuyo rival, por el PRI, es un miembro de la comunidad mormona que en 2019 sufri¨® una matanza a manos de un grupo de sicarios por los caminos de tierra que rodean al pueblo. Ad¨¢n Langford, 48 a?os, es hermano de Christina Marie, que aquella ma?ana muri¨® junto a otras dos mujeres y seis ni?os. Todos del clan Langford-LeBaron.

La campa?a en Bavispe tambi¨¦n ha sido un reflejo de clima de tensi¨®n y polarizaci¨®n a escala nacional. Morena ha denunciado un hostigamiento sistem¨¢tico y hasta amenazas de muerte. El PRI, por su parte, les acusa de alentar el llamado turismo electoral -el cambio artificial del padr¨®n para votar en una determinada circunscripci¨®n- y de amedrentar a los votantes con argumentos como: ¡°si no votas por nosotros, te vamos a quitar los programas sociales federales¡±. A lo que Morena responde acusando a la comunidad mormona de comportarse como caciques, acumulando con compras espurias la tierra de sus vecinos.

Los Langford tienen unas 200 hect¨¢reas agr¨ªcolas de las m¨¢s de 2.000 de Bavispe. Sentado en la cocina de su casa, mientras sus cuatro hijos corretean despu¨¦s del desayuno, el candidato del PRI, que ya ha sido alcalde antes, explica que ¡°lo que pasa es que la gente en el pueblo ya no tiene tantos hijos como antes y quieren vender las tierras que heredan de sus padres o sus abuelos. Entonces vienen a ver al gringo porque aqu¨ª les pagamos mejor¡±.

Clavado entre la ¨¢rida Sierra Madre occidental, Bavispe tiene un padr¨®n de menos 1.500 personas, pero al menos una cuarta parte es flotante por la fuerte migraci¨®n a EE UU. El camino contrario al que tom¨® el primer Langford cuando, huyendo de la penalizaci¨®n a la poligamia en Utah, lleg¨® a este valle a dos horas en coche de la frontera. La furia de Pancho Villa durante la Revoluci¨®n mexicana les ahuyent¨® del pueblo. Pero volvieron de nuevo a mediados del siglo pasado a un rancho, La Morita, en la m¨¢s parte m¨¢s cercana al r¨ªo que desaf¨ªa al desierto y alimenta sus campos de nogal y pasto para ganado.

Hoy son unas 40 casas unifamiliares en una especie de zona residencial a media hora del pueblo. La comunidad tiene lazos con los LeBaron, otro clan morm¨®n asentado en el Estado vecino de Chihuahua, que tambi¨¦n perdi¨® parte de su familia en la matanza. No fue el primer trauma con el crimen organizado de los LeBaron, que llevan a?os involucrados en el activismo contra la violencia. La masacre de hace dos a?os los convirti¨® en una de las voces cr¨ªticas m¨¢s visibles en contra del Gobierno de L¨®pez Obrador.

Ad¨¢n Langford es tambi¨¦n el representante legal de las familias de las v¨ªctimas y se ha distanciado de la posici¨®n beligerante de los LeBaron. ¡°Siempre han sido as¨ª. Ellos han demandado hasta a la gobernadora de Sonora. Hay que esperar, de momento van ya m¨¢s de 10 detenidos¡±. Seg¨²n las autoridades, todos relacionados con el grupo de La l¨ªnea, vinculado al cartel de Ju¨¢rez. Supuestos aliados del nuevo grupo de Rafael Caro Quintero en su guerra intestina contra el cartel de Sinaloa por el control de la zona fronteriza. La cortina de humo que levant¨® el coche incendiado de la familia llegaba hasta los riscos de la sierra y los disparos se escucharon en el pueblo.

Los vecinos tambi¨¦n recuerdan lo que pas¨® aquella ma?ana, cuando corri¨® el rumor de que los de La l¨ªnea estaban invadiendo el pueblo: ¡°Encerr¨¦ a mis pap¨¢s con llave en la casa¡±. ¡°La gente corr¨ªa por la calle para sacar a los ni?os de la escuela y esconderse en las casas¡±. ¡°No sab¨ªamos qu¨¦ pasaba, fue un caos¡±.

Sentada en un banco de la plaza principal, Celia Durazo tambi¨¦n lo recuerda, pero subraya varias veces durante la conversi¨®n que aquello ya es el pasado: ¡°La construcci¨®n de un cuartel de la Guardia Nacional en el pueblo fue una promesa del Gobierno federal ante los LeBaron. Y se cumpli¨®. Desde entonces, todo est¨¢ m¨¢s tranquilo¡±. El cuartel se inaugur¨® el a?o pasado. Vinieron al pueblo, el presidente L¨®pez Obrador, la gobernadora priista, Claudia Pavlovich, y el entonces secretario de Seguridad, Alfonso Durazo.

El candidato de Morena sali¨® por primera vez de Bavispe para estudiar el bachillerato en Hermosillo, la capital del Estado. De ah¨ª a la universidad en el antiguo DF y desde entonces toda su carrera pol¨ªtica se ha desarrollado en la capital. Ram¨®n Zozaya fue compa?ero suyo en la escuela del pueblo. Le recuerda como un alumno muy aplicado y muy cat¨®lico. Un d¨ªa leyendo la biblia, Zozaya descubri¨® un gui?o de su antiguo compa?ero cuando le escrib¨ªa los discursos a Luis Donaldo Colosio. Siguiendo a las bienaventuranzas, el candidato presidencial priista, asesinado en 1994, cambi¨® ¡°M¨¦xico¡± por ¡°mundo¡± en uno de sus famosos discursos: ¡°Veo un M¨¦xico con hambre y sed de justicia¡±.

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