Encuestas: Morena domina la elecci¨®n a la C¨¢mara sin lograr la mayor¨ªa absoluta
El ligero descenso del voto oficialista en las ¨²ltimas semanas y la dificultad de articular coaliciones competitivas en cada distrito complica la traducci¨®n del voto a curules
A una semana de unas elecciones que pondr¨¢n a prueba el dominio del partido de L¨®pez Obrador sobre la pol¨ªtica mexicana, Morena se asienta como probable vencedor a considerable distancia de sus rivales inmediatos, pero no logra la mayor¨ªa absoluta ni la calificada, para lo que necesitar¨¢ de acuerdos con partidos aliados. La media ponderada de las encuestas le pronostica alrededor del 42% de los votos, frente al 17% o 18% que esperan las formaciones de oposici¨®n (PRI, PAN) mejor colocadas. A m¨¢s distancia a¨²n se ubican las plataformas m¨¢s peque?as.
El orden de llegada esperado por el promedio, consistente con el anticipado por la encuesta que realiz¨® SIMO para EL PAIS y que forma parte de este mismo promedio junto a otras 12 desde febrero, no cuenta toda la historia. Por una parte, encierra una incertidumbre considerable: Morena, por ejemplo, se mueve entre un 38% y un 55% seg¨²n su medici¨®n m¨¢s baja y alta respectivamente, si bien la mayor¨ªa se queda bien abajo del 50%. Algo similar sucede con todos los dem¨¢s partidos.
Adem¨¢s, a pesar de las brechas entre contendientes, las tendencias observadas en las ¨²ltimas semanas (que indican una ca¨ªda, o m¨¢s bien una regresi¨®n a la media, de la intenci¨®n efectiva de voto a Morena desde picos cercanos al 45%) y el reparto de curules dentro de las coaliciones que compiten en cada distrito hacen que la traducci¨®n de votos a presencia en la C¨¢mara no sea autom¨¢tica, modificando tanto el orden de llegada (particularmente de las formaciones m¨¢s peque?as) como, de manera particularmente significativa, las mayor¨ªas que en ¨¦sta se sostengan.
Dominio insuficiente
Con la previsi¨®n actual de voto, parece poco probable que Morena consiga mantener los 251 curules que necesita para contar con una mayor¨ªa propia en la C¨¢mara. As¨ªmismo, tambi¨¦n peligra la posibilidad de que pueda llegar junto a sus socios naturales (PVEM, PT) a los 334 de la mayor¨ªa calificada. En ello coincide tanto la proyecci¨®n realizada por SIMO/EL PAIS como la que mantiene el agregador de encuestas Oraculus de la mano de Javier M¨¢rquez.
La C¨¢mara de Diputados cuenta con 500 miembros y la actual mayor¨ªa absoluta de Morena (256), que le basta para manejar el proceso legislativo ordinario. Sin embargo, en su composici¨®n actual, el bloque oficialista no dispone de una mayor¨ªa calificada lo suficientemente c¨®moda ni estable (que corresponder¨ªa con dos terceras partes de la C¨¢mara, o al menos 334 diputados) para reformas de mayor ambici¨®n.
La batalla en estas elecciones se plante¨® por esa l¨ªnea: desde un inicio, Morena estar¨ªa dispuesto a sacrificar su mayor¨ªa ordinaria de un solo partido a cambio de lograr la calificada; y la oposici¨®n busca impedirlo. Para entender c¨®mo y por qu¨¦, conviene repasar c¨®mo se eligen los miembros de la C¨¢mara y de qu¨¦ manera han decidido competir los partidos.
Toda la C¨¢mara se somete a votaci¨®n en el conjunto del territorio federal. De ella, un 60% (300 puestos) corresponden con otros tantos distritos electorales en los que la elecci¨®n es por mayor¨ªa simple: el candidato que quede primero en cada distrito, consigue o mantiene su asiento.
En el 40% restante (200) la elecci¨®n es en cinco grandes circunscripciones, cada una de ellas agrupando a una quinta parte de la poblaci¨®n, y correspondi¨¦ndole 40 diputados elegidos mediante sistema proporcional.
En las circunscripciones proporcionales cada partido presenta una lista propia. Pero en los distritos individuales hay incentivos para que los partidos afines se unan en coaliciones y se repartan las candidaturas por distrito, de manera que no compitan entre los mismos votos. Esto implica una renuncia de los partidos dominantes dentro de cada bloque, y particularmente de Morena, pero a cambio ¨¦stos le pueden prestar su capital electoral a otros, uniendo fuerzas para incrementar las posibles victorias del bloque. El pasado diciembre se consolidaron dos:
¡ú Juntos Hacemos Historia. El oficialista MORENA encabeza esta coalici¨®n que se presenta de manera coordinada en 183 de los 300 distritos. Al partido de L¨®pez Obrador le correspondi¨® presentar candidatura en 88 de ellos. El Partido del Trabajo (PT), de tradicional izquierda socialista, se qued¨® con 50. Al Partido Verde Ecologista de M¨¦xico (PVEM) le restan 45.
¡ú Va por M¨¦xico. Para contrarrestar al oficialismo actual, los viejos partidos se han unido para competir en 219 distritos: 77 para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que domin¨® la pol¨ªtica mexicana durante el siglo pasado y al que pertenece el expresidente Enrique Pe?a Nieto, 72 para el conservador Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), y 70 para el viejo centro-izquierda del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD).
El progresista Movimiento Ciudadano (MC) decidi¨® presentarse por libre en lugar de unirse a la coalici¨®n de oposici¨®n.
Si convertimos ambos acuerdos electorales en coaliciones de C¨¢mara, aplicadas a las proyecciones, resultar¨ªa que el equivalente de Juntos Hacemos Historia no llegar¨ªa a 334 curules de acuerdo con los escenarios centrales. Lo har¨ªa solo en 1 de cada 3 mundos posibles seg¨²n los pron¨®sticos de M¨¢rquez, en un escenario de oficialismo particularmente fuerte.
El apoyo imprescindible del oficialismo estar¨ªa en la sobre-representaci¨®n electoral de sus dos socios peque?os, PVEM y PT. De lo competitiva que sea la alianza entre ellos y Morena en distritos espec¨ªficos depende la consolidaci¨®n, o p¨¦rdida, de mayor¨ªas. Sin embargo, dada la complejidad del sistema de elecci¨®n mexicano, resulta particularmente dif¨ªcil calibrar la distribuci¨®n final de votos en lugares-frontera o con importantes cambios respecto a a?os anteriores en el formato de la contienda (en el qui¨¦n compite contra qui¨¦n). Pero, con todas esas salvedades y los datos actuales en la mano, el partido del Presidente puede estar esperanzado en que superar¨¢ el porcentaje de apoyo de 2018, pero no en lograr la abrumadora mayor¨ªa de dos tercios para su coalici¨®n pro-gobierno.
Metodolog¨ªa y fuentes. Las encuestas incluidas siguen la selecci¨®n del agregador Oraculus. Para obtener nuestra media a d¨ªa de hoy, le aplicamos a las encuestas de los ¨²ltimos cuatro meses (incluyendo el mes corriente) una doble ponderaci¨®n de tiempo (las m¨¢s recientes pesan m¨¢s) y frecuencia (un peso proporcional al n¨²mero de encuestas de cada casa, para evitar que una sola empresa domine la estimaci¨®n). La tendencia hacia atr¨¢s se dibuja de manera aproximada como una media m¨®vil de los ¨²ltimos sondeos publicados en cada momento. A continuaci¨®n, las encuestas incluidas.
Los escenarios centrales se obtienen directamente de lo estimado por Simo y Oraculus en las fechas indicadas; los escenarios alternativos se extrapolan del modelo de pron¨®stico de Oraculus, escogiendo su proyecci¨®n como escenario central y definiendo cuatro escenarios alternativos dentro del abanico de lo relativamente posible para cada partido, en probabilidades >5%. De la misma manera, las proyecciones baja-media-alta de Oraculus corresponden con los intervalos establecidos en ese mismo rango de probabilidades.
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